UNIDAD 8.- LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
1.- Las relaciones internacionales entre 1870 y 1914
La Primera Guerra Mundial no puede concebirse sin un análisis de las relaciones internacionales en el período entre 1870 y 1914. Dichas relaciones se pueden dividir en dos grandes etapas: una primera entre 1870 y 1890, dominada por la figura de Otto von Bismarck y sus “sistemas bismarckianos”; y una segunda, entre 1890 y 1914, conocida como la Paz Armada, donde se aceleran los mecanismos que concluirán con el conflicto mundial.
1.1.- Los Sistemas Bismarckianos (1870-1890)
En este período será Otto von Bismarck el árbitro de las relaciones internacionales, con un objetivo primordial en su política diplomática, aislar diplomáticamente a Francia para evitar, de ese modo, posibles revanchas francesas tras la guerra francoprusiana en 1870. Para ello pondrá en marcha un sistema de alianzas, conocido como los “sistemas bismarckianos”, que serán los referentes diplomáticos de las relaciones internacionales en este período.
Los sistemas bismarckianos serán tres: el primero se desarrollará entre 1871 y 1878. Se inicia con la firma de ayuda mutua entre Rusia y Alemania, y entre Austria y Rusia en 1871, lo que en 1873 se convertirá en la Entente de los Tres Emperadores. Sin embargo, los problemas balcánicos y los intereses contrarios entre Rusia y Austria pondrán fin a este sistema. En 1876 tras la firma del Tratado de San Stéfano se creará la Gran Bulgaria, aliada de Austria en la zona balcánica, lo que despertará los recelos de Rusia y Gran Bretaña. Ante este hecho, Bismarck reúne a las potencias europeas en el Congreso de Berlín de 1878, en el cual se acabará con la Gran Bulgaria. Sin embargo, pese a que Rusia conseguiría su objetivo de acabar con un gran aliado austriaco en la zona balcánica, los recelos rusos frente a sus aliados en la Entente de los Tres Emperadores, y el desprecio a las nacionalidades balcánicas durante el congreso de Berlín, llevarán a Rusia a abandonar la Entente de los Tres Emperadores en 1878.
El segundo sistema bismarckiano se desarrollará entre 1879 y 1886. Se inicia con la firma de la Dúplice Alianza entre Alemania y Austria en 1879, seguida de la renovación de la Entente de los Tres Emperadores en 1881. A todo ello debemos unir la unión de Italia a la Dúplice Alianza, convirtiéndose en Triple Alianza. Sin embargo, el nuevo estallido de conflictos nacionalistas en los Balcanes a partir de 1885 provocará el florecimiento de las rivalidades territoriales entre Austria y Rusia, por lo que en 1886 Rusia abandonará la Entente de los Tres Emperadores, finiquitando el segundo sistema bismarckiano.
El tercer sistema bismarckiano se producirá en 1887 con la firma del Tratado Ultrasecreto de Reaseguro entre Alemania y Rusia, donde Alemania se comprometía a no tomar parte en caso de conflicto entre Rusia y el Imperio Austrohúngaro.
En definitiva, este primer período de las relaciones internacionales, dominado por Alemania y su canciller Bismarck, supondrá el acercamiento de Rusia al bloque alemán y el completo aislamiento diplomático de Francia.
1.2.- La Paz Armada (1890-1914)
Este nuevo período se inicia en 1890 con la caída del canciller alemán Otto von Bismarck debido a la nueva política implantada por el nuevo káiser Guillermo II, quién en 1888 llega al trono imperial alemán. Guillermo II será partidario de un cambio radical en las relaciones internacionales implantando una nueva política exterior, la conocida como “weltpolitik”, de carácter agresivo con el inicio de la expansión colonial alemana. Este hecho provocará un cambio drástico en las relaciones internacionales que conducirá a la Primera Guerra Mundial.
