BARRANCO DE VÍZNAR (III). «Un camino hacia la verdad y la justicia».

Antes de empezar a reflexionar sobre la salido que realizamos el pasado 9 de mayo al lugar de memoria del Barranco de Víznar, voy a empezar por definir una serie de conceptos básicos como son el de «memoria histórica», «memoria democrática» y «genocidio franquista».

La memoria histórica es un concepto que se refiere al proceso de preservar y recordar desde una perspectiva democrática los hechos históricos del pasado, especialmente aquellos relacionados con periodos de represión, dictaduras o violaciones de derechos humanos. Eso implica, además, un enfoque que busca reconocer y dar visibilidad a todas las partes afectadas por esos sucesos.

La memoria democrática busca compensar la injusticia y ausencia común y colectiva al hacer hincapié en la verdad, la justicia y la reparación de las victimas y familiares, y asegurar la no repetición de aquellos hechos violentos. También, implica la investigación y difusión de los hechos históricos, así como dar lugar a espacios para la reflexión o el diálogo en la sociedad sobre su pasado, incluyendo así museos, monumentos o archivos para conmemorar la preservación de la memoria democrática e histórica, como es el caso del Barranco de Víznar, y sobre todo para enseñar a las generaciones futuras sobre los errores del pasado y la importancia de defender los valores democráticos y los derechos universales del ser humano. En resumen, la memoria democrática es fundamental para construir sociedades más justas y respetuosas a los derechos humanos.

Por otra parte, el genocidio franquista hace referencia a las atrocidades que se cometieron durante la Guerra Civil Española (1936-1939) y a lo largo de toda la dictadura siguiente (1939-1975). Durante este periodo se llevaron a cabo numerosos asesinatos, desapariciones forzosas, torturas, detenciones, persecuciones, represiones, robos de bebés y de bienes y propiedades a los vencidos, etc. El régimen franquista buscaba la represión y eliminación de cualquier oposición política, cultural, económica y social. Esto incluye partidos y partidarios de izquierdas, intelectuales, minorías étnicas y religiosas, entre otras. Fue un genocidio en toda regla, una eliminación total y sistemática por razón de sexo, religión e ideología, tal y como lo define la propia R.A.E., dejando una huella profunda e imborrable en la sociedad española y generando debates políticos, sociales y familiares sobre la memoria histórica, la justicia, la verdad o la reconciliación.

En cuanto a la visita al Barranco de Víznar, este es un lugar emblemático que se encuentra en la provincia de Granada, conocido mayormente, además de por su pan, por ser el lugar elegido por los sublevados para ejecutar durante la guerra a cientos de personas, entre los que se cree que se encuentra Federico García Lorca. Este Barranco se convirtió en un símbolo de la represión franquista durante ese periodo. Hoy en día, el Barranco de Víznar es un lugar de memoria histórica y un destino de peregrinación para aquellos que les interesa la vida de Lorca, pero sobre todo también para aquellos familiares que siguen buscando a sus familiares que allí fueron ejecutados y metidos en fosas para eliminarlos y hacerlos desaparecer. Es por eso que este lugar es objeto de iniciativas para la conmemoración y recuerdo de las víctimas asesinadas. Desde hace unos años se está realizando un profundo trabajo de localización y recuperación de esas víctimas por un equipo interdisciplinar de especialistas: historiadores, arqueólogos, sociólogos y antropólogos, los cuales hacen una función muy importante y que sirve como recordatorio de los horrores de la guerra y la importancia de honrar a las victimas y promover el respeto a los derechos humanos.

Tanto el barranco como el laboratorio donde realizan las tareas de documentación y estudio, este equipo de la Universidad de Granada nos ofreció una buena explicación de lo que hacen, cómo lo hacen y por qué es importante hacerlo, lo que nos da un conocimiento y un aprendizaje preciosos que contrastan con la trágica histórica que hay detrás. Como lugar emblemático que es se organizan actividades culturales y memorialistas, visitas guiadas abiertas a todo el público y a escolares, como fue nuestro caso para ver cara a cara una de las partes más oscuras de nuestro pasado y sensibilizarnos sobre estos acontecimientos.

El trabajo que este equipo y todos su colaboradores están desarrollando, además de ser una fuente de información y un rayito de luz para aquellos familiares que buscan cerrar su herida, también es, como ya he dicho, un recordatorio de la importancia de la memoria histórica. Y de nuevo mencionar la importancia de la historia en nuestras vidas ya que no solo somos lo que dicen los libros, sino que hay más, más historia de la que pensamos y conocemos y que, mediante las historias personales y familiares y las investigaciones de especialistas como los del equipo de Víznar, podemos conseguir otra visión y perspectiva más profunda y «real» sobre lo que fue y cómo se sufrió la guerra y la dictadura franquista.

Y para finalizar, quiero concluir que tanto la excursión como este trabajo y todos los que hemos ido realizando a lo largo del curso, son una llamada a la memoria activa sobre todo de los jóvenes, una llamada a mantener viva la llama de la esperanza y el interés por la historia, nuestra historia, ya que no solo debe ser aprender por aprobar sino un interés moral y ético, y en cierto modo por un camino hacia la verdad y la justicia, a nuestra verdad y a nuestra justicia.

ALUMDENA VIOLA RODRÍGUEZ

1º de Bachillerato-B

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