La alimentación en los más pequeños de la casa es un acto fundamental que no solo se basa en la ingesta de diversos nutrientes. Supone también una acción social que ayuda a los pequeños a crear un vínculo y les hace sentirse unidos al grupo al que pertenecen.
Es en la infancia cuando se sentarán las bases de las preferencias de nuestro pequeños por unos determinados alimentos u otros, cuando lograremos unas determinadas pautas para seleccionarlos y asimilaremos unas determinadas actitudes y comportamientos en sociedad que serán los que lo acompañen para toda la vida. Es por ello que resulta vital que los niños aprendan a comer de una forma rica, saludable y variada en sus primeras experiencias con la alimentación.
Éste es uno de los temas que más nos inquietan a los padres a la hora de dejar a nuestros hijos en el comedor de la escuela infantil. A menudo pensamos que es demasiado pequeño para comer fuera de casa o que los alimentos no serán de calidad, pero comer en la escuela infantil es algo muy saludable para su educación, ya que los niños adquieren buenos hábitos desde un primer momento y a seguir una alimentación variada.
La hora de la comida es un momento crucial en todos los hogares con niños pequeños, y es que todos los padres se preocupan porque reciban una buena alimentación, adquieran buenos hábitos, coman de todo, que lo hagan sin mancharse mucho y en un tiempo adecuado.
Pero lamentablemente esto resulta generalmente una utopía, ya que habitualmente la hora de la comida se parece más a un ir y venir de carreras con el plato en la mano detrás del peque por todos los recovecos de la casa, modificando el menú cincuenta veces sobre la marcha al tiempo que hacemos miles de malabares para que nuestro ojito derecho se decida a comer.
En la escuela infantil todo esto no ocurre: como son y se siente parte de un grupo, se integran en él y en sus normas. Y dentro de estas normas del comedor no cabe ninguno de los comportamientos que hemos citado anteriormente. De hecho, la mayor parte de los malos comedores se convierten en unos estupendos comensales.
Además, una de las funciones del comedor escolar es la de proporcionar una comida de calidad, tanto desde el punto de vista nutricional como bajo criterios higiénicos, sensoriales y educativos.
En la escuela infantil se les enseña a
- Adquirir un nivel de autonomía acorde a su edad: comer solos, utilizar correctamente los cubiertos, limpiarse con la servilleta, etc.
- Adquirir hábitos saludables: postura correcta al sentarse a la mesa, buena masticación, higiene de las manos antes y después de comer, etc.
La función del educador en el comedor escolar
- Vigilar que la nutrición de los pequeños sea equilibrada, variada y vaya acorde a su edad.
- Al cumplir un año los educadores sientan al menor a la mesa, momento perfecto para animarles a masticar y alternar alimentos pasados y enteros.
- Para enseñarles a comer con la cuchara, el educador les da una y pone su mano encima para hacer el recorrido del plato a la boca. Después se pasa a comer con dos cucharas, una para que el peque vaya probando y otra para que con dedicación y paciencia, el educador le vaya dando el puré.