La no renovación del Tratado de Reaseguro provocará el acercamiento entre Rusia y Francia, quienes en 1891 llegarán a un acuerdo de ayuda mutua y colaboración. Al mismo tiempo se produce el acercamiento entre Francia y Gran Bretaña, debido a la expansión colonial en África por parte de ambas potencias, y sobre todo tras el incidente de Fashoda en el río Nilo, acelerará el acercamiento entre ambos países. Éste se refrenda en 1904 con la firma de la Entente Cordiale entre Francia y Gran Bretaña. Posteriormente en 1907 se firmará la Triple Entente entre Gran Bretaña, Francia y Rusia. Por lo tanto, antes de 1914, nos encontramos con un panorama internacional dividido en dos bandos enfrentados: la Triple Alianza y la Triple Entente.
“Sus Majestades el Emperador de Austria y Rey de Hungría, el Emperador de Alemania, Rey de Prusia, y el Rey de Italia, animados del deseo de aumentar las garantías de la paz general, de fortificar el principio monárquico (…), han acordado la conclusión de un tratado (…).
Art. 1. (…) se comprometen recíprocamente paz y amistad, y no entrarán en alianza o compromiso alguno dirigido contra cualquiera de sus Estados (…).
Art. 2. En caso de que Italia, sin mediar provocación directa por su parte, fuese atacada por Francia por cualquier motivo, las otras dos Partes contratantes estarán dispuestas a prestar a la Parte atacada socorro y ayuda con todas sus fuerzas. La misma obligación incumbirá a Italia en caso de una agresión, no directamente provocada, de Francia contra Alemania.
Art. 3. Si una o dos de las Altas Partes contratantes, sin provocación directa por su parte, llegasen a ser atacadas y a encontrarse empeñadas en una guerra con dos o más grandes potencias no firmantes del presente tratado, el casus foederis se presentará simultáneamente para todas las Altas Partes contratantes.”
Art. 6 Las Altas Partes contratantes se prometen recíprocamente el secreto, tanto sobre el contenido como sobre la existencia del presente tratado.
Art. 7 El presente tratado se mantendrá en vigor durante el período de cinco años (…).
Hecho en Viena, el 20 de mayo de 1882.
La Triple Alianza (fragmento del Tratado).
1.3.- Las crisis periféricas
El sistema de alianzas en el que se convirtió la política internacional a principios del siglo XX se pondrá a prueba durante las primeras décadas de dicho siglo a través de unas crisis internacionales acaecidas en la periferia europea, como son Marruecos y los Balcanes.
Las crisis marroquíes tendrán como protagonistas a Francia y Alemania. La primera de ellas se produce en 1905 con la llegada del káiser Guillermo II a Tánger, lo que provoca la protesta formal de Francia, quedando resuelta la crisis con la Conferencia de Algeciras de 1906, donde saldrá beneficiada España. La segunda crisis marroquí se producirá en 1911 cuando el buque de guerra alemán Panther se sitúa frente a las costas de Añadir, con el pretexto de preservar los intereses de la población alemana en dicho territorio, lo que provocará el recelo de Francia, aunque de nuevo la diplomacia será la encargada de solventar la crisis.
Mucho más complejas serán las crisis balcánicas, que esconderán el enfrentamiento soterrado entre Rusia y Austria. La primera crisis balcánica se produce en 1908 cuando Austria anexiona Bosnia y Herzegovina, por lo que Rusia se prepara para el enfrentamiento. Sin embargo la ambigua posición de Francia en cuanto al apoyo a Rusia y el decidido apoyo alemán a Austria disuadirán a Rusia de iniciar un conflicto.
La segunda crisis balcánica serán las conocidas como “guerras balcánicas” entre 1912 y 1913. Se inician en 1912 con la guerra entre la Liga Balcánica, formada por Bulgaria, Grecia, Rumania y Serbia, contra el Imperio Turco. La victoria de la Liga es aplastante y las consecuencias se plasmarán en el Tratado de Londres, donde la gran beneficiada será Bulgaria, debido al apoyo de austriacos y alemanes. Este beneficio búlgaro provocará los recelos entre los demás países de la Liga, quienes en 1913, apoyados por los turcos, se enfrentarán a Bulgaria, venciéndola y estableciendo el Tratado de Bucarest donde los vencedores se reparten los territorios adquiridos por Bulgaria en 1912.
