La «provocación» es un recurso educativo en el que se invita al niño/a a participar e interesarse por lo que hay preparado, a explorarlo, a utilizarlo y por tanto a aprender por descubrimiento.
El adulto no les explica lo que hay que hacer, no les dirige el juego, sino que son los niños/as, por su propia curiosidad, los/las que se acercan al material.
Todo el material se coloca muy estéticamente y en armonía para «provocar» en ellos y ellas esa curiosidad deseada.
El resultado deja patente que la «magia» del aprendizaje la crean ellos y ellas.