«El silencio es un tipo de injusticia»
Como cada inicio de curso de la materia de Historia de España en 2º de bachillerato, proyectamos en el aula un documental sobre memoria histórica y democrática. Este curso ha tocado El silencio de otros (Almudena Carracedo y Robert Bahar, 2019), acompañado del reciente podcast La última larga noche del franquismo. La dictadura que murió matando https://cadenaser.com/audio/1758563444011/].
Al alumnado se le propone, como actividad voluntaria, que realice una reflexión sobre los sentimientos, sensaciones y conclusiones que les ha generado, parecido, descubierto y a las que ha llegado tras el visionado del documental y las clases introductorias previas, así como tras interpelar e inquirir a su entorno familiar más cercano sobre qué saben y conocen de la represión franquista, el tardofranquismo y la transición.
Ningún año se han animado tantos a realizar este trabajo voluntario. Estos son algunos fragmentos de sus reflexiones.
JESÚS CASTARNADO SANTIAGO
Tras ver el documental «El silencio de otros», lo que más me ha echo reflexionar ha sido la cantidad de personas con diferentes historias que han sido silenciados por el miedo durante tantos años. Yo sabía que hubo una época muy dura en España como fue la dictadura de Franco, pero lo que no conocía era que todavía quedaba tanta gente con ese dolor profundo de desconocer donde se encuentran sus familiares: padres, hijos, hermanos, etc. Me parece muy positivo que esas personas luchen por recuperar los restos de sus seres queridos para darle la despedida que se merecen y cerrar una etapa dolorosa.
[…] También me parece indignante que instituciones como la monarquía intenten dar de lado el tema con frases como «no hay que abrír heridas» o «eso fue hace mucho tiempo». Mientras tanto, miles de personas siguen siendo ignoradas, cuando lo único que necesitan es encontrar alguna muestra de sus seres queridos para poder descansar. Otra cosa que me llamó la atención es que la mayoría de quienes luchan por recuperar a sus familiares son personas mayores, lo que me entristece pensar es que, cuando ellos falten, quizá no quede nadie que continúe su lucha. Esto se debe a que «los de arriba» pretenden que todo caiga en el olvido.
[…] El documental también explica que todo esto está relacionado con la Ley de Amnistía de 1977, que impide juzgar los crímenes del franquismo (fusilamientos, desapariciones, torturas). Sin embargo, gracias a la lucha de las víctimas, en 2010 se presentó la querella argentina, utilizando el principio de justicia universal. Así, una jueza reconoció que estos hechos eran crímenes de lesa humanidad y autorizó la investigación.
[…] Al hablar con mi familia sobre el tema, mi abuelo me contó una historia muy impactante. Durante la Guerra Civil, muchos hombres tenían dos opciones: perderse en el campo o ir al frente. Para evitar ser llevados, algunos construyeron habitaciones secretas dentro de sus casas. Eran espacios muy pequeños, tapiados casi por completo, donde permanecían escondidos mientras las mujeres de la familia se encargaban de pasarle comida por huecos diminutos. Este relato lo relacioné con las historias que contaba nuestro profesor, sobre personas que tuvieran que huir a la sierra para salvarse.
Después de todo este recorrido, llego a la conclusión de que la época franquista fue un período duro, lleno de penurias e injusticias, en el que quienes sufrían no eran los culpables de nada. El documental me despertó tristeza, indignación e impotencia, pero también me hizo reflexionar sobre la importancia de la memoria. Cincuenta años después, creo que es fundamental investigar las fosas comunes y devolver los restos a sus familias. Así, lejos de «abrir heridas», se cerrarían definitivamente.
ADRIÁN MARTÍNEZ NÚÑEZ
Es muy curioso que muchas de estas fosas se encuentran en cementerios actuales, con la finalidad de que sea muy complicada su búsqueda. Durante este reportaje he sentido mucha pena y una sensación de empatía, debido a que me metía en su papel y quería que por fin se diese lo que ella quería, el encuentro con los restos de su padre. Y al final he sentido felicidad por la alegría de esta señora. También me ha generado esa duda de cómo muchas personas, esta mujer incluida, han podido seguir con su vida después de la tragedia tan grande de perder a un padre.
