María Juana Moliner Ruiz fue una filóloga española nacida en Madrid en 1900. Formada en el Estudio de filología de Aragón y en la Universidad de Zaragoza. Se licenció en 1921 en la especialidad de Historia, la única existente en la facultad de filosofía y letras con las máximas calificaciones y Premio Extraordinario, siendo una de las primeras mujeres universitarias españolas. Desempeñó importantes cargos en el campo profesional de las bibliotecas y archivos, y redactó durante muchos años el Diccionario de uso del español, que apareció en dos volúmenes en 1966 y es uno de los repertorios lexicográficos más importantes del español.
Conoció a Fernando Ramón Ferrando, por entonces joven licenciado en Física, con quien se casó en 1925, y entonces nacieron sus dos primeros hijos: Enrique (investigador médico) y Fernando (arquitecto). Trasladada la familia a Valencia, nacen los dos hijos menores: Carmen (filóloga) y Pedro (ingeniero industrial).
Madre de cuatro hijos, inició la labor lexicográfica del diccionario con la intención de obtener unos beneficios que ayudasen a uno de sus hijos a financiar una clínica. Pensó que cinco años serían suficientes para concluir el trabajo, pero finalmente se pasó quince frente a su máquina de escribir, su lápiz y su goma de borrar.
En el decenio 1929-1939 tomó parte activa en la política bibliotecaria nacional, colaborando con la Institución Libre de Enseñanza en proyectos como las Misiones Pedagógicas. Su inclinación por el archivo, por la organización de bibliotecas y por la difusión cultural, la llevó a reflexionar sobre ello en varios textos: Bibliotecas rurales y redes de bibliotecas en España (1935) y a una participación muy activa en el grupo de trabajo que publicó, de forma colectiva, las instrucciones para el servicio de pequeñas bibliotecas, un trabajo vinculado a las mencionadas Misiones Pedagógicas proyectadas y puestas en marcha por la Segunda República Española.
En 1939, tras la derrota de la Segunda República Española el matrimonio sufrió los excesos de la depuración franquista del magisterio español; él perdió la cátedra y fue trasladado a Murcia, y María regresó al Archivo de Hacienda de Valencia, bajando dieciocho niveles en el escalafón del Cuerpo. No obstante, en 1946 su marido fue rehabilitado, pasando como catedrático de Física a la Universidad de Salamanca. La familia se instala en Madrid y María se incorpora a la Biblioteca de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Madrid, llegando a ser su directora hasta su jubilación en 1970.
Fallece en 1981, en su casa de la calle Santa Engracia.
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