El Vega de Mijas en Cracovia

Trece alumn@s y dos profesores/as del IES Vega de Mijas viajamos a Cracovia durante el mes de abril de 2024 con una beca Erasmus. Ya nos habían visitado en Mijas el enero anterior y ya nos conocíamos bastante bien. Habían sido largos meses de trabajo de organización y preparativos para poder viajar, pero todo había valido la pena. Pasamos una semana extraordinaria.

 

Tod@s los alumn@s estaban muy nervios@s y los profesor@s también. Necesitábamos saber si teníamos toda la documentación bien hecha y preparada y queríamos llegar a tiempo para pasar las los lineales de seguridad del aeropuerto de Málaga. Salimos de España llenos de emoción. Cuando llegamos allí, ya nuestr@s amigos nos estaban esperando. Aunque nuestras maletas tardaron en llegar, nos esperaron con paciencia. Cada uno de nuestros estudiantes podía permanecer en casa de algún compañer@ polac@, tal y como había ocurrido cuando nos visitaron. Era la tarde-noche del 6 de abril de 2024.

 

 

La profesora Ela nos llevó a los profesor@s en tranvía hasta el centro de Cracovia y nos acompañó a hasta nuestro alojamiento. Nada más llegar, nos dimos cuenta de que había muchas similitudes y diferencias entre nuestros dos países. Los padres y madres de l@s estudiantes polac@s recogieron a los alumnos españoles.

 

El domingo día 7 de abril nuestros alumn@s pasarían el día con las familias de acogida, mientras que los profesor@s pudimos hacer una pequeña excursión al barrio comunista de Nowa Huta. Con la agradable compañía de la profesora Ela, pudimos visitar las calles rectilíneas y anchas de ese barrio comunista, atravesado por líneas de tranvía y exóticos parques con puestos callejeros, edificios públicos, iglesias e hileras de calles y edificios de viviendas sin fin.

 

 

El lunes vimos por fin su instituto. Estaba en un lugar muy céntrico. El tranvía pasaba muy cerca de allí. Detrás del instituto había un parque con unos graffitis muy hermosos. Nuestr@s alumn@s pasaron allí la mañana recibiendo clases de distintas materias, como si fueran verdaderos alumn@s polac@s. Ese mismo día nos llevaron a comer cerca del instituto y almorzamos tod@s juntos. Por la tarde los alumnos volvieron a las casas de sus compañer@s y los profesores recorrimos Cracovia. Anduvimos muchísimo, porque todo nos gustaba y nos llamaba la atención.

 

 

El martes día 9 de abril tuvimos una visita guiada al centro de Cracovia. Paseamos por el casco antiguo, entramos en la antigua universidad y entramos al Castillo de Wawel. Allí nos contaron la historia del dragón que quería quemar la ciudad y el sastre que llenó la boca del dragón con una bala de paja. Ese mismo días también almorzamos juntos y probamos los famosos pierogi y después pudimos visitar el museo Czartoryski, donde pudimos disfrutar de la vista de numerosos objetos antiguos y obras de arte, entre las que se encontraban La Dama del Armiño de Leonardo.

 

 

El día miércoles 10 visitamos las minas de sal Wieliczka. Viajamos en tranvía con una profesora de alemán que se llama Sylvia. Las minas de sal están llenas de pasadizos, esculturas de sal y animaciones audiovisuales para comprender su historia. Los escalones para bajar al fondo se hacían interminables. De regreso, otro tranvía y de vuelta al instituto, donde nos enseñaron algunos bailes típicos polacos. Los profesores se habían puesto incluso el atuendo típico para hacernos disfrutar al máximo de la experiencia.

 

 

El jueves día 11 de abril tuvimos una visita guiada por el barrio judío de Kazimierz y el gueto de Carcovia. Después de almorzar nos dirigimos al campo de concentración de Auschwitz-Birkenau. Aunque las historias que nos contaron eran cada vez más tristes y espeluznantes, nuestra visita fue extremadamente interesante.

 

Nuestra visita a Szczawnica, las Montañas Pieniny y el castillo Czorsztyn fueron de lo mejor. Desde las almenas del castillo se podía ver Eslovaquia y el recorrido en barca por el río  Dunajec fue de lo más bonito. Después del increíble paseo, donde pudimos incluso remar con el barquero, fuimos a comer todos juntos en un restaurante típico en un bosque con unos paisajes fantásticos. Antes de regresar, nos comimos un helado todos juntos y regresamos a Cracovia en el bus.

 

 

El día del regreso, l@s alum@s polac@s nos hicieron unos juegos con preguntas sobre Polonia y Cracovia en las pantallas digitales. Después nos hicieron una entrega de diplomas y ya pudimos volver a nuestros alojamientos para preparar el viaje de regreso. La despedida fue muy triste. Habían congeniado tanto, que los español@s no querían irse y los polac@os nos los querían dejar que se fueran. Regresamos todos sanos y salvos, excepto por alguna gastroenteritis y un retraso de última hora por la seguridad del aeropuerto.