[…] En definitiva, este documental es muy duro de ver debido a toda la tristeza y penurias mostradas, pero me parece que es muy importante y necesario que España vea cómo todavía hay personas que apoyan al líder que causó todo esto (Franco). Esta persona no se merece nada, después de tanto daño causado. La conclusión que me he llevado es ¿cómo las personas que han sufrido tanta maldad en esta época han podido salir adelante en la vida?
MARÍA DIÁGUEZ ESPÍNOLA
El silencio de otros no es sólo la documentación de una lucha, sino que refleja una herida aún abierta en la sociedad española. Considero importante conocer todos estos hechos que la historia ha preferido dejar caer en el olvido, para así poder exigir justicia y entender mejor a la sociedad actual. Porque un pueblo que no conoce su historia, está condenado a repetirla.
JUAN CORTÉS SÁNCHEZ
En este documental he podido comprobar verdaderamente el daño y el sufrimiento que han vivido o han estado viviendo en los últimos años miles de personas, mayormente los pertenecientes a los rojos. Tras ir viendo el documental, más me iba sorprendiendo lo que veía y más curiosidad me daba por investigar acerca de este tema.
Una de las muchas sensaciones que me ha hedo sentir ha sido: tristeza y empatía, sobre todo por las víctimas de la represión franquista, algunas de los ejemplos son la madre de María, que se tuvo que despedir de su hija cuando ella tenía 6 años y su cuerpo no pudo ser enterrado en el pueblo por voluntad de los habitantes pertenecientes allí. Y también indignación, sobre todo ante la injusticia y la crueldad de la dictadura, además me producía un sentimiento de rabia por todas esas madres que han perdido a sus hijos, ya que eran robados y al tiempo eran conscientes de lo que había ocurrido.
[…] Por un lado, había ex presidentes cómo Rajoy o Aznar que en aquella época no les convenía sacar el tema franquismo y decían que era mejor olvidar el pasado, a pesar de tener torturadores en nuestro día a día y producir tantos asesinatos. Por otro lado, la ley que tenía España en aquella época no dejaba investigar los casos franquistas, algo bastante devastador e incoherente a mí parecer. Es difícil de entender, ya que no llego a comprender cómo hubo tanta injusticia con miles de españoles y cómo no llegan a recuperar ni a la mitad de las víctimas del franquismo. Lo más coherente sería que ayudarán a rescatar a esas víctimas y darle la opción a las familiares de saber en qué pasa están los restos de sus familiares para poder morir tranquilos y el poco tiempo que les quedé de vida descansar.
Uno de los acontecimientos que más sentimiento me generó fue cómo María Martín llevaba toda una vida buscando los restos de su madre y al final acabó muriendo sin conocerlo. Otro hecho que me sorprende es que existiera una fundación llamada Francisco Franco, que decían que este dictador nunca se había equivocado. Tras buscar un poco de información, hay más de 200 socios fundadores en honor al dictador y fue creada en 1976. Es injusto que en pleno siglo XXI todavía exista gente que siga apoyando esta ideología tras la repulsión que provocó, pero según cuenta Ángel Víctor Torres, esta fundación llega a su fin, aunque sin detallar cuándo. Según cuenta él, una fundación o espacio que homenajea a alguien que es represor no tiene ningún sentido dentro de la democracia, y es algo que apoyo y comparto la opinión (Esta información es de hace aproximadamente un año).
Conviene subrayar que el documental lo volví a ver junto a mi abuela (mi yaya), la cual me ha expresado su opinión sobre el tema, ya que conoce algunos casos que le han contado familiares. […] Una de los casas que me cuenta y que me ha dejado sorprendido e impactado, ya que no me lo esperaba, es el siguiente: un tito de mi abuelo (mi yayo) llamado Jesús y conocido por la familia e incluso por mí como el «tío Jesús», que murió hace pocos años con 105 años, en aquella época franquista tuvo que esconderse por voluntad propia en una cueva para que no lo mataran por pertenecer a los rojos. Una hermana suya, por las noches cuando creía que no la iban a ver, le llevaba alimento a la cueva. Es un caso que me ha dejado sorprendido y que me parece injusto a qué punto tenían que llegar los españoles para poder sobrevivir. Este suceso no sería solo para él, habría miles de personas en la misma situación, con la diferencia de que a algunos le saldría bien y otros morirían de hambre o los encontraban y fusilaban.
