«UN PASADO MARCADO POR LA SANGRE Y UN PRESENTE TODAVÍA HERIDO»
Se exponen a continuación una serie de reflexiones personales realizadas por diversos alumnos y alumnas de 2º de bachillerato (la selección no ha sido fácil), fruto de una actividad inicial llevada a cabo a principio de curso en la materia de Historia de España, consistente en el visionado del documental «Pico Reja» y después de una breve contextualización. Pico Reja es una fosa común situada en el cementerio sevillano de San Fernando, la cual alberga los restos de 1.718 personas fusiladas los primeros meses después del golpe de estado del 17 de julio de 1936. Hay que tener en cuenta que en Sevilla no hubo guerra, pues los golpistas se hicieron con el control de la ciudad rápidamente, dando lugar a una gran masacre entre la población considerada «izquierdista» (lo fueran o no).
Pico Reja, hasta la fecha, es considerada la segunda mayor fosa común de Europa occidental, después de la de Srebrenica, en Bosnia. Con todo, es muy probable que sea desbancada por las fosas abiertas recientemente en el cementerio de La Salud y de San Rafael en la capital cordobesa. Una ínfima muestra de las muchísimas fosas comunes, cunetas, barrancos, simas, etc., que quedan por abrir aún hoy día a lo largo de la geografía andaluza, la comunidad con más desaparecidos y represaliados de España. Si observamos el siguiente mapa de fosas realizado por la Junta de Andalucía, se constatan la gran cantidad de fosas en la llamada Andalucía occidental, curiosamente donde no hubo guerra ya que los sublevados vencieron con facilidad y rapidez.
ANA CRISTINA VÍLCHEZ GONZÁLEZ
Después de haber visto el documental sobre las exhumaciones de cadáveres de crímenes en la dictadura franquista en la fosa de Pico Reja, el impacto que ha tenido sobre mi persona ha sido increíble, ya que ver cómo los cadáveres de personas inocentes están amontonados en fosas comunes es algo terrorífico. Después de esto considero que la Historia de España está marcada por un pasado que a día de hoy no se puede superar, dado que son muchas las heridas que siguen abiertas para muchas familias que aún siguen buscando los restos de sus seres queridos.
La dictadura franquista fue extremadamente dura, ya no sólo durante la guerra sino durante los años siguientes a la guerra, en los que se siguió asesinando y «haciendo desaparecer» a más de 114.000 personas por ser supuestamente «rojos», creyéndose con el derecho de un día cualquiera llegar a tu casa y sacarte, sabiendo tú que raro sería si volváis a tu casa con tu familia porque sabías que te iban a matar. Todo ello porque se pretendía eliminar física e ideológicamente a los enemigos republicanos, y para ello mataban y aterrorizaban a la población, viviendo mucho miedo y terror hasta para salir a la calle. Yo lo sé por las historias que me han contado mis abuelos de aquellos, que tenían miedo de salir a la calle e incluso de escuchar la radio.
Después de cuarenta años de democracia es ahora cuando se empieza a saber algo más sobre la verdad de lo que pasó con cada uno ellos, abriendo fosas comunes y archivos y encontrando a los familiares de la gente asesinada. Me parece inaudito que se haya esperado cuarenta años para esto, con tanta gente sufriendo y que ha muerto sin haber podido encontrar y recuperar los restos de sus seres queridos.
A mi parecer, creo que esta época de la Historia se debería de estar recordando y mostrando siempre por las víctimas que sufrieron esta barbarie y su familiares. Y para que se eviten esas ideas que sé que todavía hay gente que las tiene, y lo veo tan nefasto tener esa clase de pensamientos franquistas que tanto daño hacen… La verdad, veo muy bien que se hable y enseñe lo que tantísimos años se lleva callando y escondiendo, para que todos, hasta las nuevas generaciones, veamos y conozcamos lo que realmente sucedió y que no nos cuenten otra versión de la Historia para no poner de malos a los culpables de tanto dolor y sufrimiento causaron. Una verdad que sólo se debe a la víctima.
