LOS POLLITOS REDUCEN EL RUIDO

¿Y os imagináis 25 sillas moviéndose y arrastrándose? El ruido que se genera en una clase cuando se arrastran 25 sillas a la vez es una auténtica tortura para todos… y sobre manera afecta a los niños/as con algún tipo de trastorno en su conducta,  provocando situaciones de ansiedad, rabietas, etc.

En la clase de 4 años A. esta semana hemos trabajado en una actividad muy especial. Se trata colocar pelotas de tenis para en las patas de las sillas y de las mesas del aula de LOS POLLITOS. Antes de su colocación le hemos explicado la importancia que tiene para todos reducir el nivel de ruido en nuestro aula, a quienes beneficiará, cómo lo íbamos a hacer y… hasta hemos hecho algunas demostraciones. Algunos se han acercado bastante en sus estrategias para conseguir reducir el ruido del aula.

 

Esta iniciativa, aunque sencilla, es de las más efectivas, puesto que las pelotas de tenis colocadas en las patas de las sillas y mesas de las aulas hacen de pantallas y amortiguan el desagradable chirrido al arrastrarlas por el suelo. Esto supone un gran alivio para docentes y alumnos. Se genera una dinámica de clase muy favorable, reduciendo el estrés que provocan los ruidos inesperados, mejora la propia comunicación entre los mismos niños y/o las actividades cotidianas. Por mucho que arrastren las sillas los peques, ¡es imposible hacer ruido! En fin, una gozada para nuestros oídos, nuestra tranquilidad y bienestar en el aula.

 

Esta medida aliviará a todos pero tenemos que destacar beneficios incalculables para los alumnos especialmente sensibles a los ruidos fuertes y estridentes, como la mayoría de los afectados por un trastorno, diversidad funcional, etc. Para ellos esto puede suponer un punto de inflexión entre un ambiento relajado de trabajo y un episodio más cerca de una pesadilla que de un día de colegio, juego y aprendizaje. Los docentes destacan los múltiples beneficios de esta sencilla medida, que mejora el ambiente en el aula, la concentración y el rendimiento de los alumnos.

Esta experiencia no es nueva, ya desde el año 2014 datan experiencias y prácticas positivas relacionadas con este sistema para reducir los ruidos en las aulas y que están demostradas especialmente útiles en niños con alguna discapacidad o trastorno específico.

Por último queremos dar las gracias al Centro de Tecnificación de Tenis Blas Infante, situado en Sevilla Este por regalarnos todas estas pelotas con las que ahora contamos en las patas de nuestras sillas y mesas ya que sin ellas no podríamos haber puesto en marcha esta medida. También agradecer a Sonia y Zoraida, monitoras del aula matinal por su ayuda a la hora de abrir las pelotas.

Manoli Oliva y Sonia Lora

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