[…] Una de las frases con la que concluyo y que se dice en el documental es «los humanos somos injustos», y pienso que es verdad.
ALBERTO QUESADA PÉREZ
Este documental suscita a pensar que este período es comparable con el Holocausto o Shoá, pues fue una eliminación sistematizada de una parte de la población por su manera de pensar, cultura, religión o tradiciones. Pero lo que más remueve es que las víctimas del franquismo fueron los propios ciudadanos del país, una guerra civil. Por otro lado, cabe destacar que la guerra cobró víctimas como cualquier otra, pero los seguidores de Franco siguieron ejerciendo una represión social que no permitía la libertad de expresión, de pensamiento ni de acciones, pues hacer alguna de estas cosas con un pensamiento diferente podría llevarte a la cárcel, a tonturas o incluso a la muerte en los casos más extremos.
Es decir, que no solo ganaron la guerra sino que siguieron cobrándose víctimas tras el comienzo de la dictadura y oprimiendo fuertemente a la población. Esto es completamente inmoral por obvias razones, y otro dato muy impactante es que se continuó en cierta forma la represión tras la muerte del dictador. Asimismo, se proclamó el «olvido» por el que todas las personas involucradas quedarían absueltas , algo que es intolerable e injusto.
[…] Asimismo, las víctimas de la guerra que actuaron en el bando franquista fueron devueltas a sus familiares, mientras que a los republicanos, se les abandonó en fosas comunes, tanto las víctimas de la guerra como los de la ejecución víctimas del genocidio sistematizado que, tras la dictadura, se les negó la devolución a las familias por mucho tiempo hasta que la querella argentina logró hacer un poco de cambio. Sin embargo, sigue habiendo miles de cuerpos que aún no se reunieron con sus familias.
EVA FERNÁNDEZ GARCÍA
Me gustaría mencionar un par de cosas más sobre este documental, empezando por el famoso “Pacto del Olvido”, el cual dice que hay que generalizar esta concepción del olvido porque es la única manera de que podamos darnos la mano sin rencor; y siguiendo con la parte del vídeo en la que entrevistan a gente por la calle, y a todos les hacen las mismas preguntas: que si saben lo que es el pacto del olvido y conocían la ley de Amnistía, pero he captado una diferencia clara, la respuesta de los jóvenes suele ser, en su mayoría, que no lo conocen, que no les suena, o lo han estudiado pero no saben lo que es, a diferencia de las personas mayores, que sus respuestas están relacionadas, diciendo que eso es algo que debe estar olvidado, que fue hace más de cuarenta años y que debemos de pasado atrás para poder avanzar en el presente. Ellos tenían la respuesta clara, saben cómo responder a estos conceptos, y no es algo que saben por haberlo estudiado, sino por haberlo vivido.
En conclusión, lo que este documental refleja es la lucha continua por los derechos humanos y la justicia, a causa de actos totalmente inhumanos, con el objetivo de que nunca más lleguen a repetirse este tipo de atrocidades. Es una llamada a las nuevas generaciones para que conozcamos la realidad de nuestro pasado no tan lejano, y trabajen por un futuro más justo y reconciliador en el que no vuelva a ocurrir nada parecido.
Para terminar con esta reflexión, me gustaría destacar una frase que mencionan al principio del documental, que me ha llamado mucho la atención y me ha hecho reflexionar, ya que me ha enseñado que a veces está bien ver las cosas desde sus distintas perspectivas, y no siempre conformarse en lo que creemos que es lo correcto. Esta frase es: “Lo injusta que es la vida. No es la vida, los humanos, somos injustos”.
FRANCISCO GARCÍA GARCÍA
[…] Esto es algo que a pesar de saberlo me ha impactado bastante y que realmente me interesa desde que tengo uso de razón, porque por desgracia es algo que ha estado presente en mi familia. El caso del padre de mi abuelo es muy parecido a lo que nuestra el documental, cuando mi abuelo solo tenía 5 años la Guardia Civil , que no tiene nada que ver con lo que es ahora, se lo llevaron por el simple hecho de no compartir la misma ideología política y lo terminaron fusilando. A día de hoy, después de todo este tiempo, seguimos sin saber dónde se encuentra el cuerpo del padre de mi abuelo, y seguramente fallezcamos sin saberlo.
