Aprendiendo francés, pero enseñando nuestro país.

Un nuevo día en el Primrose, tan ocupados como todos los anteriores. Hoy hemos asistido a clase de francés, hemos compartido con el alumnado de tercero «cositas» de nuestro país y hemos acompañado a los más pequeños en un viaje hacia nuestro colegio.

Al llegar, la profesora de francés Pippa nos esperaba para contarnos cómo son las clases de francés, en qué aspectos centran su atención a la hora de enseñar y cuánto tiempo dedican a este segundo idioma. De todo esto, lo último es lo más sorprendente, pues sólo tienen media hora de clase a la semana… ¿os imagináis? ¡Y empiezan en tercero!

Después del break, la «seño» de tercero había pedido que hablásemos sobre España en su clase  y por supuesto, aceptamos. Preparamos un concurso para hablar de comida, pero claro, comida típica de nuestro país… ¿se os ocurre alguna? Pues claro: salmorejo, flamenquines, tortilla de patatas y por supuesto, paella. Además, les contamos como es nuestra bandera y de dónde venimos. Ya casi todos conocen nuestro colegio en el Primrose.

Para terminar la mañana fuimos a la clase que ellos llaman Reception, que es como nuestro Infantil de cinco años. Acaban de cambiarles el aula por una nueva…

¡¿Os gusta eh?! A nosotros también. Resulta que con este cambio las dos clases que tenían se convierten en una sola y allí se encuentran ni más ni menos que sesenta niños. Eso si por un momento y sin contarnos a nosotros había en el aula cinco profesores y cinco asistentes.

De nuevo hablamos de nuestro país, nuestro colegio, aprendimos un poquito de español y cantamos juntos la canción de los días de la semana. Ellos me la cantaron en inglés y yo más que cantar la «destrocé» un poquito en español.

Cuando salimos a las tres nos pusimos a recorrer la ciudad para buscaros algunas preguntillas, de modo que… ¿por dónde hemos andurreado hoy? ¿Podéis decirnos cuáles son estos lugares?

See you tomorrow!!!