La lírica de esta primera mitad está marcada por la influencia italiana, y especialmente por la figura de Francesco Petrarca y sus Sonetos dedicados a Laura. Por eso llamaremos a esta tendencia poética poesía petrarquista. El máximo representante de esta poesía en España es Garcilaso de la Vega. Vamos a ir enumerando y explicando cada una de sus características para así entender mejor los poemas que leeremos en clase.
- Antes de nada, necesitamos enmarcar esta tendencia literaria en ese periodo de apertura cultural que caracterizaba a la primera mitad del s. XVI. De las dos mitades del s. XVI es la más puramente renacentista en España, marcada por un sentido laico del estado y por el humanismo.
- La temática fundamental de la poesía de la primera mitad de siglo es el amor. Se trata de poesía amorosa, frente a la religiosa de la segunda mitad. Espíritu laico.
- Es poesía de carácter culto, reservada a una élite cultural con amplias referencias literarias. Acceso a fuentes clásicas y extranjeras. Los poetas suelen ser intelectuales influenciados por las tendencias humanista y erasmista. El público también es selecto, minoritario. La composición y la transmisión son, evidentemente, escritas.
- Ya llegamos a lo importante. Se introducen formas métricas italianas. El arte y la poesía italianas están de moda, así que se van introduciendo esas formas en la poesía española:
a) Uso del heptasílabo y el endecasílabo. Suplantarán a los tradicionales tetrasílabo y octosílabo. A partir de ahora, los versos de 7 y 11 sílabas pasarán a ser claves en nuestra poesía, señalando una diferencia en aquella época:
– Para la poesía culta/italianizante: Endecasílabos y heptasílabos
– Para la poesía popular/tradicional castellana: Octosílabos y tetrasílabos.
b) Uso de estrofas nuevas:
– Liras (7a 11B 7a 7b 11B). 5 versos heptasílabos y endecasílabos con esa distribución. Rima consonante siempre.
– Tercetos encadenados (11A 11B 11A / 11B 11C 11B/ 11C 11D 11C…). Estrofas de tres versos endecasílabos con la rima consonante encadenada entre ellas.
c) Uso de formas poemáticas nuevas:
– Soneto: Se convertirá en el tipo de poema más importante de nuestra historia literaria. Estructura de catorce versos endecasílabos divididos en dos cuartetos y dos tercetos. Los cuartetos tienen sus dos propias rimas (ABBA ABBA) mientras que los tercetos tendrán las suyas, presentando diversas variantes (CDC DCD; CDE CDE; CDE CED, etc.). Temáticamente, los cuartetos presentarán una situación que será desarrollada y profundizada en los tercetos.
– Silva: Estructura un poco caótica en que se entremezclan versos heptasílabos y endecasílabos sin seguir ningún orden. Pueden aparecer rimas consonantes junto con versos sueltos.
– Canción petrarquista: Compleja estructura destinada a poemas amorosos, compuesta por tres partes: Frente (con dos pies), vuelta y coda.
d) Incorporación de géneros poéticos nuevos: Odas (alabanzas u homenajes a asuntos variados), églogas (poemas protagonizados por pastores que hablan de sus sentimientos amorosos).
5. Temáticamente trata los temas renacentistas. Como ya dijimos, el amor, la naturaleza y la muerte, además de hacer uso de los tópicos renacentistas que ya conocemos. Sin embargo, los poemas de esta etapa introducen lo que es el petrarquismo en esencia, es decir, un código amoroso (un código, con sus propias normas, como lo era el amor cortés) basado en la poesía de Petrarca y fundamentado en el tratamiento psicológico del sentimiento amoroso.
¿Qué es el petrarquismo?
Se trata de una corriente poética que considera el amor como un proceso psicológico que se puede analizar gracias a la poesía. Por lo tanto, un poema sirve para, a través del análisis de ese sentimiento amoroso, indagar en la psicología personal, es decir, conocerse a sí mismo. Yo me analizo a mí mismo, aprendo a conocerme, a través del estudio que hago de lo que siento. Lo importante no es lo que siento hacia tal o cual persona. Lo importante no es ni siquiera esa persona. La clave es utilizar ese sentimiento para conocerme a mí mismo. ¿Y cómo analizamos ese sentimiento? A través de la poesía. La poesía es útil. Escribir un poema amoroso me sirve para autoanalizarme, como ir al psiquiatra.
Es necesario tener también en cuenta que la lírica petrarquista es una tendencia que, aunque acabe imponiéndose posteriormente, es minoritaria. De forma paralela a ella nos encontramos poemas de corte clasicista (imitación de los clásicos) y poesía tradicional castellana (a la manera de los viejos cancioneros castellanos y aragoneses que vimos en el s. XV).