Por otra parte, me ha llamado la atención que en España se aplicó la ley del olvido, una ley que bajo mi punto de vista estoy totalmente en contra, y que en el caso de que alguien esté a favor seguramente no haya sufrido las consecuencias del franquismo. Eran pocos los que denunciaron esto pero encina los que lo hicieron tuvieron que hacerlo desde Argentina porque no podían hacerlo desde España.
Además, en el documental se puede ver cómo hace unos años seguían existiendo calles y plazas con nombres en memoria a Franco, como la Plaza del Caudillo o la calle Arriba España. Para renombrar estas calles se hizo una votación en la Comunidad de Madrid entre los partidos políticos, de los cuales todos estuvieron de acuerdo menos el PP, algo que me parece vergonzoso a día de hoy. Hablando de la actualidad, hace unos días vi una noticia en la que me llamó la atención que haya gente que no ha vivido en ese momento de la historia y que se reúne para celebrar el aniversario de Franco, recordando su himno y su bandera.
FELIPE CASTILLO NAVAS
Lo que más me ha sorprendido de este documental, sin duda ha sido la historia de «las rapadas», no me imaginaba tanta crueldad en las personas al mando de la dictadura. Este desgarrador acto no sólo humillada a las mujeres consideradas rojas, sino que les quitaba la dignidad mientras las paseaban delante de todo el mundo con la cabeza rapada y, a veces, incluso les daban aceite de ricino para una humillación aún mayor, puesto que el aceite les provocaba diarrea. Este acto también sería muy doloroso para las familias de las víctimas, pero sobre todo para las víctimas, dejándoles un gran vacío y dolor para el resto de sus días.
[…] Tengo una anécdota de mi abuela relacionada con las largas jornadas laborales, y es que ella estuvo estudiando hasta los 9 años, hasta que sus padres necesitaron más ayuda con las labores del campo. Ella soñaba con estudiar medicina para poder ayudar siempre a los demás, pero no pudo ser debido a que si no trabajaban más y no eran mas productivos, no podrían alimentar a toda la familia, ya que en ese entonces eran más de seis hermanos, con la cuál, más necesidades que cubrir. En esas largas jornadas laborales ni siquiera descansaban, no podían ni parar para tomarse algo porque a veces no tenían ni para hidratarse. Cuando terminaban de trabajar y llegaban a casa, lo único que podían comer era alguna fruta y un trozo de pan para cada integrante de la casa.
En mi opinión, este documental es muy conmovedor, además, hace que te des cuenta de una realidad que ha sido ocultada durante años. Este documental te hace recapacitar sobre un pasado reciente en nuestro país que, aunque no lo hayamos vivido, es importante tenendo presente.
[…] Por esta y por muchas más razones considero que esta asignatura es muy importante, tanto en el nivel académico como a nivel personal de cada individuo. Debemos saber la realidad para no vivir engañados.
CHEMA DOMNGO GALERA
En segundo lugar, otro aspecto sobrecogedor es el hecho de que niños pequeños fuesen arrancados de los brazos de sus padres y viesen cómo sus padres eran llevados por los franquistas, sin saber nada más de ellos, salvo en ciertos casos en los que tienen la suerte, o desgracia, de verlos en una fosa común a sus 80 0 90 años de edad.
[…] Poniéndome en la piel de esas personas, no me gustaría sufrir ni la mitad del agobio y del dolor de vivir toda la vida sin saber dónde estará mi padre o mi madre y no poder verlos, pero lo peor sería no poder hacer nada ante tal injusticia.
[…] En conclusión, el documental «El silencio de otros» muestra el horror y las atrocidades vividas durante la dictadura. Además, da voz a quienes han sufrido y no han podido reivindicarse durante décadas. Me ha impactado mucho ver el sufrimiento de esa pobre gente y ver cómo el estado franquista llegó a ser tan cruel e injusto y que ese capítulo de nuestra historia siga sin justicia. También resulta impactante que en pleno siglo XXI sigan vigentes símbolos franquistas y gente que idolatre a Franco. Por lo tanto, este documental te hace ser consciente de lo dura que fue esa época y el impacto que ha tenido en nuestra historia y en nuestra sociedad, y te hace reflexionar sobre aspectos como los derechos humanos y la historia.
