El miedo en los perros
Es común, como en cualquier ser vivo, que nuestro perro presente miedos muy diversos a lo largo de su vida. Estas fobias (fobia = miedo, así que ya sabéis, otra palabra más a añadir a vuestro vocabulario) podríamos clasificarlas en dos grandes grupos: miedo social y miedo inanimado.
El miedo social se refiere a las fobias que surgen de una relación o una confrontación con otro ser, ya sea otro perro, algún otro animal o incluso humanos.
El miedo inanimado son miedos a objetos ya sean materiales, como un coche o inmateriales, como el agua.
Cómo detectar que el perro tiene miedo
Ahora bien, ¿cómo sabemos si nuestro perro tiene miedo? Como cualquier ser vivo mostrará una serie de actuaciones para decirnos a nosotros y a su entorno que está asustado, como mecanismo de defensa. Estas actuaciones pueden ser: intentar escapar, contraerse contra el suelo, defecar, temblar, ladrar, gruñir e incluso agredir para defenderse. Además de esto, es común que se dilaten sus pupilas, eche las orejas para atrás y esconda la cola entre las patas.
¿Qué debemos hacer nosotros ante esta situación? No debemos potenciar sus miedos con caricias o palabras cariñosas, no debe verlo como algo positivo y puede sentirse desubicado si tienes esa reacción. Igualmente tampoco lo castigues ni te enfades, entiende que tú también tienes miedos y tú también puedes asustarte. Debemos mostrarnos lo más indiferentes posible, alejarle en primera instancia de ese miedo y acercarle poco a poco a él para que vea que no le va a ocurrir nada malo (depende del caso, también).
Es importante que entendamos que muchos miedos nacen por una sobreprotección del animal por parte del dueño. Es positivo que el animal se relacione y se enfrente a sus miedos ya que, de esa manera, socializará con otros seres y con su entorno de manera más sana y positiva. Eso sí, existen casos en los que lo recomendable es poner a la mascota en manos de un etólogo. (Un etólogo es una persona que estudia el comportamiento de los animales).
¿Quieres saber cuáles son los miedos más comunes en canes? Os pongo un resumen de los miedos más comunes en los perros:
Especialmente cuando son cachorros pueden tener miedo a subir o bajar escaleras ya que las perciben bastante grandes y ven imposible el hecho de subir y bajar sin caerse. Temen sobre todo las escaleras sin barandilla.
Es un miedo bastante común y que se puede arreglar simplemente cogiendo al perro en los primeros viajes en brazos. Es necesario que vea que no ocurre nada malo y que estás a su lado en todo momento.
Hay perros que odian el bullicio y se agobian si ven a mucha gente a su alrededor. Esto es un problema de socialización que se puede y se debe evitar. Es importante que si tu perro tiene este miedo, intentes poco a poco que socialice pero, ante todo, es recomendable que lo haga con un bozal, ya que no olvidemos que una de las reacciones más comunes frente al miedo es agredir.
Los niños, en ocasiones, pueden ser bastante bruscos y el perro los puede temer. Es importante que si tendemos a intentar que socialice con niños sea paulatinamente y tomando unas medidas de protección previas (bozal y control).

El miedo al veterinario es como el miedo al médico de las personas, es algo terriblemente normal y bastante difícil de paliar si tu perro ha requerido pocas visitas al mismo.
Objetos de todo tipo, desde una caja a un simple cojín. Son miedos nacidos del desconocimiento, de un olor que no les es familiar y notan una amenaza en un entorno que es suyo.
Muchas veces, el dejarles solos en una casa es un trauma muy grande para los perros, especialmente si anteriormente han sido abandonados o maltratados. Hay que tener mucho cuidado con esto, ya que tienen que superar ese trauma poco a poco y cada vez que salgas por la puerta, pensará que le han vuelto a abandonar. Para ir paliando esto poco a poco, es mejor evitar que tu perro te vea marchar, le hagas un nido cómodo en el que sentirse a gusto y, a ser posible, que tenga algún objeto personal tuyo para que con el olor, él se sienta tranquilo. Es positivo que para practicar esto, hagas pruebas vistiéndote como si fueras a salir, saliendo y cerrando la puerta unos segundos, volviendo a entrar y premiándole por la espera. Poco a poco el perro dejará ese miedo y ese trauma. Necesita paciencia.
Este miedo es sufrido por muchos animales que tienen verdaderas fobias a petardos, cohetes y tormentas. Es importante que intentemos que el animal no esté solo en ese momento. Si es posible, a tu lado se sentirá más protegido.
(Resumen de texto extraído de «muy interesante»)
Espero que os haya gustado el texto,
os mando un abrazo, el maestro José Manuel.