2.- Las causas de la Primera Guerra Mundial
Las causas que llevarán a la Primera Guerra Mundial serán complejas y variadas pero las podemos dividir en cuatro grandes grupos: causas políticas, ya analizadas en el apartado anterior, causas económicas, las causas sociales y psicológicas y por último el papel jugado por las potencias extraeuropeas.
En cuanto a las causas económicas decir que están provocadas por las peculiaridades de la economía surgida tras la Segunda Revolución Industrial, es decir, el colonialismo y el imperialismo. Las nuevas necesidades económicas surgidas tras la expansión industrial, como la necesidad de materias primas y de nuevos mercados, serán contrarrestadas a través de la expansión colonial. En este aspecto destacará el papel jugado por Gran Bretaña, donde su vasto imperio sirvió de impulso a una economía, de por sí ya desarrollada. En este contexto se sitúa la expansión económica alemana, refrendada en el aspecto político con la unificación de 1871, con la cual surgía una nueva potencia económica que pondría en cuestión la primacía económica británica.
Sin embargo la tardía unificación política alemana la dejó al margen de la expansión colonial, aunque también influyó la política europeísta de Bismarck, por lo que cuando su crecimiento económico necesitó de nuevas fuentes de obtención de materias primas y nuevos mercados se encontró con que el reparto colonial ya estaba efectuado. Por ello inició una nueva política colonial agresiva, la weltpolitik, que tenía como objetivo final un enfrentamiento entre las grandes potencias europeas con el fin de establecer un nuevo reparto del mundo. Para ello no dudo en torpedear el expansionismo de las potencias europeas, como sucedió en Marruecos contra Francia, e incluso apoyó con armas a los nacionalistas irlandeses del Ulster para, de este modo, evitar el expansionismo británico, pues debía enfrentarse al nacionalismo irlandés dentro de su propio territorio.
En cuanto a las causas sociales y psicológicas decir que en este período se produce una gran contradicción que afecta a todas las potencias europeas. Esta contradicción será que en tiempos de paz se produce una frenética carrera armamentística, por eso este período es conocido como la Paz Armada. En todos los países europeos se incrementa el gasto en defensa, promoviéndose el desarrollo y equipamiento, no sólo cuantitativo sino también cuantitativo, de las fuerzas armadas, e incluso se produce un incremento del período dedicado al servicio militar obligatorio, donde se pasa de dos a tres años.
A ello debemos unir la postura en los distintos países por parte de los estados mayores, opinión pública y clase política, todos ellos partidarios de la idea de inicio de un conflicto. Este apoyo masivo a la idea de guerra se genera por la propaganda por parte de los países europeos de que la guerra es la única solución para el desarrollo de los intereses económicos y territoriales de cada Estado. Por ejemplo en Francia la idea de una confrontación entre países supondría la revancha frente a la derrota prusiana en 1870 y la recuperación de los territorios de Alsacia y Lorena.
Por último decir que también es importante el papel jugado por las potencias extraeuropeas, sobre todo EEUU, quién desde un primer momento, pese a su no beligerancia, mostró su apoyo a la Triple Entente convirtiéndose en el principal proveedor y prestamista de las potencias de la Entente, hasta su entrada en el conflicto en 1917. Por su parte Japón veía en el conflicto europeo una posibilidad de arrebatar las colonias del Pacífico a Alemania y de esta manera iniciar su expansión colonial que sirviese de impulso para su recién iniciado desarrollo económico e industrial.