AITOR NAVARRO AYAS
Por último, voy a finalizar contando cómo mi bisabuelo fue interceptado en Alemania por los nazis al huir de España, y aunque al final consiguió escapar del campo de concentración donde lo internaron, su hermano sí murió allí y, al volver a España, consiguió salir adelante aún con dificultad, como probablemente le pasó a mucha más gente en ese momento.
PAULA MARTÍNEZ FERRÓN
Estos días hemos estado viendo un documental en clase de historia de España, uno acerca del franquismo en nuestro país y todas las consecuencias que esta trágica etapa de nuestra historia trajo tras ella. En este emotivo documental, han aparecido muchas curiosidades, datos y sobre todo emociones, muchas emociones encontradas en tan solo una hora y media de grabación.
Me ha transmitido miles de sensaciones, desde escalofríos, hasta dudas. Habla sobre diversos temas y muestra la agonía y sufrimiento de España durante esos largos años de dictadura al mando de Francisco Franco, de cómo quitaba de en medio a vidas inocentes, sin más, familias enteras o personas que vieron como un día se llevaban a su ser querido y nunca lo volvieron a ver, ni a saber nada más de dicha persona. Todo esto por tener ideales y pensamientos distintos a los que marcaba el dictador Franco en aquel momento. Nada más que de pensar en cómo sería ver a mi padre salir de mi casa, a la fuerza, obligado, sin haber tenido nada que ver, se me remueve el estómago.
[…] Cambiando de tema, hay otra parte de este documental que me hizo empatizar con aquellos que sufrieron la represión franquista. Los testimonios de aquellas personas, ya mayores, muy mayores, que cuentan cómo nunca han sido capaces de recuperar los cuerpos de esas personas que en aquel momento eran un familiar, amigo muy querido al que se llevaron y nunca volvieron a saber de él/ella. Aparecía una anciana cuyo padre desapareció del día a la noche como todos los demás, hablaba de que a sus noventa y pocos años estaba a punto de morir, pero jamás se iría sin primero saber donde se encuentran los restos de su padre, esta parte demasiado emotiva para mí, incluso lloré. Me emocioné mucho al ver que al fin pudo rescatar los restos de su papá y pudo morir con la conciencia tranquila.
ANDREA MOLERO MARTÍN
Después de ver el documental me quedé con la cabeza llena de ideas y sentimientos. No es sólo un documental que ves y ya está, es conocer algo que no sabías, un mundo lleno de dolor, de sufrimiento, pero también de esperanza y de lucha. Yo sabía que la dictadura de Franco había sido una época muy mala en España, pero no me imaginaba que tanto. No es lo mismo leerlo en un libro de Historia con fechas y nombres, que ver las caras de las personas que lo vivieron, escuchar sus historias, sentir su dolor. En el libro son sólo palabras, pero en el documental ves el sufrimiento en los ojos de las personas, escuchas el temblor en sus voces, sientes la injusticia en el aire.
Lo que mas me impresionó fue ver a las personas mayores buscando a sus familiares que desaparecieron durante la dictadura. Imagínate por un momento no saber dónde está tu padre, tu madre, tu hermano, tu abuelo… Imagínate no saber si están vivos o muertos, si sufrieron o no, si están en una cárcel, en una cuneta o en una fosa común. Imagina vivir con esa incertidumbre durante años y seguir luchando tantos años para saber la verdad y darles un entierro digno. Eso es tener mucho valor y mucha fuerza.
También me chocó mucho que los que hicieron cosas malas durante la dictadura no hayan pagado por ello y siguieran viviendo como si nada malo hubieran hecho. Mi abuelo me contó que fue una época de mucho trabajar, me dijo que se pasaba el dia trabajando. También me contó que a muchas mujeres del pueblo las pusieron en la plaza en fila y empezaron a raparlas una a una.
