Rutas Científicas Artísticas y Literarias: DÍA 5
DÍA 5: Jueves 10 de octubre 2019
Despertamos en Peñíscola y, tras un buen desayuno, continuamos nuestra ruta. Destino:
ESTADIO DEL VILLAREAL
O el Estadio de La Cerámica, que es como se llama.
Después de entrar a los vestuarios y ver las fotos de los jugadores, hemos hecho entrevistas al «mister» y a algunos de los jugadores como: Bruno, S. Cazorla y S. Asenjo. El estadio nos ha parecido increíble, es tan grande que caben 23.800 espectadores. ¡Viva el Villareal!
Tras esta visita, volvemos a montarnos en el bus para dirigirnos al nuevo destino: VALENCIA, donde haremos varias actividades.
MUSEO FALLERO
En el Museo fallero hemos visto ninots, son figuras que forman las fallas. Aquí se encuentran las que han sido indultadas.
Todas estaban muy trabajadas. Nos han gustado la pescadería, el Rey León, los policías y la del burro (que es la de este año). También hemos superado el reto de encontrar a Vicente Blasco Ibáñez. ¡Ha sido genial!
Tras la comida en el Don Pelayo, nos vamos a investigar y experimentar.
MUSEO DE LAS CIENCIAS
¡Por fin un museo donde todo se puede tocar!
El Museo Felipe II que está dentro de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Al entrar hemos ido a unas salas donde podías leer y jugar con máquinas interactivas. Había también unas incubadoras donde van naciendo pollitos que son llevados a una granja escuela. Luego fuimos a una sala donde había una exposición sobre Marte. Algunas pruebas han sido fáciles pero otras nos han costado un poco. Y luego hemos seguido, porque el museo es grandíiiisimo, la parte del Cuerpo Humano, en la última planta, es súper interesante, hay un montón de rinconcitos donde puedes aprender y experimentar con cosas del cuerpo humano. En la planta primera hemos podido ver una expo sobre cuentos clásicos; Alicia, Caperucita, Pinocho… ¡Cuánto hemos aprendido!
¿Y los alrededores del museo?… ¡Qué chulada! El Palacio de la Ópera, el HemiSferio, y todo se encuentra en el cauce del Río Turia, que han transformado en un paseo por el que da gusto pasear. Y dando ese paseo, llegamos hasta un país de fantasía: LILLIPUT ¿Y qué encontramos allí?
EL PARQUE GULLIVER
¡¿Quién nos iba a decir que alguna vez seríamos Lilliputienses, subiéndonos en Gulliver?! Nos hemos sentido como verdaderos seres diminutos. Nos hemos tirado por los toboganes y algunos nos hemos dejado la piel y también los pantalones. Ha merecido la pena porque ha molado mazo.
Y después de tanta actividad, no queda más que irse a refrescarnos, cenar y descansar.