3.- El desarrollo de la Primera Guerra Mundial
El estallido del conflicto se producirá a mediados de 1914 tras una nueva crisis en los Balcanes. El 28 de junio de 1914, el archiduque austriaco Francisco Fernando, heredero del trono austrohúngaro, y su esposa son asesinados en Sarajevo a manos del estudiante serbio Gavrilo Princip, miembro de la organización secreta serbio “Mano Negra”. Tras el atentado, Austria impone un ultimátum a Serbia, donde las condiciones son inaceptables para los serbios. Tras la no aceptación por parte de Serbia del ultimátum, Austria se decide a acabar con Serbia y Rusia decide movilizar a su ejército. Tras este hecho se desencadenan los mecanismos de las alianzas internacionales, pues Alemania declara la guerra a Rusia el 1 de agosto de 1914, y el 3 de agosto Francia declara la guerra a Alemania. El 4 de agosto, tras la invasión de Bélgica, Gran Bretaña declara la guerra a Alemania.
El conflicto, que en un primer momento se pensaba que iba a ser corto, duró cuatro años, por lo que podemos dividirlo en distintas fases.
A) GUERRA DE MOVIMIENTOS (1914)
Alemania contaba con el problema de tener dos frentes abiertos, uno occidental frente a Francia y otro Oriental frente a Rusia. Para solucionar dicho problema se ideó una táctica de ataque conocida como “Plan Schlieffen”. Dicho plan consiste en iniciar una guerra rápida en el frente occidental que lo llevaría a conquistar París, y decapitar a Francia, para de este modo poder centrarse en el frente oriental y conquistar lentamente a Rusia.
Siguiendo este plan, el 3 de agosto Alemania invade dos países neutrales como son Bélgica y Luxemburgo, desde los cuales se introduce en Francia. La sorpresa del ataque provocará la desorganización francesa y el rápido avance alemán durante el mes de agosto. Sin embargo la llegada de refuerzos británicos y la reorganización de las tropas francesas provocarán que los alemanes sean detenidos en la batalla del Marne entre el 5 y el 12 de septiembre. La defensa del general francés Joffre provocará la paralización del avance alemán de von Moltke, por lo cual el frente occidental quedará estabilizado iniciándose la guerra de trincheras. Por lo tanto, el intento de decapitar a Francia tomando la capital París será un fracaso alemán, perdiendo el efecto sorpresa e iniciándose una guerra de desgaste, donde la Triple Alianza, que cuenta con los recursos coloniales tendrá ventaja.
Por su parte, los esfuerzos alemanes en el frente occidental provocarán que Rusia inicie una ofensiva en el frente oriental por las zonas de Prusia Oriental y Galitzia. Ante este hecho el general Hinderburg tomará el mando de las operaciones en el frente oriental. La superioridad del ejército alemán frente al ruso, mucho más atrasado, provocará las derrotas rusas en Tannenberg y los Lagos Masurianos, lo que detendrá el avance ruso e iniciará la expansión alemana por territorio ruso.
B) GUERRA DE POSICIONES (1915-1916).
En este período se produce la entrada en guerra de Turquía y Bulgaria a favor de los Imperios Centrales, y de Italia y Rumania a favor de la Triple Entente.
En el frente oriental, la superioridad alemana es aplastante por lo que Rusia se ve incapaz de parar el avance alemán, que se adentra en territorio ruso 500 km. Por su parte, la Triple Entente necesita del control de los estrechos del Bósforo y los Dardanelos para organizar la guerra junto a Rusia, sin embargo las fuerzas turcas consiguen detener a los aliados, con lo cual las conexiones entre las potencias de la Triple Entente quedan desactivadas.
Por su parte, en el frente occidental se impone un nuevo modo de conflicto, la guerra de trincheras. Miles de kilómetros de zanjas fueron excavadas a lo largo del frente, iniciándose un conflicto donde el desgaste y la fuerza psicológica supondrían las principales armas. También destacar el uso de nuevas armas, como el tanque o el avión, y también el inicio de la guerra química, donde el uso de gases tóxicos, a pesar de estar prohibidos, supondrían un efecto devastador para las tropas en conflicto.
