El pasado día 28 de marzo cincuenta y tres alumnos y alumnas del CEPER ” Guamenze” junto con Luna y Toñi viajamos a Baños de la Encina, un pueblo precioso situado en la comarca de Sierra Morena.
Empezamos la jornada con una ruta de senderismo, unos seis kilómetros, alrededor del embalse del Rumblar hasta llegar al poblado de Peñalosa, un yacimiento arqueológico del período argárico que se conserva bastante bien hoy en día. Con las explicaciones del guía, Agustín, junto con los prácticos, Tomás y Francisco nos enteramos bastante bien de cómo vivían los bañucos allí asentados en aquella época, cómo eran la viviendas, alimentación, flora…
Una vez terminado el senderismo, nos dirigimos al pueblo donde nos esperaba otro guía, José María, en el santuario del Cristo del Llano, donde entre otras cosas pudimos contemplar el magnífico camarín de estilo barroco.
Hicimos un alto en el camino y , para reponer fuerzas, paramos en un restaurante a comer. Allí, además de una buena comida servida por gente muy amable, teníamos unas vistas impresionantes.
A continuación seguimos con nuestra ruta cultural. Visitamos la iglesia de San Mateo, una iglesia de arquitectura gótica en las que encontramos imágenes realmente valiosas, así como el Sagrario, hecho de ébano y de carey, muy poco común que está considerado Patrimonio de la Humanidad.
Para finalizar nos fuimos al castillo de Burgalimar. Una fortaleza situada en un pequeño cerro que domina la localidad. Es una almena amurallada con catorce torres, más otra, la torre del homenaje, ésta de la época cristiana.
Toda la información del castillo nos la dieron José María, Marian ( en el papel de Leonor ” La espartera”) y Chema, como Yusuf. Ambos, una como cristiana y el otro como musulmán, nos fueron contando las distintas civilizaciones que por allí pasaron.
Además de lo citado anteriormente, hay que hacer mención también al Santuario de la Virgen de la Encina, el molino, y las distintas casas señoriales que hay distribuidas por todas las calles del pueblo.
Fue un día muy aprovechado. Realmente merece la pena visitarlo.
Son actividades que me gustaría hacer…siento envidia sana. Mi rodilla me lo impide.