La técnica del «zentangle«. consiste, básicamente, en dibujar elementos simples y repetitivos hasta rellenar una superficie determinada. A esta técnica se le atribuyen efectos positivos para la mente, como la relajación y la mejora de la autoestima, entre otros. No se trata de trazar elementos complicados sino que hay que dejar fluir la imaginación.
Al principio cuesta un poco arrancar, porque no se nos ocurre nada, o simplemente nos da vergüenza no hacerlo bien. Por eso conviene empezar con el diseño de patrones. Basta con dividir un folio en pequeños recuadros y rellenar cada uno con un motivo decorativo. Todos sabemos hacer garabatos, pero de lo que se trata es de hacerlos de forma ordenada y realizarlos con una finalidad concreta, es decir, obtener una superficie decorativa agradable a la vista.
Aquí os dejo unos cuantos vídeos que ilustran muy bien la actividad propuesta.