En este período se produce la batalla más famosa de la Primera Guerra Mundial, la batalle de Verdún. Iniciada por los alemanes, la defensa francobritánica, comandada por el mariscal Petain, sustituido durante la batalla por el general George Nivelle, consiguió frenar el avance alemán. El resultado de la batalla, más de 500.000 muertos y apenas se consiguieron objetivos militares. Esta batalla fue respondida por las tropas francesas en la batalla del Somme, donde los resultados fueron similares a la anterior.
Sin embargo, la entrada de Italia en guerra, supuso la apertura de un nuevo frente para los Imperios Centrales. Austria debió de dividir sus ejércitos para enfrentarse a los italianos que iniciaron las hostilidades en la zona del Corzo y el Isorzo.
Para finalizar este período, decir que la guerra llega a los mares. El uso de submarinos por parte de Alemania para atacar a los ingleses, provocará que estos se decidan a atacar a la incipiente marina alemana. La pasmosa superioridad de la Royal Navy quedó plasmada en la victoria en la batalla naval de Jutlandia, donde la práctica totalidad de la flota alemana quedó destruida.
“Viernes, 25 de febrero. El ejército de 250.000 a 300.000 hombres bajo el mando del comandante Kronprinz se precipita sobre nuestras trincheras que defienden Verdún. Hasta ahora no aparecemos. Hay que soportar el golpe sin decaer. Nuestras tropas han cedido terreno bajo la avalancha de hierro de la gran artillería y bajo la impetuosidad del ataque. Los comunicados de Berlín, muy tranquilos, dicen que las líneas francesas han sido destruidas sobre un frente de 10 Km., sobre una profundidad de 3 Km.
Las pérdidas son inmensas en ambos lados. Nosotros habíamos perdido 3.000 prisioneros y una gran cantidad de material Nuestros comunicados, muy sobrios, indican que hemos debido ocupar las posiciones de repliegue, pero que nuestro frente no había sido hundido.
Miércoles, 29 de marzo. La batalla de Verdún, la más larga y la más espantosa de la historia universal, continúa. Los alemanes, con una tenacidad inaudita, con una violencia sin igual, atacan nuestras líneas que machacan y roen (…). Nuestros heroicos poilus están bien a pesar del diluvio de acero, de líquidos inflamables y de gases asfixiantes (…)”
Doctor Morcel Posot, Mi diario de guerra, 1914-1918.
C) CRISIS INTERNA EN LOS PAÍSES BELIGERANTES (1917)
En este período se produce la entrada en la guerra de EEUU y de Grecia a favor de la Triple Entente.
Una de las características de este período fue la crisis interna que afectó a los principales países beligerantes. Crisis promovida por el deseo de la opinión pública de acabar con el conflicto, debido a la duración y crueldad de este, que además afectaba directamente a la población civil, pues los gobiernos en guerra centraron todos sus esfuerzos en la guerra, quedando desabastecidos los mercados internos, lo que provocará la protesta de la población por la falta de productos de primera necesidad.
Sin embargo el hecho decisivo del conflicto se producirá en este período, y será la entrada en el conflicto de EEUU. EEUU se había convertido en el principal proveedor de los países aliados, lo que provocará el enfado de Alemania. Tras la derrota en Jutlandia, Alemania decide declarar la guerra submarina ilimitada, filtrando el telegrama Zimmerman, en febrero de 1917, en el cual se declaraba que los submarinos alemanes atacarían no sólo a buques de guerra enemigos, sino a todo aquel barco que comerciara con los países de la Entente. En este contexto se produce el hundimiento, por parte de un submarino alemán, del buque mercante norteamericano Vigilancia. Tras la discusión en el Congreso, EEUU declara la guerra a Alemania el 6 de abril de 1917.
Sin embargo el desequilibrio que supuso la entrada de EEUU en el conflicto pronto se reestablecería debido al hundimiento de Rusia. La continua crispación de la sociedad rusa por el conflicto bélico provocó una crisis política en Rusia que en marzo de 1917 llevará al zar Nicolás II a dimitir ante la presión de la Duma y del ejército. Ante esta situación se inicia la toma del poder por parte de los bolcheviques, que se consumará con la revolución de octubre, iniciándose de esa manera las conversaciones de paz entre Rusia y Alemania.
