ESCUELA DE FAMILIAS
Con el título de:
«Familia y Profesorado: Educación emocional a través del MINDFULNESS»
este pasado martes 13 de marzo concluyó un taller de Mindfulness organizado por la Escuela de Familias de “Ubrique Blanco de Paz” (con Mª del Mar D. Aránegas como coordinadora), en colaboración con el CEP de Villamartín (con Angélica Pan como asesora). En él hemos participado unas setenta personas, tanto docentes de Ubrique y de localidades cercanas, como padres y madres.
La actividad comenzó el 18 de enero, y se ha desarrollado a lo largo de cinco sesiones por las tardes de 16:30 a 19:30 h. en el salón de actos del IES Francisco Fatou de Ubrique.
Para dicha actividad hemos contado con una magnífica ponente, Míriam Medina López,Experta y Consultora en Mindfulness Transpersonal, Facilitadora de Educación Mindfulness de la Escuela Española de Desarrollo Transpersonal y de la Fundacion para la Educación y el Desarrollo Transpersonal en Centros Educativos (para alumnos, profesores, padres y madres), que nos ha dado unos conocimientos iniciales pero “intensos” acerca del Minfulness. Las sesiones han sido prácticas, participativas y, sobre todo, amenas. Míriam, ¡eres fantástic
Así, a lo largo de todo este tiempo se han abordado temas referentes al mundo de las emociones y cómo gestionarlas de forma adecuada; el lenguaje del cuerpo y los sentidos, el sufrimiento o las relaciones interpersonales, entre otros. En cada caso se han realizado prácticas formales (programadas y personales) e informales (realizadas de forma espontánea en cualquier momento), orientadas tanto a docentes, padres y madres como a nuestro
alumnado o a nuestros hijos e hijas. Estas prácticas se han complementado con técnicas de escucha activa y consciente y dinámicas de preguntas de auto-indagación.
Cada vez que se terminaba una sesión se oía decir. “¡Qué bien, qué relajada me siento!”. Y realmente hemos de decir que ha sido así. Míriam ha conseguido hacernos penetrar en el mundo de nuestras emociones de forma sutil, haciéndonos conscientes de vivir el presente y disfrutar de cada momento en nuestras actividades cotidianas. De paso, nos llevamos muchas actividades para ponerlas en práctica con nuestras hijas e hijos o alumnado, como ese masaje-pizza tan divertido de la penúltima sesión, o la danza del corazón, que parecía tan superficial pero qué bien nos sentó.
Gracias, pues a Míriam por su buen trabajo en esta actividad, y a Mª del Mar y Angélica por organizarla y darnos la oportunidad de aprender a hacer las cosas de otra manera. ¡Queremos más…!