Si estás pasando por una ruptura en tu relación es necesario que prestes mucha atención a tus hijos, ya que se ha comprobado que la desintegración familiar tiene un gran impacto en la salud mental de los niños, sobre todo en los casos cuando la separación se produjo de forma violenta y muy problemática.

Normalmente la desintegración familiar se lleva a cabo cuando una pareja se separa, haciendo que uno de los padres se vaya del hogar y separa el núcleo familiar con el que los niños crecieron, esto a pesar de que los niños sigan viendo a ambos padres después de la ruptura.

Así, las separaciones se pueden llevar a cabo de muchas formas muy distintas, y todas ellas tendrán un efecto en la salud del niño, aunque está claro que algunas afectarán más que otras.

Para que puedas darte una mejor idea de qué forma se ve afectado un niño dependiendo del tipo de ruptura, a continuación, te explicaremos lo que sucede en cada escenario:

Distintos tipos de ruptura y cómo afectan a los niños

Ruptura amistosa (ambos ven a los niños)

Está claro que este es el mejor escenario posible en una separación en la que la pareja haya decidido separarse por el desgaste de la relación y la falta de enamoramiento, sin problemas o peleas grandes.

En este tipo de separaciones los problemas causados a los niños no suelen tener un gran impacto, inclusive puede que el niño no se vea afectado a largo plazo, pero siempre que los padres no pierdan el control y le sigan poniendo la misma atención a los niños, haciendo lo posible porque la vida de los niños cambie lo menos posible.

Está claro que el niño se pondrá triste en un primer momento, pero con paciencia, dedicación y amor, el niño entenderá que no es el fin de su vida.

Ruptura problemática (problemas para compartir custodia)

En caso de que la pareja se haya separado por un caso de infidelidad y haya problemas durante la separación, entonces la situación será mucho peor para el niño.

Para estas separaciones se debe de hacer lo posible por evitar manipular a los niños y hablarle mal sobre su papá o mamá (dependiendo de con quien esté), jamás se debe de poner al hijo del lado de alguien, sin importar cuál haya sido la razón del rompimiento.

Todos sabemos que una separación puede ser muy dolorosa, pero es necesario hacer ese dolor aun lado y pensar siempre en los niños y en lo que ellos están pensando, de forma que se vean afectados lo menos posible. Si no se toman las precauciones necesarias el niño podría crecer deprimido o furioso, además de tener algunos problemas sociales.

Ruptura con violencia familiar

Este es el peor escenario por el que puede pasar cualquier miembro de la familia, pero especialmente en el caso de los niños. Vivir durante mucho tiempo situaciones de peleas, gritos e incluso golpes, afectarán profundamente a la salud mental del niño, de forma que será obligatorio que consiga ayuda psicológica para que pueda asimilarlo mejor y seguir adelante con su vida con el paso del tiempo.

Si no se le da la atención necesaria, es probable que cuando sea más grande desarrolle problemas mentales y que tenga una baja autoestima, así como un comportamiento poco apropiado y violento hacia las demás personas, como acoso escolar, ira, fracaso escolar, problemas para conseguir empleo, etc.

Así, dependiendo de la situación cambiará la forma en la que el niño se vea afectado, pero en cualquiera de los casos es importante que el niño se sienta amado y que sus padres le presten toda la atención posible para que no se vea tan afectado.