Georges Rouault en el Bellas Artes de Bilbao

Al presentar esta selección, gracias a un acuerdo con el Centre Georges Pompidou de París, se quiere ofrecer al espectador la ocasión de adentrarse en el trabajo del artista y su evolución, desde las primeras obras realizadas con una materia pictórica ligera y una atmósfera cromática azulada, hasta las últimas, en las que el color se hace cálido y la materia más espesa. Junto a ello, la estrecha mezcla entre los temas sagrados y los profanos, característica a lo largo de toda su carrera, pone de relieve el hondo interés por la condición humana de Georges Rouault, quien, con una especie de expresionismo espiritual, creó una de las obras pictóricas más originales del pasado siglo.
Es precisamente esa fusión entre los temas sagrados y los profanos –con el mundo del circo y sus habitantes como elemento paradigmático– lo que caracteriza su obra y su intención: mostrar la dignidad del alma humana. Para ello, Rouault se guía por los principios de “forma, color y armonía”, que esta exposición, al reunir un buen número de obras en proceso de ejecución, revela de forma significativa. Georges Rouault. Lo sagrado y lo profano, bajo el comisariado de Angela Lampe, conservadora del Centre Georges Pompidou, se divide en cuatro grandes apartados: los cuadros circenses de primera época; las obras que Rouault dejó inacabadas en su taller al morir en 1958; el ciclo de estampas conocido como Miserere; y, por último, un conjunto de obras tardías. El catálogo que acompaña la exposición cuenta con artículos y reseñas que analizan esos capítulos y las principales obras seleccionadas para la muestra –comenzando por su célebre autorretrato–, así como el fondo de obras inacabadas.
