La Virgen de la Servilleta es un cuadro de Bartolomé Esteban Murillo en el que se representa a la Virgen María con el Niño Jesús. Fue realizada en 1666 con destino a la Iglesia de los Capuchinos de Sevilla (España) y mide 67 x 72 cm. Es una de las representaciones más populares de la Virgen María y se encuentra expuesta en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. El nombre con el que se designa a la virgen proviene de una leyenda, existen dos versiones de la misma. Según la primera de ellas, los frailes capuchinos se percataron de que había desaparecido una servilleta de su ajuar doméstico, pero unos días más tarde les fue devuelta por el propio Murillo con el dibujo de la Virgen.
En la segunda versión fue un fraile del convento el que le solicitó a Murillo una representación de la Virgen con el Niño para poder orar privadamente en su celda. Murillo aceptó, pero solicitó un lienzo para realizar la pintura, el fraile sin embargo carecía de recursos económicos y le entregó una servilleta en la que Murillo realizó el trabajo.