RAFAEL VALDIVIA VALDIVIA
Después de una larga y memorable espera, lugares llenos de historia como la fosa común franquista de Pico Reja, y otras muchas a lo largo de toda España, han sido traídas a la luz y sacadas de un oscuro e interminable silencio. El descubrimiento y la investigación de esta fosa común nos ha enseñado muchas lecciones valiosas sobre la importancia de enfrentar y recordar el pasado. Un pasado muy reciente y del que aún podemos encontrar muchos destellos en nuestra sociedad actual.
Una de las partes más importantes y que creo que deberíamos tener más en cuenta del documental, es la magnitud de la tragedia que tuvo lugar en Pico Reja, y en otras ubicaciones similares en toda España durante la guerra y, sobre todo, durante el régimen franquista. El hecho de que tantas personas fueran ejecutadas y enterradas en fosas comunes sin ninguna consideración ni empatía «es una atrocidad que nos conmueve sólo con estar ahí en la fosa unos minutos», como bien se decía en el documental. Lo ocurrido allí fue una violación en toda regla de los derechos humanos. Esta revelación de nuestro pasado nos recuerda y conciencia de la inmensa necesidad de conservar la memoria histórica y de dignifica y rendir homenaje a las víctimas, reconociendo su sufrimiento y la injusticia que padecieron tanto ellos como sus familiares.
Las sensaciones que surgen al conocer la historia de Pico Reja van desde la tristeza y la indignación hasta la empatía y el respeto por las personas que sufrieron y murieron allí. Es casi imposible no sentirse conmovido por la historia de aquellas personas que lucharon por mantener sus ideas políticas y sufrieron un genocidio.
Todo ello me lleva a reflexionar sobre la importancia de la justicia postconflicto. La búsqueda de la verdad y la identificación de las víctimas son pasos determinantes hacia la curación de las heridas del pasado. Además, nos recuerda la necesidad de evitar que el silencio se mantenga y de garantizar que los responsables de todas esas atrocidades sean llevados ante la justicia, independientemente del tiempo que haya transcurrido.
Para terminar, la fosa común franquista de Pico Reja nos recuerda que la Historia no puede ser olvidada, ni por las personas ni por los gobiernos. Incluso cuando es incómoda o dolorosa, como es el caso español. Es necesario aprender de nuestro pasado, enfrentar la verdad y honrar la memoria de las víctimas. Todo esto es muy importante para construir una sociedad más justa y democrática en el presente y en un temprano futuro.
ÉRIKA CASTILLO JUSTICIA
La llegada del franquismo fue un hecho que marcó la Historia de España, así como marcó también la vida de miles de españoles y españolas que fueron fusilados por el simple hecho de defender unos ideales contrarios a los que imponía el franquismo. Sin embargo, este hecho no sólo marcó un periodo de tiempo, sino que en la actualidad sigue marcando la vida de aquellos familiares que aún no han podido localizar y recuperar a sus familiares asesinados. A pesar de todo siguen su búsqueda, como nos han contado a lo largo del documental algunas familias.
Ahora bien, en base a este hecho de la búsqueda de sus familiares en las fosas, hasta hace unos años yo no conocía el tema, lo cual me descolocaba un poco y me hace llegar a la conclusión de que, con este tema han intentado que se quede en el olvido, quitándole así la importancia que realmente tiene, ya que ellos también forman parte de la Historia de España, y además son las pruebas necesarias para descubrir y poner en evidencia el genocidio que se llevó a cabo durante la guerra y sobre todo la dictadura.
No obstante, esto me ha llevado a preguntarme ¿porqué cada vez que se abren fosas comunes no sale en las noticias tanto como otras noticias? O ¿por qué no se habla de las fosas comunes y el genocidio franquista en las noticias? Estas preguntas no tienen una respuesta como tal, sino que tienes que investigar a tu alrededor para encontrarla. Por otra parte, cabe mencionar la importancia que están teniendo los familiares de las víctimas, que también son víctimas. Gracias a su memoria se ha podido mantener vivo el recuerdo de este genocidio, porque si no fuese por ellos las investigaciones y las exhumaciones no hubieran podido desarrollarse tanto y podrían enseñarnos una Historia manipulada sin ningún problema. En resumidas cuentas, la Historia también parte de la memoria, la cual no debemos dejar que se olvide.
