LA WEHRMACHT SE RETIRA – Robert M. Citino
Los libros del historiador estadounidense Robert M. Citino son realmente una delicia. En esta ocasión quiero reseñar La Wehrmacht se retira. Luchando una guerra perdida, 1943, una de las tres obras sobre la historia de la Wehrmacht en la Segunda Guerra Mundial. Su autor, Robert M. Citino, es profesor de historia en la University of North Texas y ya ha publicado ocho obras. Una de ellas, De la Blitzkrieg a Tormenta del Desierto (2004), fue galardonada con dos premios.
En esta ocasión, Citino nos presenta una investigación realmente interesante y que sorprenderá al lector en diversas cuestiones. Este trabajo es el segundo volumen dentro de las tres obras que conforman esta trilogía. La Wehrmacht se retira es una publicación dedicada a las operaciones y batallas que se desarrollaron en el año 1943 en el Frente Europeo: Norte de África, Unión Soviética e Italia. Dentro de cada uno de estos escenarios hay diversas actuaciones de la Wehrmacht, existiendo dos en el Norte de África, tres en la Unión Soviética y finalmente dos en Italia. Actuaciones que se nos presentan de forma cronológica y bien estructurada.
El libro comienza con una introducción en el que se nos pone en contexto cual era la situación de los ejércitos alemanes al finalizar el año 1942, y también en el primer mes de 1943. En este pequeño apartado Citino nos da unas breves pinceladas sobre lo que había ocurrido el año anterior, poniendo una gran atención en Stalingrado. Terminado este fragmento entramos en el eje central de este estudio. Nos trasladamos primero a las ardientes y áridas arenas del Norte de África. Allí el autor nos relata cómo alemanes-italianos y angloestadounidenses combatieron por la toma de Túnez. Muy interesante el apartado que se dedica a la Operación Torch y al ejército estadounidense, que en aquellos primeros meses era poco menos que un desastre. Citino considera «la carrera de Túnez» como la última victoria de la Wehrmacht, ya que Rommel consiguió llegar a la ciudad y reforzarla mientras los Aliados aún seguían enfangados en Marruecos; o Montgomery avanzando cautelosamente.
Del desierto pasamos a las llanuras de Europa Oriental, donde los soviéticos lanzaron sendas ofensivas para cercar brillantemente a los alemanes en Stalingrado. Las operaciones Ostrogozhsk, Urano y Pequeño Saturno que destruyeron los ejércitos húngaros, rumanos e italianos. Este capítulo se centra primero en el intento de romper el cerco a la ciudad y los posteriores avances soviéticos; que lograron retomar incluso la ciudad de Kharkov. Como protagonista de todo ello esta Erich von Manstein. El viejo mariscal alemán consiguió devolver el golpe cuando parecía que la situación estaba perdida. No se logró restituir todo lo perdido y de esto nacería el balcón de Kursk. Citino tiene un pequeño apartado muy crítico con el papel del genio militar, apartado que podemos resumir en que un estratega depende de muchos factores para la victoria, a parte de sus conocimientos.
De nuevo en el desierto, Túnez, mayo de 1943. Finalmente los alemanes son expulsados con mucho esfuerzo por parte de los Aliados. Aquí son tratadas las cuestiones del Paso de Kasserine y la caída final de Túnez. Citino pone en valor esta derrota de la Wehrmacht, normalmente algo olvidada en la historiografía. Los alemanes e italianos perdieron 250.000 hombres, que si somos serios fue un número parecido al perdido en Stalingrado. Es más, algunos en la época hablaron de «Tunezgrado» en referencia a la gran pérdida que fue, aunque la mayoría fueran italianos. Con esta última campaña el frente del Norte de África queda cerrado. Volvemos una vez más a las estepas rusas. Ahora, y como era de esperar, el autor nos centra en lo ocurrido en Kursk en julio-agosto de este fatídico año de 1943.
Personalmente considero que es un gran capítulo como todos los que componen la obra, pero después de la publicación de Kursk, 1943 de Roman Töppel (Reseñado aquí) hay elementos muy matizables en las afirmaciones de Citino. Igualmente nuestro querido historiador estadounidense nos mete directamente en los pormenores de la planificación y luego ejecución de la Operación Zitadelle. Igual que Töppel, Citino se muestra muy crítico con los que catalogan la batalla como el mayor enfrentamiento de carros blindados de la Historia. Todo acaba cuando los alemanes deben retirarse, mientras que los soviéticos lanzan sus operaciones Kutuzov y Rumiantsev.
