Pirámides de población

Una pirámide de población es un gráfico de barras que representa la estructura de una determinada población por edades y sexos.

Las barras representan grupos de edad, divididos de 5 en 5 años, mientras que los grupos masculinos se colocan generalmente a la izquierda, y los femeninos a la derecha.

Pirámide de tipo expansivo (España, 1900).

Una pirámide de población puede aportar información muy valiosa de la estructura y comportamiento demográfico de una población. Nos puede decir si la población es joven o envejecida, si la esperanza de vida es alta o baja, incluso nos puede aportar información de fenómenos no frecuentes, como una guerra o un periodo de crecimiento económico extraordinario.

A la hora de comentar una pirámide de población, debemos empezar describiendo la estructura de los tres grupos de edad (jóvenes, de 0 a 14 años; adultos, de 15 a 64 años; y ancianos, de 65 en adelante). Si la pirámide tienen una base ancha y los grupos de edad jóvenes son abundantes, -es decir, si en conjunto, los grupos de 0 a 14 superan en conjunto el 30 o 35% de la población total-, estaremos hablando de una población joven, con una tasa de natalidad alta. En cambio, una tasa menor del 25 0 20% en grupos jóvenes correspondería a una población estacionaria o en regresión, con una tasa de natalidad baja, y una forma recortada en su base. Por otro lado, si la población anciana es inferior al 5% en conjunto, significa que estamos ante una población con una mortalidad generalmente alta y una esperanza de vida baja, debido al escaso número de ancianos en general; en cambio, una pirámide con un porcentaje de ancianos superior al 15% nos habla de una población con alta esperanza de vida y envejecida, debido a que el número de ancianos es muy alto. Por ejemplo, en la pirámide de España de 2007, el grupo de edad anciano, situado en la cúspide, es bastante elevado, lo cual indica que España tiene una esperanza de vida alta. En cambio, en la pirámide de España de 1900 la población anciana no representaba más de un 5% de la población total, lo que quiere decir que había pocos ancianos en el conjunto de la sociedad, por lo que es de suponer que la España de principios de siglo XX tenía una esperanza de vida media mucho más baja que la actual.

Estas divisiones de grupos de edad alumbran tres formas típicas y características de pirámides de población (más información en el libro de texto pág. 287): expansivas, con forma de pirámide normal o pagoda; estables, con formas acampanadas y muy anchas en el tronco; y regresivas o envejecidas, con forma de bulbo. Las primeras son típicas de países o poblaciones con alta natalidad -de ahí la anchura de su base- y esperanza de vida escasa -por su escaso número de ancianos-, es decir poblaciones en vías de desarrollo, con una fase preindustrial o de primera transición del modelo de Transición Demográfica. Las segundas son típicas de países en los que la natalidad comienza a descender y a ralentizarse su crecimiento, de ahí que se vayan estrechando en la base, pero que conserven mucha población adulta, que nació en un momento en el que la natalidad era muy alta. Su población anciana suele ser moderada. Son típicas de países en vías de desarrollo que están cambiando su modelo demográfico, bajando la natalidad y mejorando su expectativa de vida. Las terceras, regresivas o envejecidas, tienen una base muy recortada, lo que demuestra una natalidad y una fecundidad escasa y en retroceso; un porcentaje de población adulta muy alto, y una población anciana superior al 10% del total, lo que señala que la esperanza de vida media es muy alta (superior a los 70 años); corresponden a países desarrollados, con natalidad muy baja y en la última fase de la Transición Demográfica (natalidad y fecundidad my bajas; mortalidad muy baja pero en ascenso por el envejecimiento de la población; crecimiento natural o vegetativo muy lento o incluso negativo).

Además, las pirámides con forma de pagoda tienen una tasa de dependencia muy alta, debido a que tienen que sostener un elevado porcentaje de población inactiva (población que no tiene empleo ni lo busca; generalmente, los niños y los ancianos). Son países que pueden tener problemas de superpoblación o crecimiento muy alto, y en los que puede que mucha población tenga que emigrar cuando llegue a la edad adulta al no haber recursos y trabajo suficiente en ese país o población. Las pirámides regresivas o en forma de bulbo tienen problemas distintos; su tasa de dependencia es también muy alta, debido a que tienen que sostener a un gran porcentaje de población inactiva anciana y deben atraer población joven que viene de otros países para sustituir a los trabajadores que se jubilan, debido a que con su escaso crecimiento natural no es suficiente para atender a las necesidades económicas del país.