CARMEN MARTÍNEZ MUÑOZ
Desde mi punto de vista, el tema de las víctimas acerca de la guerra civil española y durante el franquismo, siempre me ha afectado e interesado. Soy una persona muy sensible y afectiva. Cuando en cursos anteriores estudié por encima y me iba enterando poco a poco de acontecimientos que ocurrieron en España hace no tanto tiempo, me llamó la atención. Siempre me tocaba muy adentro el saber que tantas personas tuvieron que pasar por ese sufrimiento.
Después de ver el documental de Pico Reja, mi cabeza ha unido muchos de los hechos históricos que tenía desperdigados. No entiendo cómo puede haber personas que no acepten que poco a poco actualmente podamos dar los restos de esta pobre gente asesinada a sus familiares. Pienso que es un gran avance por nuestra parte y un gesto necesario para todos los que lamentablemente murieron de esa manera. Es cierto que después de lo ocurrido, como he dicho, por fin podemos llevar a cabo esos gestos que, aunque para mucha gentes son innecesarios, para los familiares de las víctimas permiten cerrar sus heridas. Es cierto que ya no podemos hacer nada por las personas asesinadas, pero sí podemos darles una digna sepultura y un reconocimiento que toda víctima merece.
Eso es lo que el documental refleja a mi parecer. Estamos abriendo una herida del pasado y recordando, pero todo esto con el objetivo de que finalmente todos puedan descansar en paz y que sus familiares vivan tranquilos. Viendo el documental me he puesto muchísimo más en la situación de los familiares de esas víctimas. Produce tristeza y da mucho que pensar. A la vez es muy informativo y aclara muchos conceptos e ideas importantes a tener en cuenta.
Finalmente, he llegado a la conclusión de que aunque parezca que todo lo ocurrido a lo largo de la Historia es pasado y ya no se puede solucionar, no es totalmente así. Aún podemos curar muchísimas heridas y aunque no sean curadas del todo, por lo menos se cierran mejor. Yo personalmente estoy de acuerdo con que investiguen y se abran todas las fosas comunes conocidas, y sobre todo de que todas las víctimas sean encontradas y recuperadas, y tengan una sepultura y un lugar digno donde se les tenga reconocimiento.
PAULA MARÍA GARCÍA CAPILLA
Ver el documental sobre Pico Reja, cómo se ha plasmado todo lo que hay oculto sobre vidas antepasadas a las nuestras, te deja una sensación agridulce, aunque gracias a este tipo de documentales podemos conocer lo que ocurrió en el pasado. Nosotros los jóvenes no teníamos ni idea de lo que sucedió realmente y todo lo que generó posteriormente. Es un buen método para conocer lo que tuvo lugar en nuestro país ya que desde hace bastante tiempo hubo un propósito por el que se intentó hacer olvidar lo sucedido durante la guerra y el franquismo. Los jóvenes podemos intentar ponernos en la situación vivida en esa época, pero nunca será igual en comparación a las personas que vivieron de cerca aquella época y aquella masacre.
Hay una frase del documental que me pareció muy interesante y se me quedó gravada en la cabeza: «el miedo genera silencio y el silencio genera el olvido». Esta frase recoge a la perfección el sentimiento a lo largo de esa época franquista. Aunque ya es el momento del cambio y de que se sepa la amargura de vida que hubo durante la dictadura. Espero que a partir de ahora esa frase pierda valor en favor de esta otra: «la valentía generó voz, y la voz generó justicia».
Respecto al genocidio y la masacre franquista, fue una auténtica injusticia que por no compartir la misma ideología les quitaran lo más preciado que tenían: la vida. Familiares de esas personas asesinadas nunca supieron de su muerte hasta años después, y tuvieron que soportar el miedo y el terror. Tanto que todavía hay personas que no saben dónde están sus familiares desaparecidos. Y ya no es por remover el pasado, sino para poder cerrar una etapa y poder darles una despedida y una sepultura digna.
Confío en que se pueda ir encontrando más fosas y cuerpos de desaparecidos a partir de ahora y poder contar la Historia de las personas que desgraciadamente no tuvieron la oportunidad de vivir para contarla. Por último, como han hecho los familiares de las víctimas, quería agradecer al equipo de trabajo de las excavaciones de Pico Reja su trabajo por ayudar a descubrir y enseñar el periodo de tiempo en el que hubo tantos asesinatos.