Hola chicas y chicos, ¿cómo va esa organización del estudio? Hoy os presento a dos estudiantes de oboe, Juan y Lucía. Los dos tienen hábitos acertados y otros no tanto, ¿sabréis distinguir los que mejor os funcionan a vosotras/os?
¡Hola Juan, hola Lucía!


A los dos les encanta la música y a los dos les encanta el oboe. Sin embargo, sus estrategias de práctica son un poco diferentes. Hoy vamos a preguntarles sobre el lugar en el que suelen practicar.
¡Comenzamos!
¿Practicáis siempre en el mismo lugar? Empezamos por ti, Juan

Yo suelo practicar donde encuentro un sitio. La verdad es que mi cuarto está siempre un poco desordenado, así que busco cualquier pequeño espacio en él o en la casa para poder montar mi oboe.
Yo soy una apasionada del orden. Suelo tener espacio en mi cuarto para practicar, y siempre lo hago en mi rincón favorito, dedicado a la música.
¿Tenéis el oboe y el material a mano cuando vais a tocar?
Ya sabéis que el instrumento es caro, así que mis padres me tienen dicho que siempre esté bien guardado dentro de la mochila, dentro del armario. Para tocar, saco el oboe de dentro de la mochila, de dentro del armario. Busco una superficie libre y lo monto.
Como suelo dejarme en clase el bote de agua, busco un vaso para mojar la caña. También saco las partituras de la mochila, que suelo llevar sueltas y desordenadas y busco algo para tocar. Tengo agenda, porque el profe insiste en ello, pero no sé dónde anda, así que toco lo primero que encuentro.
Eso sí, mi metrónomo me encanta y siempre lo llevo junto al oboe.
Mi estrategia es distinta. Por consejo de mis padres, siempre que llego a casa después de las clases del conser, pongo el estuche del oboe en un lugar reservado en mi escritorio. Allí tengo un bote preparado para mojar las cañas cuando tengo que tocar.
Las partituras de clase siempre se quedan en la mochila. Para practicar en casa utilizo la tablet, que está limpia de anotaciones del profesor.
El metrónomo no sé dónde está, probablemente no tiene pilas, pero me las arreglo con una aplicación de metrónomo en el móvil. Confieso que a veces eso me hace distraerme, porque ¡no puedo ignorar una notificación!
¿Utilizáis atril, y una silla adecuada?
¡Atril sí, claro! Menudo dolor de espalda tendría si no. El atril siempre está montado y listo para utilizarse. Cuando toco sentado busco una silla adecuada, como aconseja el profe. Si no la encuentro, toco de pie.
Yo no utilizo atril. Como tengo un teclado en la habitación, leo las partituras en el atril del mismo. Ahora que escucho a Juan, es probable que no sea muy bueno para mi espalda, porque no puedo ajustar la altura a mi gusto. En cuanto a la silla, pues a veces me siento en la cama y otras en la silla de escritorio, con la que hago las tareas del instituto.
Por último, ¿vuestro lugar de práctica es tranquilo y os permite estar concentrados?
¡Qué va! Como practico en cualquier lugar, siempre anda por ahí alguien hablándome o haciendo algo que me distrae: mi padre limpiando, mi perro haciendo monadas, o mi hermana jugando a lo que sea.
Yo sí tengo tranquilidad. Como dije, siempre practico en mi cuarto. Está bien iluminado, bien ventilado y no hay familiares desfilando por ahí. Quizá pueda distraerme un poco el ordenador si está encendido, o el móvil como he dicho antes.
Muchas gracias chicos, ¡nos veremos en la próxima entrevista!