Por otro lado, toda pirámide aporta información sobre la estructura de la población por sexos. En la mayoría de los casos, se registra una sobremortalidad masculina a todas las edades (mueren más hombres que mujeres a todas las edades), pero más significativa en los grupos de edad más ancianos, debido a la mayor esperanza de vida de las mujeres sobre los hombres. A su vez, y como curiosos fenómeno natural para compensar esa sobremortalidad, hay en todas las poblaciones una ligera ventaja masculina en los nacimientos. Aparte de estas diferencias naturales por sexo, poco significativas, una pirámide puede reflejar cambios enormes en la estructura por sexos. En ese caso, esas diferencias pueden ser motivadas por un fenómeno social o político, como una enorme llegada de inmigrantes; así la pirámide de Emiratos Árabes Unidos, refleja una situación claramente anormal, con un porcentaje elevadísimo de población masculina entre los 20 y los 44 años, motivada por la llegada de población inmigrante de países musulmanes cercanos pobres  para trabajar en un país con enormes riquezas debido al petróleo.

Por último, una pirámide también puede aportar información sobre fenómenos sociales o económicos (guerras, epidemias, crisis económica y emigración, desarrollo económico) con repentinos aumentos o retrocesos en un grupo de edad determinado. Por ejemplo, en la pirámide de España de 1950 se observa una muesca o retroceso muy claro en los grupos de edad de 10 a 14 años. Ese retroceso se relaciona con la Guerra Civil (1936-1939), que motivó que la tasa de natalidad bajara mucho durante el conflicto. A su vez, también se pueden observar porcentajes significativamente altos  de un grupo de edad determinado. Esto puede corresponderse con un crecimiento de la natalidad temporal y específico (baby-boom) por razones determinadas (desarrollo económico, fin de una guerra,…).

Comentario de la Pirámide de España de 1950.
Forma y grupos de edad: Esta pirámide tiene una forma intermedia, entre campana o de población estable, y pagoda o de población expansiva. La población joven (0-14) es abundante, con un 25% aproximadamente de porcentaje de población, ligeramente superior en los varones. Ese porcentaje denota una población joven, con un crecimiento de natalidad alto o medio-alto (superior al 15 por mil). La población adulta es abundante, especialmente en los grupos de edad entre los 15 y los 29 años. A su vez, la población anciana es escasa,con un porcentaje menor del 10%, lo que nos señala que la esperanza de vida será escasa o baja. Estamos por tanto ante una población de un país en vías de desarrollo, posiblemente en la fase de Segunda Transición, cuando la natalidad empieza a descender ligeramente desde tasas muy altas.

Diferencias por sexos: Hasta el grupo de edad de 25-29 años, los varones son proporcionalmente más numerosos. Esta diferencia a favor del número de varones es especialmente notable en el grupo de edad entre 0 y 4 años, debido a la mayor natalidad masculina. En cambio, a partir de los 70-74 años, el número de mujeres supera claramente al de hombres, debido a la mayor esperanza de vida de las mujeres. A su vez, a partir del grupo de edad entre 30-34 y 35-39, la proporción de mujeres es ligeramente superior.

Entrantes y salientes:
Llama la atención la notable muesca de los grupos de edad entre 10 y 14 años. Esta reducción en la población de ese grupo de edad bien puede deberse a la Guerra Civil (1936-1939) que hizo que se redujese la natalidad durante el conflicto. Por otro lado, la Guerra podría explicar a su vez por qué se altera tanto la proporción por sexos a partir de los 30 años, especialmente claro en la pequeña muesca entre los 35 y 39 años en los varones; esta muesca en los varones se correspondería con los fallecidos o represaliados varones en el conflicto (entre los que tienen de 30 a 39 años en 1950, estarían los que tuviesen de 18 a 25 años en 1936, es decir, el grupo de edad más proclive a ser llamado al frente, y, por tanto, a perecer en el conflicto armado).
Por otro lado, se puede comentar la presencia de un notable porcentaje de población entre los 15 y los 24 años (superiores en porcentaje a los niños de 0 a 4 de 1950). Ese elevado porcentaje se explicaría por el notable crecimiento económico e industrial del periodo 1914-1936, que motivaría un crecimiento de la natalidad en esa época (baby-boom).

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