El pasado miércoles 22 de Marzo, celebramos en nuestras aulas el día mundial del agua, fue un buen momento para aprovechar y enseñar a los niños a que tomen conciencia sobre el agua y que aprendan a no desperdiciarla.
En todo el mundo, unos 2.200 millones de personas aún no tienen acceso a una fuente de agua potable situada en el propio hogar, o cerca de él, que funcione de forma continua y que esté libre de contaminación. De hecho, 1 de cada 5 niños en el mundo carece de agua suficiente para satisfacer sus necesidades diarias.
En muchos lugares del mundo, niñas y niños se hacen cargo de proporcionar el agua a toda la familia, y pasan varias horas caminando y acarreando pesados bidones que pueden llegar a pesar más de 20 kilos. Durante el camino corren el riesgo de ser atacados y muchos de ellos pierden la oportunidad de ir a la escuela o de jugar con sus amigos… de tener una infancia. Por eso es tan importante tener una fuente de agua potable en casa o lo más cerca posible.