Con la destrucción del Afrika Korps en África, los Aliados planificaron su nuevo movimiento, ahora el objetivo era saltar a Europa. Aunque no lo he nombrado, hay sendos apartados sobre las discusiones que tienen los estadounidenses sobre atacar directamente con un desembarco en Francia o por el contrario realizar lo que hicieron, primero África y luego Italia. La Operación Husky (julio de 1943) y la batalla por Sicilia es la columna vertebral de este capítulo. Sorprende leer los episodios en los que italianos y alemanes pusieron todas sus ganas en expulsar a los angloestadounidenses de nuevo al mar. Los italianos, quepa decir, que utilizaron fuerzas blindadas compuestas por vetustos Renault Ft 17 de la Gran Guerra. Citino nos explica bien una cosa, los estadounidenses no eran refinados en las maniobras y el arte de la guerra, pero tenían a su disposición una gran potencia de fuego que hacia añicos a quien se acercaba sin tener cuidado. En Italia se haría común el bombardeo naval con sus enormes cañones.
Vamos llegando al final de 1943. Volvemos por última vez al duro Frente del Este. Allí tenemos como protagonista una vez más a von Manstein y su intento de volver a una guerra de maniobra. Entre julio y diciembre de ese año los soviéticos comenzaron a lanzar ofensivas una tras otra (David M. Glantz habla de unas ocho). Estas ofensivas golpeaban de forma repetida los intentos alemanes de construir una línea defensiva y estabilizar el frente. Si Kursk había sido el intento alemán de destruir ese balcón soviético, las ofensivas soviéticas intentaron – y consiguieron – lo mismo con los balcones alemanes en Örel y Belgorod. Aunque Manstein y sus subordinados consiguieron a duras penas estabilizar el frente se perdió de nuevo Kharkov, esta vez para siempre. Ya a finales de año, la conclusión es la retirada de la Wehrmacht al otro lado del río Dniepr.
El punto final del libro es el salto de los Aliados al continente, el ataque a Salerno y a la punta de la bota italiana. Aquí el protagonista es el mariscal Albert Kesselring. Ya había estado presente en Sicilia y al final de la campaña de Túnez, pero esta fue según Citino «su guerra». Como siempre y a lo largo de todo el libro, se nos detallan las planificaciones, etc. El telón de fondo de todo ello es la rendición italiana en septiembre. Rendición que sentó muy mal a los alemanes y por ello lanzaron la Operación Eje, la cual tenía como objetivo detener y desarmar a las tropas italianas. Un suceso sorprendente de como un aliado se volvió contra otro, donde incluso hubo grandes batallas a campo abierto.
La cuestión finaliza con la construcción de sendas líneas defensivas en el centro de Italia por parte de los alemanes, siendo la más conocida la Línea Gustav en Cassino. Por último, Robert M. Citino nos añade unas conclusiones sobre por qué la Wehrmacht continuaría luchando dos años más, donde existía un pensamiento de que las cosas podrían dar un giro dramático y darles de nuevo la iniciativa (entre otras cosas).
Para finalizar esta reseña, voy a valorar el aspecto técnico del libro. La lectura se hace realmente amena y la tipografía es correcta. Se añaden mapas para que no nos perdamos en el relato de los hechos. Mapas que revelan la posición de las localidades y las unidades. Hay además un apartado fotográfico muy bueno, fotos en blanco y negro impresas en gran calidad. Finalmente decir que cada libro de Robert M. Citino son en realidad dos libros. Pues las citas que añade a pie de página son increíbles, con recomendaciones de lectura, traducciones del alemán y aclaraciones de algunos aspectos. Aunque varias de ellas son realmente largas recomiendo su igual lectura porque el lector se llevará sorpresas.
Mi conclusión sobre esta lectura es muy positiva. Citino es un autor profesional y con una idea muy peculiar y original de contar la Segunda Guerra Mundial, en este caso centrada en uno de sus protagonistas, la Wehrmacht. Seguramente algunas afirmaciones puedan traer quizá controversia, pero están sustentadas en una amplia investigación y avaladas por gigantes como David M. Glantz, uno de los mayores expertos en el Frente Este. En definitiva merece mucho la pena dedicar tiempo a este libro. Personalmente estoy esperando que los compañeros de Ediciones Salamina se decidan por traer al castellano el último tomo de la trilogía dedicado a 1944-45.
– Robert M. Citino, La Wehrmacht se retira. Luchando una guerra perdida, 1943, Ediciones Salamina, Málaga, 2014. 432 pp.