D) FINAL DE LA GUERRA (1918)
El 18 de marzo de 1918 se firma la Paz de Brest-Litovsk entre Rusia y Alemania. Tras el acuerdo Rusia perderá gran cantidad de territorios como son Finlandia, Ucrania, Estonia, Letonia, Lituania, además de zonas del Oriente Medio. Además con el acuerdo Alemania se veía librada del frente oriental, centrando todos sus esfuerzos en el frente occidental, reforzado con la llegada de dos millones de soldados estadounidenses.
Tras la llegada del ejército alemán proveniente de Rusia, Alemania decide iniciar dos grandes ofensivas para finiquitar el conflicto, la ofensiva en el Somme y en el Marne. La defensa francesa, apoyada por británicos y norteamericanos, del general Foch en el Somme y del mariscal Petain en el Marne supondrá el fracaso de las ofensivas alemanas.
En este momento se produce igualmente el lanzamiento de una ofensiva a gran escala por parte de Italia frente a los austriacos, que se vieron ampliamente superados.
El fracaso de la ofensiva alemana y la llegada de más efectivos norteamericanos al frente supuso un duro golpe para las tropas alemanas, quienes desmoralizadas, verían como paulatinamente iban cediendo terreno ante el ataque aliado. Ante esta coyuntura el alto mando alemán plantea a Guillermo II la necesidad de llegar a un armisticio para evitar el derrumbe. Guillermo II se niega a ello y continua con los planes militares. Sin embargo la superioridad numérica y sobre todo moral de las tropas aliadas provocará el derrumbe del frente alemán.
Ante las derrotas militares, el Emperador austriaco Carlos I abdicará en noviembre de 1918, decretando la disolución del Imperio Austrohúngaro. Igualmente las derrotas militares llevaran a Guillermo II a abdicar el 9 de noviembre de 1918, y finalmente el 11 de noviembre de 1918 se firmará el armisticio que pondrá fin a la Primera Guerra Mundial.
4.- Las consecuencias de la Primera Guerra Mundial.
4.1.- Económicas y morales
Las causas económicas afectarán fundamentalmente a la economía capitalista, pues durante el conflicto, las económicas capitalistas de los países beligerantes tuvieron que transformarse en una economía orientada a la guerra, donde el control estatal era muy amplio. Por lo tanto, las principales potencias industriales, que habían visto desde mediados del siglo XIX el desarrollo de sus economías capitalistas habían tenido que transformarlas durante el conflicto, por lo cual una vez finalizado deberían de hacer el esfuerzo de volver a organizar una economía de paz.
La implantación de una economía de guerra provocó cambios industriales en todo el planeta, pues al celebrarse el conflicto en suelo europeo, la estructura industrial quedó destruida. Para ello tuvo que desarrollarse fuera de los límites europeos, es decir en las colonias. Por lo tanto, las colonias, que ya no eran abastecedoras de materias primas únicamente, sino que contaban con un entramado industrial, pasarían a ser una competencia directa con las industrias metropolitanas, provocando de esta manera el fin de la hegemonía industrial europea.
Igualmente el hecho de que la contienda se sucediera en territorio europeo provocó la destrucción de muchas infraestructuras europeas, provocando la caída de la producción agrícola e industrial europea.
Finalmente el conflicto también tuvo como consecuencia el florecimiento de la crisis financiera, pues durante la contienda los estados europeos se endeudaron, sobre todo con EEUU, que de esta manera se convertirá en el banquero del mundo y por consiguiente en la primera potencia económica mundial.
En cuanto a las consecuencias morales del conflicto, decir que provocó la desconfianza total en el sistema liberal, que había provocado un conflicto de magnitudes no vistas anteriormente. Esta desconfianza fue canalizada por los movimientos políticos contrarios al régimen liberal, iniciándose el ascenso de los regímenes totalitarios, tanto fascistas como comunistas.
