Hoy te voy a hablar sobre casos donde no es el amor el fin, donde aunque piensas que tu pareja lo hace porque te quiere, realmente no es así, son situaciones que muchas veces pasamos por alto por la costumbre que tenemos de vivirlas nosotras y nosotros, así como la sociedad que nos rodea.
«No es amor»
Caso I
Miriam de 18 años viene a mi consulta echa una furia, me cuenta que ha tenido un problema con su novio, en otras ocasiones habíamos estado trabajando problemas menores. Me comenta que en conversaciones aparentemente normales, sobre problemas que tienen en su pareja, él le suele decir a ella que es un «desastre» en plan gracioso, también tiende a decirle las cosas que no hace bien, lo malo es que no suele decirle las que si hace bien. A ella no le gusta eso y además hace que se sienta inferior pensando que el problema es suyo, y por más que se lo ha dicho él no cambia su actitud, ni la manera en la que le dice ese tipo de comentarios. Esto ha acabado llevando a una discusión, donde él le ha dicho que siempre está buscando problemas donde no los hay, que parece que nunca tiene suficiente.
Este caso hay un grave problema de respeto, ya que por mucho que no te agrade el comportamiento de tu pareja hay muchas maneras de decirle lo que piensas y nunca es aceptable el hacer que se sienta inferior o no escuchada. Todos nos podemos equivocar, todos podemos decir algo que no es o que no es acertado, y por ello es de sabios rectificar y pedir perdón. Además, en demasiadas ocasiones, equivocamos el humor y su utilización y podemos no darnos cuenta que estamos haciendo daño a la persona que queremos diciéndole algo que puede afectarle a su autoestima y a su concepto de sí misma. Lo que yo le recomiendo a Miriam es que se siente con su pareja y le diga cómo le hace sentir, y que si se lo vuelve a hacer lo mismo en algún otra ocasión, le digo que aplique la técnica de los hechos consumados, responderle de una forma parecida en una circunstancia en la que él no lo este haciendo bien y luego preguntarle cómo le hace sentir eso, de este modo se dé cuenta que es lo mismo que él le hace a ella, y que no es agradable. Tengo comprobado, después de años de experiencia, que hasta que no vivimos una situación parecida, no somos capaces del todo de ponernos en la situación de la otra persona. La empatía es una habilidad que se aprende, no una habilidad que nos venga dada.

Caso II
Ana de 40 años viene a mi consulta se siente muy mal consigo misma y viene buscando técnicas de motivación y autoestima, me explica que ella es una persona muy activa y sociable que se trata con mucha gente y está dentro de la asociación de vecinos de su barrio, le gusta ir al cine, salir con sus amigas,… Pero últimamente, siente que nada de lo que hace ayuda a mejorar su estado y a que se sienta mejor consigo misma. Le pregunto qué tal con su pareja, me dice que muy bien, que es muy atenta con ella, que está siempre que necesita su ayuda, pero en el último momento me dice que apenas hacen cosas juntos y que cuando le propone algo, le contesta con evasivas o posponiéndolo porque tiene otras cosas pensadas hacer, que no son con ella. Pero ella no cree que sea ese el problema, piensa que es ella que se ha aburrido de hacer tantas cosas y no le llena nada
Le digo a Ana que puede que una parte sea el exceso de cosas que hacer, y poco tiempo realmente para ella misma, pero ese exceso de actividades no deja de demostrar que hay un problema de fondo, y es muy probable que esté relacionado con el no poder realizar actividades conjuntas con su pareja o que su pareja parece que no quiere. En primer lugar, le recomiendo a Ana que debe reducir su número de actividades y hacer cosas para ella, no que solo beneficien o hagan bien a los demás, porque esa es una tendencia muy común en las mujeres y en ese momento se tiende a olvidar que también hay que cuidarse y cultivarse a una misma, haciendo actividades como: ir a un spa, un paseo en bici, un viaje, leer un libro que siempre quisiste leer, cosas que te gustan y siempre sueles dejar para otro momento. En segundo lugar, debe hablar con su pareja, preguntarle en un momento donde ambos estén a gusto y relajados porque no quiere realizar actividades con ella, y proponerle que busque actividades en común y establezcan un día para empezar a hacer algo juntos, y vea como les va, la idea es reavivar el tiempo juntos y disfrutarlo.
QUÉDATE CON QUIEN SUJETE TUS MIEDOS
Y NO SÓLO TU MANO
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