María Isabel Martínez Jiménez
No es la primera vez que viajo en avión desde Madrid, pero sí la primera vez que viajo sola, un poco de nervios al principio que se han ido disipando rápidamente.
El vuelo ha ido genial. El asiento en ventanilla, pudiendo divisar perfectamente el despegue y el aterrizaje en Dublín. Durante el vuelo mis compañeras de asiento han sido dos chicas irlandesas que regresan de Madrid de ver el concierto de Bruce Springsteen, al entablar conversación con ellas me he dado cuenta que me costaba un poco entender el acento irlandés, era un poco rudo, pero con el paso de los minutos, la conversación ha comenzado a fluir y hemos tenido hasta risas. A la salida, en la terminal T2 hemos recogido juntas las maletas, y hasta me han acompañado a la salida del aeropuerto para coger los taxis.
El taxista muy majo también me ha ido explicando los lugares por donde pasábamos, al cruzar O`connell Bridge me ha indicado que es tan ancho como largo y que un poco más arriba estaba Ha`penny Bridge que se llama así porque tras su construcción cobraban medio penique por cruzarlo.
Imponente aparece Trinity College, lugar donde voy a hospedarme estos días y donde English Matters va a impartir el Curso “Innovative Methodologies for Teaching and Learning” que vengo a realizar. Estoy deseosa de comenzarlo mañana y aprender metodologías innovadoras que aplicar en el aula con nuestro alumnado, me parece una oportunidad única la que nos ofrece el programa Erasmus+, tanto a profesorado como en otras ocasiones a nuestro alumnado.
Una vez realizado el check in, y soltado la maleta en la habitación, decido conocer el entorno cultural en el que me encuentro, paseando voy descubriendo rincones de Trinity College, el Campanario, la Capilla, sus hermosos jardines y el Teatro público, todo está cerrado, ya que es sábado y son las 8 de la tarde, seguro los visitaré estos días cuando estén abiertos.
Salgo no por la puerta principal que está cerrada también al ser sábado, sino por la puerta de la calle Nassau, que es por donde he entrado, camino buscando un lugar donde cenar, las calles están llenas de gente, hay mucho ambiente y el clima es agradable 15 grados, comienza a lloviznar así que entro en River Bar.
Al salir ha parado de llover, voy a ver los puentes que me ha indicado el taxista, están muy cerca, el río Liffey separa la Zona Norte de la Zona Sur que es en la que me encuentro. Es increíble lo bonita que es esta ciudad, llevo horas aquí y ya me invade una gran sensación de felicidad.
Marisa.