Igualmente el conflicto, su crueldad y dureza provocará la aversión y el odio entre los contendientes, lo que se traducirá en graves problemas para la consecución de una paz duradera.
4.2.- Los cambios territoriales
La contienda mundial provocó igualmente profundos cambios en el mapa político europeo, el cual se transformará a partir de 1918.
Esta transformación se plasma en la aparición de nuevos países, sobre todo en la zona del imperio austrohúngaro, donde las nacionalidades sometidas alcanzarán su sueño de convertirse en un estado-nación. Así de esta manera surgen nuevos estados como Checoslovaquia, Hungría y Yugoslavia, por lo cual Austria verá reducido en gran cantidad su territorio, unido a las concesiones territoriales hechas a Italia en las zonas del Tirol y el Trentino.
Por su parte Alemania verá reducido su territorio pues perderá Alsacia y Lorena que pasarán a Francia, parte del ducado de Schlewig que pasará a Dinamarca, y la Alta Silesia y el corredor de Danzing que pasará a Polonia.
La imposición de un régimen comunista en Rusia provocará el temor de las potencias liberales que impondrán un “cordón sanitario” a Rusia a través de distintos países como Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania y Polonia.
4.3.- Los Tratados de Paz
La consecución de una paz definitiva se plasmó en los distintos acuerdos de paz. Sin embargo, en la realización de dichos tratados sólo participaron los países vencedores, sin tener en cuenta los vencidos, por lo que podemos hablar de una “paz impuesta”, la cual creará multitud de conflictos y será el germen de la Segunda Guerra Mundial.
Las potencias vencidas fueron firmando cada una de ellas por separado los distintos acuerdos impuestos por las potencias vencedoras. Por ello hablamos de Tratados de Paz, el primero se firmó con Alemania en Versalles en 1919, el Tratado de Saint-Germain afectó a Austria en 1919, Hungría firmaría en 1920 el Tratado de Trianon, Bulgaria haría lo mismo en el Tratado de Neully en 1920 y por último Turquía firmaría el Tratado de Sevres en 1920.
El más importante de todos los tratados será el de Versalles que afectará a Alemania. Pese a los intentos del presidente estadounidense Wilson de evitar humillar a Alemania en el Tratado, la intransigencia francesa frente a Alemania, a la cual culpaba del inicio del conflicto, marcaría la redacción del tratado. En él se imponía a Alemania una reducción de frontera, la cual ya hemos visto, igualmente se reducía su ejército a 100.000 hombres, se imponía la desmilitarización de Renania y la ocupación por parte del ejército francés de la cuenca del Rhur durante 15 años, y por último el pago de grandes reparaciones de guerra.
Para Alemania el Tratado de Versalles fue un diktat, lo que provocó el resentimiento alemán frente a Francia. Dicho resentimiento fue canalizado por el nazismo, lo que provocará su emergencia a partir de 1930.
«Los Estados Unidos de América, imperio británico, Francia, Italia, Japón, potencias designadas por el presente tratado como las principales potencias aliadas y asociadas, de una parte (…) y Alemania, por otra, han convenido las siguientes disposiciones (…):
Art. 42. Se prohíbe a Alemania mantener o construir fortificaciones, sea sobre el lado izquierdo del Rin, sea sobre su lado derecho.
Art. 43. Se prohíbe igualmente en la zona definida en el art. 42, el mantenimiento y la concentración de fuerzas armadas (…).
Art. 45. En compensación de la destrucción de las minas de carbón en el norte de Francia (…) Alemania cede a Francia la propiedad entera y absoluta de las minas de carbón situadas en el Sarre.
Art. 119. Alemania renuncia, en favor de las principales potencias aliadas y asociadas, a todos sus derechos y títulos sobre sus posesiones en ultramar.
