Carmen Cabrera Ruiz

La Semana Santa es la conmemoración anual cristiana de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret. Da comienzo el Domingo de Ramos y finaliza el Domingo de Resurrección. Como sabemos esta es una de las tradiciones más populares de España, sobre todo en el sur del país. En este año 2018 tuvo lugar del 25 de marzo al 1 de abril.

Nos encontramos en municipio de la provincia de Sevilla, Lora del Río de 19.000 habitantes, donde cada año los devotos de Nuestro Señor Jesucristo y María Santísima se preparan para la “Semana Grande”. Durante la Semana Santa en Lora del Río procesionan cuatro hermandades, el Domingo de Ramos, el Miércoles Santo, el Viernes Santo y el Sábado Santo.

Este año 2018 se ha notado la escasez de personas para ver procesionar las imágenes. Realmente es un tema que debería preocupar a la población. Cada año son más las personas que se van de viaje, a la playa o simplemente a otro lugar a ver procesiones. Poco a poco se va perdiendo el interés por esta tradición que viene de mucho tiempo atrás y que para algunos es una de las más importantes y llevan esperando mucho tiempo a su llegada. Si hablamos con algunos de los habitantes, podemos corroborar como han cambiado las cosas de diez años atrás hasta ahora. Las calles de Lora del Río estaban abarrotadas de personas viendo las procesiones, sin embargo, ahora apenas se ven llenas. Se podría decir que se está perdiendo la fe y con ella está tradición.

Por otro lado, la Semana Santa es una atracción de turistas, que benefician positivamente la economía del pueblo. Si poco a poco se va perdiendo la importancia de esta, se podría hablar de una baja caída en el sector económico.

Como conclusión, dentro de la respetable opinión y creencia de cada uno, estamos perdiendo una tradición de las más importantes, que ya forma parte de la cultura del país. De hecho, todo el mundo quiere que llegue Semana Santa, pero nadie hace por conservarla. Y no es porque la mayoría de la población sea atea, sino que cada vez son más los creyentes que la dejan de lado. Aquellos que trabajan para que todo salga bien en la Semana Grande, podrían no llegar a ver su trabajo reconocido por los demás, y dejaría de ver su fe florecer.