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DE QUÉ VA ESTO

Ya hace un tiempo que comencé a ver al ser humano como una máquina programable. Imagino que el origen de esa idea viene de mi formación en el mundo de la computación. En la programación de ordenadores, si nos referimos a ordenares no cuánticos, se utiliza un lenguaje binario siendo las unidades de información el 0 y el 1. En el caso de la programación del ADN se utiliza un lenguaje cuaternario, en este caso no se usan el 0 y el 1 sino T (Timina), A (Adenina), C (Citosina) y G (Guanina).

El cuerpo humano está formado por células que son la unidad básica de nuestro organismo. Se cumple que cada una de estas células que constituyen nuestro organismo contienen, en su núcleo, exactamente el mismo ADN.

Nuestro cuerpo 3D surge de una única célula resultante de la fusión de un espermatozoide con un óvulo. En el núcleo de esta célula se encuentra un nuevo y único ADN en el que se recoge herencia tanto del padre como de la madre. Esta primera célula da origen a dos células idénticas, y cada una de estas a otras dos, y así va aconteciendo durante los nueve meses que dura el embarazo hasta que se forma el cuerpo por completo. Esta es la explicación de que el ADN sea el mismo en todas las células de un ser humano.

En la cadena de ADN de la primera célula, formada de la fusión del óvulo y el espermatozoide, está almacenada toda la información necesaria para el funcionamiento de nuestro cuerpo. Yo diría que en el ADN está almacenado todo el software (programas) que nuestro cuerpo necesita para su perfecto funcionamiento. Los elementos que se usan para programar el ADN son cuatro bases nitrogenadas: T (Timina), A (Adenina), C (Citosina) y G (Guanina)

Timina	Adenina	Citosina	Guanina

Años atrás el mundo de la ciencia se lanzó al conocimiento del genoma humano con el convencimiento de que ahí radicaba la clave de la vida. Con posterioridad se descubrió que la secuencia de ADN no es suficiente para explicar nuestro desarrollo como seres humanos.

Podríamos explicar todo esto del siguiente modo:

el ADN contiene todas las posibilidades adaptativas de nuestro cuerpo 3D.
Cada una de estas posibilidades se activan o desactivan haciendo uso de una especie de interruptores permitiendo, de este modo, activar las partes del ADN que se necesitan dejando inactivas el resto.
Estos interruptores son las etiquetas epigenéticas y se usan para tapar y destapar los genes permitiendo o impidiendo que estos puedan ser leídos. La ciencia que estudia todo esto es la Epigenética.

RESUMEN

Los seres humanos somos unas máquinas autoprogramables, nos programamos de manera automáticamente para ir adaptandonos a nuestro entorno. De alguna manera nuestro cuerpo percibe todo lo que le rodea y va autoprogramandose quitando y poniendo etiquetas epigenéticas para lograr una perfecta adaptación al entorno. Podemos decir que nosotros somos la suma de nuestro ADN más nuestra interacción con el entorno.

Surge una cuestión en todo esto, ¿nosotros podemos hacer algo para quitar o poner etiquetas epigenéticas?, dicho de otro modo, ¿es posible la autoprogramación de manera consciente?, la respuesta es…. SI.

Los interruptores están controlados por el entorno y la constante interacción con él. Todo lo que forma parte de tu entorno (lo que comes, tus emociones, las vibraciones, tu actividad física) influye en la apertura o clausura de esos millones de interruptores en tu ADN.

REPROGRAMACIÓN DEL ADN

Ya hemos visto que es posible que nosotros mismos podamos restablecer el ADN, la pregunta que viene ahora es… ¿es posible aplicar algún tipo de energía exterior que permita restaurar el ADN?. La respuesta a esto no es científica pero el creer en esta posibilidad va a depender de cada cual.

Ahí mando unos cuantos razonamientos y que cada cual crea lo que vea correcto:

Si crees en la astrología podemos explicar esta como la influencia de los astros que se graba en nuestro ADN en el momento de nacer. La confluencia de los astros justo en el momento de nuestro nacimiento origina una energía concreta que queda almacenada en nuestro ADN mediante las etiquetas epigenéticas correspondientes. Recordemos que somos máquinas que nos autoprogramamos en función de nuestro entorno, y la primera energía que percibimos al nacer es la creada por la conjunción planetaria en el momento de nuestro nacimiento.
¿Es posible conducir energía con la intención de restaurar la el ADN?, hay algunos libros que tratan sobre eso y que proponen ejercicios para lograr tal fin. Los libros de este tipo suelen ser de autosanación.

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