El cuadro más deseado (por el País Vasco y el Museo del Prado)

 El
artista lo concibió como símbolo
de la paz y la concordia
, pero 75 años después el cuadro sigue
generando muchas dosis de discordia
política. El regreso del «Guernica», de Picasso, a Madrid, en
septiembre de 1981, procedente de un largo exilio en Nueva York,
satisfizo la voluntad del autor malagueño, que no quiso su presencia
donde no hubiera un régimen democrático. Pero su llegada a España no
aplacó lahistórica
aspiración de los nacionalistas
 que, como el PNV, exigen
que el lienzo recale en el País Vasco, por ser este «el origen de la
inspiración» del artista.

Todos quieren ver el «Guernica», la joya de la corona del Reina Sofía. ABC
Todos quieren ver el «Guernica», la joya de la corona del Reina Sofía. ABC

No importa que el informe técnico de 1998, planteado como definitivo,
fuese tajante sobre el «precario» estado de conservación del lienzo y
desaconsejara cualquier movimiento de la pintura fuera de las salas del
Museo Reina Sofía, donde hoy descansa. Formaciones como PNV
y Eusko Alkartasuna 
insisten
en que la única
morada deseable 
para
una obra tan universal es la villa vizcaína de Guernica,
escenario de los
bombardeos
contra la población civil en abril de 1937 por la
aviación alemana. O en su caso, cualquier otro museo vasco. «El
«Guernica», donde tiene que estar, es en Euskadi», defendía el diputado
del PNV en Madrid Aitor
Esteban 
en
febrero de 2010, cuando ABC desveló la intención del director del Museo
del Prado, Miguel Zugaza, de llevárselo al otro lado de la Castellana.
Aitor Esteban, como entonces, criticó que el informe estuviera firmado
por los conservadores del Reina Sofía, lo que daba lugar a conclusiones
«de parte» que los peneuvistas cuestionan.

«No
nos rendimos»

«Se
han movido otras obras complicadas y delicadas, y nunca ha pasado nada.
Además, las técnicas son mucho mejores que antes, lo que da muestra de
un enroque absoluto del
Ministerio y del Reina Sofía
, que parece tener secuestrado
el «Guernica»
,
con miedo a
que si sale de sus puertas ya
no se lo devolverán
», considera Esteban, que lamenta la ausencia
del lienzo en la villa vizcaína cuando este año se celebra el 75
aniversario del horror
bélico
. «No
nos rendimos
. Seguiremos batallando para que el «Guernica» pueda
estar donde corresponde, en Euskadi, aprovechando que tenemos una de
las instituciones más importantes del arte contemporáneo del Estado
como es el Guggenheim»,
abunda el diputado del PNV.

Por
alusiones, desde el museo de Frank Gehry recuerdan que la polémica
sobre la ubicación de la obra cumbre de Picasso trasciende las
fronteras del arte. «Es una cuestión
de voluntad política
, más que de los inconvenientes de su
traslado», afirman fuentes de la institución que dirige Juan Ignacio
Vidarte.

El
proyecto del Prado

Si
el País Vasco no se da por vencido en su reivindicación, el que sí
parece haberlo hecho, por el momento, es el Museo
del Prado
, que sorprendió a propios y extraños con un proyecto,
ideado al parecer por Jorge
Semprún
, que pretendía recuperar esta obra, dejando al Reina
Sofía descabezado
, sin su eje central en torno al que gira la
colección del museo. En sus últimas declaraciones al respecto, el
director del Prado, Miguel
Zugaza
, expresaba que el lugar donde debía estar el «Guernica»
es el Prado, pero no
quería reabrir el debate
, que se volvió muy agrio. Apostillaba
Zugaza que quizás
podría ser en un futuro
, cuando su salida no supusiera un
problema para el Reina Sofía.

Tras
desvelar ABC el proyecto del Prado en 2010, y tras la oposición
frontal de todos los exdirectores del Reina S
ofía,
así como de buena parte del sector artístico español, el Patronato del
Museo Reina Sofía dio
por zanjado el asunto 
acordando,
«por
unanimidad
 de
todos sus miembros, declinar cualquier posibilidad de préstamo del
“Guernica”; declinar la participación en cualquier proyecto que suponga
el desmembramiento de las colecciones que dan sentido al museo y, más
específicamente, en cualquier proyecto que suponga el movimiento del
“Guernica”». Así de contundente fue la respuesta del Patronato del
Reina Sofía al proyecto del Prado de recuperar la obra maestra de
Picasso..

Una
jugada perfecta

El
Prado ha insistido una y otra vez en que su propuesta de recuperar el
cuadro era un proyecto de colaboración entre dos museos, que no
se trataba de arrebatar nada a nadie
. La idea eracrear
una fundación que integrara a ambos museos
. No sería el Prado el
que arrebata al Reina Sofía su gran tesoro, sino que sería el propio
Reina Sofía, como parte integrante de esa fundación, el que decidiría
trasladar de sede el cuadro. Una
jugada maquiavélicamente perfecta
.

Esa
hipotética fundación estaría formada por ambos museos al 50 por ciento.
Los dos se desprenderían de importantes fondos. Por parte del Prado,
saldrían de Villanueva «Los fusilamientos del 3 de mayo» y «La carga de
los mamelucos», de Goya; «Las lanzas», de Velázquez, además de otras
obras de temas bélicos. El Reina Sofía sacaría de Sabatini el
«Guernica», junto a otras obras relacionadas con el cuadro. De haberse
llevado a cabo dicha fundación, se preveía que el número de visitantes
y los beneficios por entradas se repartirían entre ambas instituciones.
El objetivo era, pues, crear en el antiguo
Museo del Ejército
un
Museo de la Paz, o de la Guerra
, según se mire. Descartado el
proyecto por el Ministerio que dirigía Ángeles González-Sinde, el museo
debía pasar a un
«plan b»
: quizás recuperar la
vieja idea del Salón de Reinos
I. Reyero / N. Pulido, Bilbao-Madrid: El cuadro más deseado (por el País Vasco y el Museo del Prado), ABC, 4 de junio de 2012
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