Se llama hielo seco o nieve carbónica  al dióxido de carbono (CO2) en estado sólido. Recibe este nombre, porque, pese a parecerse al hielo normal o a la nieve por su aspecto y temperatura, cuando se sublima no deja residuo de humedad porque su base no es agua y su estado natural es gaseoso. Incluso a temperaturas ambientales bajas, tiene una temperatura de sublimación de −78,5 °C (a una atmósfera de presión).

Todo esto que parece tan confuso y bastante abstracto, lo han podido ver en vivo y en directo nuestro alumnado gracias a la mamá de dos de nuestros alumnos que nos han traído un poco para que lo vean.

Mil gracias a la mamá de Valentina y Luis.