Lunes de Poesía: «Génesis, COVID 19:1»
Génesis, COVID 19:1
Y el Papa dijo amén en la plaza vacía
y nadie respondió desde las nubes
y nadie respondió desde el espejo
porque todas las voces estaban bajo tierra
dulcemente acunadas por dejar de existir.
Y la Bolsa se hinchó como un pulmón
y contó las monedas del oxígeno
y desvió su aire hacia unas islas
amarradas al mar con puntos de sutura
donde sólo hay lagartos y excepciones.
Y todos los países fueron uno
pero por sobre todo cada cual
porque muchos debieron elegir
entre virus y panes y unos pocos guardaron
un trozo de futuro en la nevera.
Y los supermercados se poblaron
de animales en busca de animales
de familias pastando en las praderas
de alcohol papel y plástico
y los guantes tecleaban el código del miedo.
Y cada sanatorio fue tormenta
y los techos llovieron y las puertas volaron
y el hilo de la vida se hizo nítido
y en los pasillos iba y venía la verdad
sin que nadie pudiera preguntarle.
Y las abuelas los abuelos vieron
con sus pieles de redes pescadoras
con las manos manchadas de memoria
con los ojos cegados de tanta lucidez
transformarse el derecho en aritmética.
Y la tecnología se hizo cuerpo
en quien ya la tenía y fue fantasma
para quienes tan sólo tenían cuerpo
y cantamos canciones que rimaban
y dijimos que nunca olvidaríamos.
Y muy pronto las voces nos quedamos calladas
en el lugar de siempre en los rincones
con zumbidos de mosca en un limbo diabólico
que es frontera entre el canto y el silencio
entre el luto y la amnesia de estar vivos.
Andrés Neuman, poeta hispano-argentino, cierra con este poema inédito su libro “Casa fugaz. Poesía 1998-2018”. Lo incluye, tras escribirlo en la realidad de la pandemia que vivimos.
Se trata de un poema triste, inquietante, desconcertante… Resulta estremecedora su lectura. Un claro ejemplo de cómo la poesía es capaz de poner palabras a los sentimientos, volcando sobre el papel lo que en ocasiones creeríamos inefable. La poesía nos obliga a frenar para reflexionar sobre nuestra realidad, porque nunca está al margen de la vida.
Al final del texto, habéis podido escuchar al propio autor recitando sus versos.
Un abrazo cálido, inmenso y repleto de cariño para todas aquellas personas que de una forma u otra, puedan sentirse víctimas de esta enfermedad. Juntos es más fácil.