ERASMUS+ VISITAS A CENTROS ESCOLARES EN DUBLÍN

Aon, dó, trí, ceathair, cúig, sé, seacht, ocht, naoi, deich… algo que hasta entonces nos habría sonado a elfos de Tolkien formulando una bendición mágica, se convirtió en un momento entrañable al oírlo recitar de la voz de la pequeña Tara (nombre irlandés no real) en su clase de lengua gaélica; esa antiquísima familia de lenguas que se remonta a la tierna infancia de los europeos y que a duras penas sobrevive en algunas regiones de nuestro continente, en parte gracias a los esfuerzos institucionales.

 

Y es que la última jornada de nuestro curso nos brindó la oportunidad de visitar la Scoil Chaitríona An Chúlóg, una escuela católica dublinesa de educación primaria. La directiva y el personal de este centro nos obsequió con una cálida bienvenida y nos abrió generosamente las puertas de su colegio. Después de un dulce desayuno en su sala de profesorado, visitamos clase a clase un funcional y sencillo módulo de aulas prefabricadas que provisionalmente son utilizadas para suplir los espacios del edificio principal que el pasado verano sufrieron un incendio. A pesar de ello, la sensación en las estancias es acogedora por sus dimensiones, climatización, mobiliario y decoración.

 

No fue diferente el recibimiento del jovencísimo alumnado, que con curiosidad miraba a este grupo de teachers provenientes de Germany, Croatia o de ese soleado lugar donde veranea su familia -Spain-.

What language do you use in class?

Do you send homework everyday? What about for the weekends?

How many subjects do you have in your schools?

Estas fueron algunas de las preguntas que tímidamente fueron animándose a hacernos. Los más atrevidos, incluso, nos mostraron sus cuadernos, exámenes, trabajos manuales, o nos brindaron un “hola” en nuestra lengua.

 

 

 

La desenvoltura de nuestra compañera Mónica y la hospitalidad de nuestros anfitriones hizo que, sobre la marcha, se gestionase también una visita al vecino instituto de secundaria -que no estaba prevista inicialmente- a pesar de estar desarrollándose simulacros de pruebas estatales en este centro.

 

En el Mercy College también recibimos la acogedora bienvenida y guía de su director y equipo. Primeramente, tuvimos una interesante charla donde intercambiamos experiencias e impresiones sobre los sistemas educativos y niveles a los que nos dedicamos (concretamente en los campos de bilingüismo y atención a la diversidad). El director del centro resaltó, además, la creciente demanda que el alumnado de secundaria irlandés tiene en cursar el estudio del español como lengua extranjera, donde se oferta junto con el francés y el alemán. La visita continuó con un recorrido por diferentes aulas y estancias de este pequeño instituto.

Nuevamente, nos sorprendió la armonía y tranquilidad imperante y el carácter acogedor que se sentía en cada clase dedicada a las diferentes materias dadas. También nos sorprendió la amplitud de los espacios y la dimensión de los grupos, así como la existencia de alrededor de cuatro equipos informáticos en cada aula y de instrumentos musicales o de otra índole en los talleres y laboratorios correspondientes además de la tematización de las paredes y los espacios con las creaciones, proyectos, concursos, certámenes y actividades extraescolares desarrollados por el alumnado.

 

 

 

 

 

Agradeciendo la dedicación que recibimos pese a lo improvisado y recompensando nuestro interés por conocer también la etapa de la secundaria en Irlanda, regresamos al colegio de primaria donde nos ofrecieron un almuerzo durante su recreo. Tales muestras de hospitalidad fueron coronadas con el acompañamiento de su Jefa de Estudios, que nos había guiado toda la mañana durante la visita a ambos centros y nos acompañó incluso hasta la estación de tren del barrio, camino de nuestra visita a la villa pesquera de Howth. 

 

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