Art. 160. El ejército alemán será destinado exclusivamente al mantenimiento del orden sobre el territorio y a la policía de fronteras.
Art. 231. Los gobiernos aliados y asociados declaran y Alemania reconoce que Alemania y sus aliados son responsables, por haberlos causado, de todas las pérdidas y todos los daños sufridos por los gobiernos aliados y sus naciones como consecuencia de la guerra, que les ha sido impuesta por la agresión de Alemania y sus aliados.»
Art. 232. Los gobiernos aliados y asociados exigen y Alemania adquiere el compromiso de que sean reparados todos los daños causados a la población civil de las potencias aliadas y asociadas, y a sus bienes.
Tratado de Versalles. 1919.
5.- La Sociedad de Naciones
Una vez acabado el conflicto, los dirigentes políticos, inspirados en los famosos “14 puntos” del presidente norteamericano Wilson, convinieron la necesidad de crear una organización supranacional donde dirimir los conflictos de forma diplomática para evitar el surgimiento de un nuevo conflicto tan cruel como el anterior.
Por lo tanto tras la Conferencia de París de 1919 se creó la Sociedad de Naciones (SDN). Esta organización surgía con el objetivo de evitar los conflictos entre potencias, sirviendo como mediador en dichos conflictos.
Su composición estaba organizada de la siguiente manera: en primer lugar una Asamblea General, con sede en Ginebra, donde estaban representados todos los países miembros de la SDN; un Consejo Permanente, formado por distintos miembros, encargados de ocuparse de todos los asuntos concernientes a la SDN; una Secretaría, la cual sería la cabeza visible de la SDN; un Tribunal Internacional, con sede en La Haya, el cual sería el encargado de juzgar los posibles delitos cometidos en el ámbito internacional; y por último organismo dependientes como la Oficina Internacional del Trabajo.
La SDN nacía de este modo con una organización jerárquica y con unas funciones bien delimitadas como eran: mantener la paz y la seguridad internacional; promover el desarme entre las naciones; fijar los procedimientos pacíficos para la resolución de conflictos; y evitar la presencia de potencias hegemónicas.
Sin embargo, pese a los buenos propósitos, la SDN nacía con graves deficiencias que supondrían su fracaso absoluto. Tales deficiencias eran: la falta de una fuerza coercitiva fuerte, pues tras el abandono de EEUU, sólo contaba con la Royal Navy; la falta de universalidad, pues fueron constantes las entradas y salidas de países dentro de la SDN; y por último, su fracaso absoluto en evitar la expansión y anexiones de las potencias fascistas, lo que finalmente provocará el estallido de la IIª Guerra Mundial.
En el pasado, prácticamente ninguna de las guerras no revolucionarias y no ideológicas se había librado como una lucha a muerte o hasta el agotamiento total. En 1914, no era la ideología lo que dividía a los beligerantes (…) ¿Por qué, pues, las principales potencias de ambos bandos consideraron la Primera Guerra Mundial como un conflicto en que solo se podía contemplar la victoria o la derrota total?
La razón es que, a diferencia de otras guerras anteriores, impulsadas por motivos limitados y concretos, la Primera Guerra Mundial perseguía objetivos ilimitados. En la era imperialista se había producido la fusión de la política y la economía. La rivalidad política internacional se establecía en función del crecimiento y la competitividad de la economía pero el rasgo característico era precisamente que no tenía límites. (…) De manera más concreta, para las das beligerantes principales, Alemania y Gran Bretaña, el límite tenía que ser el cielo, pues Alemania aspiraba a alcanzar una posición política y marítima mundial como la que ostentaba Gran Bretaña, lo cual automáticamente relegaría a un plano inferior a una Gran Bretaña que ya había iniciado el declive. Era el todo o nada. (…) Era un objetivo absurdo y destructivo que arruinó tanto a los vencedores como a los vencidos. Precipitó a los países derrotados en la revolución y a los vencedores en la bancarrota y en el agotamiento material.
Eric J. Hobsbawm. Historia del siglo XX. 1914-1991.