CARTA A UNA ALUMNA MUY QUERIDA
Olivares, 3 de abril de 2021
Querida Paula:
En estos momentos, cerrado por vacaciones. Descanso para muchas personas. Semana Santa, dolor y pasión para otras.
Comparto -confidencialmente- contigo que desde que nos mudamos a este nuevo colegio, pese a ser tan bonito y lejos de traernos muchas alegrías como imaginábamos, estamos viviendo unos cursos muy difíciles. El primero de ellos porque nos quedamos sin ti. Éste último, por la situación de pandemia que hay en el mundo y que también estamos padeciendo en este querido pueblo y en la supresión de actividades en tu colegio.
Sobre todo, lo más triste que he vivido en los últimos años ha sido tu fallecimiento. Te recuerdo con mucho cariño y desde donde estés, siento que nos transmites tu calma y tu paz, también tu serena sonrisa.
El paso de los días y de los años, y el trabajo restaurador que las personas que te quieren están haciendo, ayudarán a aliviar el dolor de tu ausencia. Irá pasando la vida y deseo que tengan numerosos momentos de alegría, de felicidad, de nuevas ilusiones, de posibilidades y oportunidades; deseo que encuentren muchos motivos para vivir… Te llevan en su corazón, así que siempre vivirás en ellas.
Vivirás en los recuerdos, en la infancia dolida de tu hermana, en algún gesto que te asemejaba a tu padre; en el corazón hecho jirones de tu madre, en la mecedora que tu abuela acunaba de niña tus llantos; en tus amigas de la infancia, en la ilusión de los juguetes del día de los Reyes Magos; en los colgantes que tu madre pone al árbol y el viento los mece y baila y la lluvia a su paso los desgasta; en los cuadernos que dejaste empezados y en tu letra, en las fotos de pequeña que en un álbum tu hermana guarda…; quizás en el sol, en un atardecer, en una nube o en la estrella más brillante que en el cielo haya; o en el silencio mudo de la noche, en la lágrima callada que resbala en la almohada mientras los demás descansan… estás en miles de momentos.
Y estás sobre todo para este colegio en “el árbol del amor” que juntos plantamos el Día de la Paz. Recuerda que “el árbol de Paula” es nuestro vínculo especial, la conexión entre tú y tu colegio. Pasarán generaciones de niñas y niños que jugarán alrededor de él, lo rodearán de afectos infantiles, que irán creciendo, que alborotarán ruidosamente con canciones y retahílas de juegos… ¡Qué tranquilidad esta primavera verlo florecer de nuevo!
Las grandes separaciones como la que han vivido tu madre y tu padre me recuerdan la provisionalidad de la materia, la vulnerabilidad del ser humano, nuestra fragilidad incesante y la impermanencia de la vida. ¡Qué difícil aceptarlo, pero qué importante hacerlo para vivir conscientemente y de una forma más comprometida con el mundo! Es un regalo inapreciable la posibilidad de descubrir, merced a la inmensidad de tu pérdida, la esencia -para mí- más profunda: aprender a vivir por fuera y a morir por dentro.
Sé que nos reclamas la verdad más grande que llevamos dentro: el valor del amor y en estos momentos la compasión, y a tu madre, nuestro acompañamiento.
Un abrazo fuerte allí donde estés.
Carmen R.T., la directora de tu cole