ALEJANDRA LÓPEZ FERNÁNDEZ
Este trabajo está inspirado por el documental que vimos en clase y posteriormente vi con mi abuelo para comentarlo. En primer lugar, quiero destacar lo que más me impactó, que fue sin lugar a dudas personas mayores buscando para encontrar los cadáveres de sus padres, madres, hermanos… un día se los llevaron se los llevaron sin ninguna explicación y los condenaron a vivir sin familia. La imagen en la que se ve cómo fusilan por la espalda a personas con familia, cómo los humillan arrestándolos por el suelo. Me emocionó cómo cuando anunciaron la muerte de Franco las calles se llenaron de fiesta y alegría.
[…] Hay presidentes que declararon públicamente que no hay que remover huesos, dicho por ellos textualmente. Esto es una falta de respeto a las personas que buscan justicia para sus familiares asesinados. La desinformación de jóvenes por las calles es preocupante, porque no saben la historia de su propio país, pero luego sí votan a según qué partidos políticos y son capaces de opinar sin saber realmente la verdad, porque siempre les ha sido ocultada.
Mi bisabuelo nunca quiso hablar de lo que él vivió por miedo a lo que tuvo que ver. Durante el franquismo, mi bisabuelo no tenía familia, sólo vivía con su hermano, su sobrino y su esposa. Un día tenía tanta hambre que tuvo que ir pidiendo casa por casa comida, pero no era de él, sino para su sobrino, que tenía menos de un año, consiguió pan duro, lo mojó con leche y se lo dio para cenar. También se acordaba de cuando llegaron los franquistas a Iznalloz.
Todo esto me lo ha contado mi abuelo tras ver el documental, me contó que había tal represión, que hay personas mayores que no hablan de esa época, por miedo aún décadas después, de la muerte de Franco. Desde mi punto de vista, las nuevas generaciones deberíamos saber absolutamente todo lo que ocurrió en esa época, pero no sólo en un sólo curso, sino desde que empezamos el instituto, para poder opinar con la información suficiente y que no sea más un tema tabú, sino un tema para poder informarnos y poder hablar con propiedad de lo que opinamos.
IRENE MARTÍNEZ PLAZA
Todo este revuelo comienza con la Ley de Amnistía de 1977. En el documental preguntan por su significado a gente por la calle, ninguna conoce la respuesta, personalmente yo tampoco. Para ser algo tan importante en la historia de nuestro país me parece raro, aunque ese era justo su objetivo, olvidar y ser olvidada. La Ley de Amnistía, o también conocida como “el pacto del olvido”, trataba justamente de eso, olvidar y hacer olvidar las muertes de las víctimas del franquismo, protegiendo así a los asesinos.
[…] Este es el recorrido que se realiza en el documental, pero tenía curiosidad sobre si seguía activa esta querella argentina, y sí. He encontrado una noticia del 25 de septiembre de este año donde la CEAQUA (Coordinadora de apoyo a la querella argentina contra los crímenes del franquismo) protestó ante el Congreso de los Diputados en Madrid para exigir el fin de la impunidad de los crímenes de la dictadura franquista y la derogación de la Ley de Amnistía de 1977 (de lo que he hablado anteriormente).
[…] En definitiva, tras haber visto el documental “El Silencio de otros”, haber escuchado el pódcast “La última larga noche del franquismo, la dictadura que murió matando” y haber buscado información aparte, puedo concluir que siempre han querido que olvidemos, que seamos ignorantes. Yo opino que debemos informarnos. Por ejemplo, yo antes no conocía gran parte de lo mencionado en esta reflexión, a pesar de su importancia, y seguro que a mucha gente le pasa igual. Es por eso que r lo que hay que visibilizar este tema y no olvidarlo como quieren que hagamos, y especialmente buscar justicia por los que ya no pueden.
Para finalizar, quiero mencionar el momento del documental cuando entrevistaban a gente por la calle y la respuesta de la mayoría es que hay que pasar página y seguir adelante para poder superar el pasado. Yo pienso lo contrario, ya que quien olvida la historia está condenado a repetirla.
