A PROPóSITO DE SIRIA. IMÁGENES PARA COMPRENDER

Tras Túnez fue Egipto, luego Libia, y ahora la ola se traslada a Siria, otro país dominado por una dictadura.

Aprovechando un reciente viaje a este país tengo algunas fotografías digitales que bien os pueden servir para comprender un poco este país y las condiciones en las que se sustenta.

Así, por ejemplo (y como ocurría en Túnez, Egipto o Libia, pero también común en otros países árabes) el poder no es nada democrático y se sustenta en el culto al líder que aparece retratatado en grandes fotografías por cualquier lugar, cuidando, vigilando a su pueblo, en una clara forma paternalista (como ya se hizo en los regímenes comunistas)

Se trata de Basar el Asad, hijo del antiguo dictador, líder del partidos Baas (como lo era Hasam Husein de Irak) que pretendía alejarse de los fundamentalismos (controlarlos) a través de una ideología cercana al comunismo en versión árabe

En su imagen se resumen las esencias del régimen y por ello se repite constantemente, queriendo dar una idea de modernidad que no olvida el ejército ni la mirada firme del super hombre que sabe el destino de su pueblo y no duda nunca, pues es el conductor, el guía…

Junto a esto nos encontramos con una realidad económica típicamente dual. Sólo hace falta pasar por las afueras de Damasco para darse cuenta de la miseria que habita junto a uno de los grandes centros del país.

Una miseria con una curiosidad que se repite en todos los países árabes. Las casas pueden encontrarse casi en escombros pero nunca faltará la antena parabólica que les conecta con el mundo (a mi personal parecer es más la televisión que internet la que explica mucho de las revoluciones actuales)

Otra característica del país son sus escasas infraestructuras y la presencia (típica de los países pobres) de la economía informal, como podéis ver en esta asombrosa “tienda de alfombras”, junto a una autopista sin arcenes y en donde las normas son respetadas de vez en cuando

En realidad se puede percibir una falta absoluta de previsión y organización, que podéis ver en este urbanismo caótico.

Y una fuerte individualidad que valora bien poco lo colectivo

Vicente Camarasa

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