Piensa en verde

Articulo 48: El servicio de la cultura es atribución esencial del Estado, y lo prestará mediante instituciones educativas enlazadas por el sistema de la escuela unificada. La enseñanza primaria será gratuita y obligatoria. Los maestros, profesores y catedráticos de la enseñanza oficial son funcionarios públicos. La libertad de cátedra queda reconocida y garantizada. La República legislará en el sentido de facilitar a los españoles económicamente necesitados el acceso a todos los grados de enseñanza, a fin de que no se halle condicionado más que por la aptitud y la vocación. La enseñanza será laica, hará del trabajo el eje de su actividad metodológica y se inspirará en ideales de solidaridad humana. Se reconoce a las Iglesias el derecho, sujeto a inspección del Estado, de enseñar sus respectivas doctrinas en sus propios establecimientos. Constitución española de 1931.

  • Se puede decir más alto, pero no más claro. La profe quería dedicaros hoy su mejor artículo, pero como casi siempre llegó tarde. Llevo días leyendo artículos en defensa de la enseñanza pública, mirando vídeos, leyendo twits… buscando en suma, una inspiración innecesaria. Lo que le sobran a la profe son argumentos para defender la enseñanza pública. Tiene tantos que no es capaz de enlazarlos en un artículo. Quienes conocen a la profe pizarra al margen, se extrañan de que el verde sea su color preferido. ¿El verde? Pero si tú siempre vas de negro. Como mucho de azul oscuro, gris… malva en un exceso. ¿El verde? Las mesas del cole de la profe tampoco eran verdes. Arribó a la escuela en una mesa hexagonal chapada en formica blanca. Lloró y lloró el segundo día de colegio (el primero no, por supuesto. Nunca entendí a los niños que lloran el primer día ¡pero si aún no saben lo que les espera!) y descubrió su vocación en la silla de la maestra. ¡Era tan grande el mundo en esa silla! No sé si agradecerle o perdonarle que para calmar mi pataleta me sentara en su sitio, me encadenó al aula de por vida. En el colegio, las mesas crecieron a la par que mi cuerpo (las mesas más, que yo fui de crecimiento lento) barnizadas y con patas grises, ni rastro de verde. Estrené instituto y ahí sí, ahí las mesas eran verdes. También eran verdes las pizarras que ya no eran pizarra y verde era yo, o lo estaba que aquí el verbo tiene mucho que decir. Verde estaba servidora cuando me tropecé con mi profe de Latín la misma que al otro lado del teléfono me dijo hace unos días: ¿vendrás a la manifestación el martes? Y de pronto explotó en mi cara el verde adolescente. Los felices años del bachillerato, los mejores años de mi vida. Quizás mi verde sea ese. Hace veinte años (sí hace ya veinte años) la alumna impertinente de turno, cien por cien verde adolescente, desafiaba a la profe de Cultura Clásica que pensaba esta me va a dar el año. Hoy lucharemos juntas por la Enseñanza Pública. Cierto que esta historia podría haber pasado en un centro privado o en uno concertado, pero estoy segura de que ella y yo jamás nos hubiéramos cruzado de no ser por la Pública. Estoy segura también y alguna vez lo he dicho en este blog, que un país que considera la enseñanza un gasto y no una inversión, está condenado al fracaso.

  • Por todo esto y por miles de cosas más que no caben en un artículo, hoy haciendo honor a un viejo eslogan publicitario pienso en verde. Pienso en futuro. Hoy veinte años después volveré al insti que abrió las puertas del mío y ya no estará mi profesora de Latín, ni tendré quince años, pero como ella me preguntaré Quousque tandem… quousque tandem abutere (sabemos de sobra a quien poner aquí)  patientia nostra?

  • Ojalá podamos decir pronto juntas: veni, vidi, vici. Gracias Profe, gracias profes de la pública por convertirme en profe de la pública. ¡Para poder seguir luchando!
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