CLAUDIA PÉREZ BARRERA
Antes de ver este documental no le daba importancia a la memoria histórica, no veía nada malo en olvidar, era partidaria de que lo que pasó pasó, y había que pasar página sin rencores y no darle más vueltas al asunto. Pero después de verlo y de ver el dolor de las personas afectadas después de tanto tiempo, he cambiado rotundamente de opinión.
En primer lugar, no entiendo cómo la gente que vivió la época del franquismo puede olvidar tan fácilmente todo el daño que se sufrió. Probablemente ellos pensaban que olvidar era sinónimo de avanzar, yo también lo pensaba. Pero olvidar sin hacer justicia sólo esconde una herida que nunca termina de doler. Yo no era consciente de todo el daño que provocó la dictadura hasta que vi cómo personas mayores seguían buscando justicia o luchando por encontrar los restos de sus familiares, después de más de medio siglo. Ahí me di cuenta de la gravedad del asunto. Uno de los momentos que más me ha conmovido ha sido el testimonio de Ascensión Mendieta al conseguir lo que llevaba intentando toda su vida, sacar los restos de su padre de la fosa y poderlo enterrar dignamente.
Otra cosa que he aprendido es que el silencio es un tipo de injusticia, pues callando beneficias al verdugo y perjudicas a la víctima. ¿Por qué ibas a dejar en libertad a una persona que ha causado tanto daño sin ningún tipo de justificación? En mi opinión, la impunidad y la amnistía son de las injusticias más grandes que hay, no puedes restar valor a algo tan grande y burlarte así de sus víctimas.
El tiempo no lo cura todo, y eso es una de las cosas que se ha demostrado también en este documental. Es imposible olvidar del todo una situación tan traumática como la de las personas que fueron torturadas y no pasarlo mal recordando. Eso son heridas que nunca se van a curar por mucho que pase el tiempo. Por eso, como he dicho antes, el silencio me parece un sinónimo de injusticia, pues al no ser procesado puede destrozarle la vida a muchas personas y dejar en ellas huellas para siempre.
El momento que más me ha impactado ha sido cuando en el minuto 32 del documental Jaime Alonso, un integrante de la Fundación Nacional Francisco Franco dice la siguiente frase: “Lo más importante, en mi opinión, para recordar a Franco es que no se equivocó nunca”. Yo creo que la razón por la que esta escena choca tanto es cómo minutos antes se expone todo el sufrimiento que provocó el régimen franquista, tanto a las víctimas como a sus familiares, y después se muestra cómo hay tanta gente apoyando o mostrándose de acuerdo con todo lo que sucedió y provocó esa dictadura, como si no fueran el responsables de todo el sufrimiento vivido en España hace menos de un siglo.
Un dato que desconocía y me ha sorprendido es que ya muerto Franco, y finalizada la dictadura, les robaban los hijos a muchas familias para curarlos de «gen rojo», como si de muñecos se tratase. Es muy cruel que esas madres todavía no sepan nada de sus hijos, ni esos hijos de sus padres, y que la gente que inició tal atrocidad no haya recibido ningún tipo de castigo. Esto demuestra que esa dictadura no quedó enterrada con Franco.
A día de hoy la dictadura se manifiesta en símbolos, en nombres de calles en honor a dictadores, torturadores, embajadores… Y sobre todo, en la gente que la mantiene viva, que aún después de su muerte cada 20 de noviembre se reúne en su honor, recordándolo como un héroe y cantando el Cara al sol y otros símbolos tradicionales. Esto no solo ocurre en personas, también lo podemos ver en partidos políticos y grandes autoridades que, o no son partidarios de cambiarle el nombre a las calles, o que no quieren colaborar con esa gente que lucha por la justicia y prefieren olvidar.
En resumen, se podría decir que lo que más me ha llamado la atención de este documental ha sido el dolor de la gente afectada por los daños del franquismo, ya que desconocía la gravedad de lo sucedido. Pero sobre todo cómo había y hay gente a la que no le parece mal esta situación, y para ellos Franco hizo las cosas bien en todo momento y fue el que le dio vida a España, cuando en realidad es el que se la quitó a miles de españoles. De esta experiencia he aprendido dos cosas principales: primero, que olvidar no significa avanzar y, segundo, que el silencio es un tipo de injusticia. Al fin y al cabo, no se puede construir un futuro justo sobre un pasado olvidado.


