Porque son las más profundas y dolorosas huellas de la desigualdad, hoy comenzamos esta sección a la que llamaremos “Silencios y soledades”.
No se trata tanto de denunciar aquellas situaciones de desigualdad en las que todas y todos nos vemos involucrados cotidianamente, que no hay que dejar de denunciar nunca. No es tampoco la situación violentada de aquellas y aquellos que viven las consecuencias de una desigualdad institucionalizada y domesticada por la socialización, que hay que luchar contra ellas y mejorar la situación de quienes las padecen. Tampoco los casos injustos que origina la sociedad de consumo, que hay que intentar por todos los medios que no lleven a situaciones desesperadas como la falta de vivienda o de alimentación. Se trata de describir e intentar paliar esos casos de impotencias reprimidas y mantenidas durante el tiempo, ni se sabe porqué, en el seno de nuestra vida diaria.
Me refiero a las ocasiones en las que no se te impide luchar o protestar contra una situación injusta o desigual y, como no se te impide, te lanzas a luchar con todas tus fuerzas y tus razonas y lo haces una y otra vez con energía y el convencimiento de que lo que haces puede mejorar tu vida primero, y cambiar las cosas después. Y, cuando pones todo tu empeño, te das cuenta que cuanto más haces menos pasa, no sirve para nada, nada cambia. Entonces empieza a crecer un hueco oscuro en ti, una sombra quieta que se extiende y empieza a producir los primeros silencios, las primeras cosas que te guardas en la soledad de tu impotencia, de no poder hacer nada, de no ser suficientemente igual a otros cuyo peso se deja sentir y su huella repercute en la realidad y la mejora. Y…. no lo entiendes, crees haber hecho todo lo posible pero no ha servido, y lo que no entiendes, cada día te empequeñece más y por ello aumenta la desigualdad que lo originó.
Cada sema iremos desgranando diferentes situaciones en las que se da este proceso e iremos reflexionando sobre las soluciones y las posibles alternativas que se tienen cuando ocurren.
HASTA LA SEMANA QUE VIENE
2 comentarios
Muy bonita entrada. Gracias!
Muchas gracias a ti, por estar aquí:)