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«La llegada de la LOMLOE»

La LOMLOE vuelve a redefinir los elementos del currículo para poner un mayor énfasis en el carácter competencial de la enseñanza, abordando así los retos y desafíos del siglo XXI. Los principales documentos normativos que se establecen como referentes son:

  1. LOE (2006) y su modificación LOMLOE (2020).
  2. RD 217 (ESO) y 247 (BTO). Publicación marzo 2022.
  3. Decretos 102 (ESO) y 103 (BTO). Publicación mayo 2023.
  4. Órdenes ESO y BTO. Publicación mayo 2023.

Por consiguiente, el currículo de una materia queda establecido como sigue:

– OBJETIVOS DE ETAPA. Logros (definidos a nivel estatal y complementados a nivel autonómico) a los que deberán contribuir cada materia para que estos sean alcanzados por el alumnado. Estos objetivos están vinculados a las competencias CLAVE. Anexo VI para BTO; Anexo IV par ESO.

– COMPETENCIAS CLAVE. Conjunto de destrezas adquiridas por el alumnado (desempeños) al finalizar la etapa o, en otras palabras, rendimiento del trabajo que realiza el alumnado en el ejercicio de sus funciones.

– DESCRIPTORES OPERATIVOS. Grado o nivel de desempeño (adquirido por curso/nivel) de cada una de las competencias clave establecidas al finalizar la etapa, las cuales constituyen el Perfil de Salida.

Ejemplo: Competencia en comunicación lingüística (CCL): CCL1, CCL2, CCL3, CCL4…); Competencia digital (CD): CD1, CD2, CD3… Competencia matemática, ciencia, tecnología e ingeniería (STEM): STEM1, STEM2…

– COMPETENCIAS ESPECÍFICAS. Objetivos específicos de la materia (definidos a nivel estatal y complementados a nivel autonómico). Hacen referencia al conjunto de destrezas específicas adquiridas por el alumnado, las cuales se ponen en práctica con el desarrollo de las denominadas Situaciones de Aprendizaje (SdA). Las competencias específicas están vinculadas a los descriptores operativos, los cuales sirven de base para el desarrollo de las competencias clave. Una competencia específica trabaja, a la vez, destrezas de varias competencias clave según los descriptores operativos a los que haga referencia.

Ejemplo: Competencia específica C1: CCL1, STEM1, STEM2, CD1… (lingüística, matemática, ciencia, digital)

– CRITERIOS DE EVALUACIÓN. Referentes para la evaluación del alumnado. Estos criterios están asociados a las competencias específicas y, por tanto, a las competencias clave y objetivos de la etapa. Debemos vincular estos criterios al conjunto de ejercicios, actividades y tareas que se desarrollen en una situación de aprendizaje. Los criterios, al igual que las competencias, en sus enunciados, responden al ¿qué?, ¿cómo? y ¿para qué?, desarrollándose así un modelo de aprendizaje universal (DUA).

Diseño Universal del Aprendizaje. Desde el punto de vista neurocientífico el modelo DUA permite vincular los procesos de aprendizajes con la estimulación de determinados tipos de redes neuronales.

  • las redes de reconocimiento, claves para percibir los estímulos, están especializadas en el reconocimiento de la información y en asignar significados a los patrones que percibimos. Estas redes son las que nos permiten captar, reconocer e integrar la información y son fundamentales en las acciones que se realizan relacionadas con el «qué» del aprendizaje.
  • las redes estratégicas, especializadas en la generación y control de los patrones mentales y de acción, así como en las funciones ejecutivas. Están implicadas en poder hacer un plan o realizar una tarea, por lo que se relaciona con el «cómo» se produce y expresa el aprendizaje.
  • las redes afectivas, especializadas en evaluar patrones y asignarles un significado emocional, determinan la implicación personal en las diferentes tareas y aprendizajes y con el mundo que nos rodea, por lo que se vinculan con el «porqué» del aprendizaje.

Con el modelo DUA se intenta ofrecer todo tipo de herramientas disponibles, por ejemplo, una batería de recursos digitales al alcance del alumnado, con objeto de facilitar el acceso a la información y favorecer así el aprendizaje autónomo.

Desarrollo del modelo DUA. Principios y pautas

El modelo se organiza en tres niveles, principios, pautas y puntos de verificación. Basándose en estos tres grupos de redes neuronales, el modelo del DUA define tres principios para orientar la práctica educativa desde una perspectiva inclusiva (Rose y Meyer, 2002), cada uno de ellos en relación a una red neuronal. El principio que propone para activar las redes afectivas es «Proporcionar múltiples formas para la implicación». En cuanto a la activación de las redes de reconocimiento, el principio que se formula es «Proporcionar múltiples formas de representación». Y, finalmente, para activar las redes estratégicas, el principio que se establece es «Proporcionar múltiples formas para la acción y la expresión.

Cada principio tiene asociadas tres pautas, que son núcleos o categorías en torno a las cuales se agrupan las estrategias didácticas relacionadas con la activación de diferentes procesos de aprendizaje. En un siguiente nivel de concreción, para cada pauta se establecen una serie de puntos de verificación en los que se agrupan propuestas metodológicas específicas, derivadas de los resultados de las prácticas de los docentes y las investigaciones.

+ Para profundizar: MODELO DUA. FUNDAMENTOS

– SITUACIÓN DE APRENDIZAJE (SdA). Secuencia programada de un conjunto de ejercicios, actividades y tareas donde se ponen en práctica tanto los conocimientos adquiridos (Saberes Básicos) como el desarrollo, al mismo tiempo, de varias competencias clave/específicas y actitudes.

– SABERES BÁSICOS. Conjunto de conocimientos, destrezas y actitudes (vinculados a los criterios de evaluación) que se ponen en práctica con el desarrollo de las situaciones de aprendizaje. Estos saberes se desglosan en los denominados Bloques de Contenidos (A, B, C, D, E…).

– INDICADORES DE LOGRO. Rúbrica o escala de calificación que define el grado de consecución de los saberes básicos atribuidos a los criterios de evaluación seleccionados en la SdA. A partir del criterio de evaluación se gradúa el logro del aprendizaje en 5 niveles (IN, SU, BI, NT, SB), contemplándose en sus definiciones todos los casos posibles de nuestro alumnado.

Así pues, los Saberes Básicos representan la base para el desarrollo de las unidades de programación. Es por ello necesario secuenciar estos saberes en Unidades Didácticas. Se recomienda entre 12 y 15 unidades por materia. Ahora bien, dentro de cada unidad se desarrollarán un conjunto de situaciones de aprendizaje donde se aplicarán los conceptos y se trabajarán las competencias específicas de la mater

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Publicado en educACTUALIDAD

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