Dicen que «al mal tiempo, buena cara» y eso han hecho nuestros chicos. La lluvia ha cambiado nuestros planes durante las últimas 48 horas, pero no los ha empeorado. Han podido pasar tiempo en casa, conocerse, compartir experiencias… CONVIVIR. Han estrechado lazos y se han mostrado tal y como son. Venían con muchas expectativas, querían disfrutar, aprender, descubrirse en otro ambiente, otra cultura,… y ya lo han conseguido.
Nos han demostrado que tienen gran capacidad de adaptación, han transformado una situación imprevista en una oportunidad para acercarse, para hacer «familia» y conseguir comodidad y calma entre todos.
Esta tarde hemos vuelto a estar juntos después de dos días y la alegría del reencuentro ha sido inmensa, en la sencillez de una partida de bolos y una cena entre amigos los hemos reconocido mejores.
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