Caso «Hijos/as de familias en situación de exclusión social»

Hoy te voy a hablar sobre hijos e hijas de familias en situación de exclusión social, ya que en este tipo de situaciones se agravan todos los problemas que puede surgir a nivel familiar, y se hace más difícil la resolución de estos problemas. 
«Hijos/as de familias en situación de exclusión social» 
Caso I 

Ana 35 años viene a mi consulta porque tiene problemas con su hija de Ángela de 12 años. No estudia, y no para de recibir quejas de los profesores y del tutor de que su hija nada más que molesta en clase. Ana me comenta que en casa no tienen un espacio para estudiar, pero que no es escusa porque la hermana mayor de Ángela estudia en la habitación que comparten las dos niñas. Ana no sabe cómo hacer entrar en razón a su hija y que se centro más en los estudios y menos en estar todo el día enganchada con el móvil. 

En primer lugar hay que limitar el uso del móvil en la adolescencia y que sea una recompensa si se hacen los deberes y se estudio, y nosotros como madres y padres debemos ser modelo de ello y no utilizar el móvil en presencia de nuestros hijos e hijas. En un segundo momento hay dos formas de ayudar a que Ángela estudie, es importante hacer una organización de los horarios de la casa y dejar disponible la utilización de la mesa del salón para que ambas hijas o solo Ángela pueda estudiar en un lugar más adecuado; y también una segunda opción es ayudarla a estudiar, preguntándole sobre lo que tiene que estudiar. Siempre es importante que nuestros hijos e hijas vean que formamos parte de sus vidas, que nos importa lo que hacen y que nos implicamos con ellos y ellas. 
Caso II 

Rafael de 40 años viene a mi consulta quejándose su hijo de 16 años que esta hasta altas horas en la calle y sobre todo los fines de semana, nunca dice a donde va, ni cuando viene, no pide permiso para salir. También me comentar Rafael que él trabaja todo el día, y solo lo puede ver por la noche, y durante el día su hijo está con los abuelos que le dejan hacer lo que quiera. 

En este caso que acabo de describir, es necesario que se fomente un espacio de pasar juntos en familia, hacer actividades juntos y así crear una conciencia de familia. El siguiente paso es pedir responsabilidad a su hijo y concienciar de la importancia de tener unos horarios entre semana y los fines de semana (aunque en fin de semana se debe ser más relajado con los horarios). Ya hemos hablado en otras ocasiones de establecer pactos, y con mayor importancia si estamos hablando de la adolescencia, es primordial sentarse con su hijo y buscar un equilibrio entre ambas posturas que sea suficientemente beneficioso para ambas partes, esto estabilizará las relaciones familiares y hará más equilibrada la vida de su hijo. 

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