Beatriz Blanes Castro
Por Iker Hernández Moreno
La mañana del viernes empezó como cualquier otra. Desayunamos y a las 8:30 fuimos a la estación de tren para… coger un bus. Tras media 20 minutos llegamos al castillo Litomysl. El castillo se encontraba en reformas así que entramos y salimos rápidamente. Al salir vimos una fuente muy peculiar, ya que no tenía agua. Nos dijeron que solo se encendía en festivos.
La mayor parte de la mañana estuvimos visitando una iglesia que se encontraba al lado del castillo.
Primero visitamos la planta donde nos enseñaron una zona donde se encontraba una cripta.
Después subimos a la terraza superior y más tarde visitamos las diferentes plantas de la iglesia.
Tras un rato salimos de la iglesia, recorrimos las calles y visitamos una fuente de agua natural. Mas tarde fuimos hacia un parque y atravesamos un puente colgante. Tras esto nos dejaron un poco de tiempo libre donde seguimos investigando por nuestra cuenta. Finalmente regresamos pero no fue fácil ya que a la vuelta el autobús iba completamente lleno.
Por Alba Martínez Fornieles
Una vez que terminamos de comer en el comedor, cada uno se fue con su estudiante espejo. Algunos de nosotros fuimos a una especie de supermercado donde nos estuvieron ayudando 
a elegir que cosas típicas podríamos comprar para llevar a España con nosotros. Después de unas horas llegamos a la bolera donde nos estaban esperando el resto de nuestros compañeros. Allí nos dividieron en dos grupos, el primero comenzaría jugando mientras que el Segundo tendría una pequeña cena en una salita en el mismo local. Una vez que el primer grupo termino de jugar, se cambiaron los papeles. Jugamos distintas modalidades de bolos y pasamos un momento muy entretenido y divertido con un pequeño pique entre profesores y alumnos. Finalmente, cada uno nos fuimos junto con nuestro estudiante checo a pasar nuestra última noche juntos en casa.
Por Antonia García
Hemos empezado la jornada tomando un tren con nuestros alumnos y los checos a la ciudad cercana de Litomyšl. Como ya señalé en algún post anterior, bellísima. Es bastante diferente a
Česká Třebová. Tiene muchos edificios históricos preciosos, todos muy cuidados, y está muy vinculada a la música. Destaca el castillo (siglo XVI), con historia conectada con España, de estética muy refinada, una visita obligada. No en balde ostenta el título patrimonio mundial de la UNESCO. Visitamos en una de sus dependencias una recreación interactiva del castillo mismo, sus habitantes originales, el modo de vida de la época (saneamiento, unidades de medida, higiene personal, alimentación, etc). Subimos al campanario de una de sus iglesias, para disfrutar de unas vistas estupendas. Durante esta última visita, vimos que había una ruta interpretativa dentro del templo, donde se explicaba con todo detalle el ritual católico y muchas de sus imágenes, objetos, etc. Aprendimos que, como durante el período comunista estaban las manifestaciones religiosas prohibidas, pues tras varias generaciones la cultura relativa a la religión se fue diluyendo, y se han impuesto la misión de recuperar esos conocimientos a modo de poner en valor un legado cultural oculto durante años, no para captar creyentes o evangelizar, sino por cubrir ese hueco cultural. Imaginad, hay checos que no saben el significado de lo que es un cáliz en la ceremonia, por ejemplo. A día de hoy, el pueblo checo no destaca por su fervor religioso; eso sí, están orgullosos de la proyección internacional de su Niño Jesús de Praga, que también está conectado con España.
Se hizo muy presente durante nuestro tour por esta ciudad la figura de Bedřich Smetana, compositor nacido allí, muy reconocido en este país y también a nivel internacional entre los seguidores de la música clásica.
El paseo fue una delicia para los sentidos: como hay tantísimos árboles, los pájaros son abundantes y son como la banda sonora, las flores perfuman las calles y estas, junto a los edificios históricos alegran la vista.
De vuelta a Česká Třebová fuimos todos a la bolera. Merienda, juego…fue extremadamente divertido. ¡Cuánto nos reímos! Aquello ya sabía un poco a despedida y los sentimientos de alegría y tristeza estaban un poco encontrados.
Nosotras las profesoras terminamos el día con Lenka en una pequeña fábrica local de cerveza, probándola, por supuesto, para poder dar cuenta exacta de su sabor a la vuelta en España jajajajajaja.
Mañana ya volamos hacia España. Esto se acabaaaaa🥺
