METODOLOGÍA

Para desarrollar experiencias memorables creo que es indispensable que el alumnado sea protagonista. Las personas aprendemos de las experiencias vividas y reflexionadas. Por ello, era imprescindible plantear metodologías activas para el desarrollo del proyecto.

Los objetivos propuestos nos llevan a la necesidad de fomentar los pensamientos de orden superior de los que nos habla la “Taxonomía de Bloom, 1956”, la capacidad de analizar y de crear. Basándonos en el ciclo experiencial de Kolb y en la búsqueda de metodologías que propiciaran la consecución de los objetivos propuestos, nos planteamos una combinación de metodologías activas que propiciaran la mejora significativa de los recursos intelectuales y emocionales, así como el desarrollo de las soft skills de nuestro alumnado.

Como base y filosofía de todo el proyecto desarrollamos estrategias de trabajo cooperativo implementado el lema  “aprender juntos siempre es aprender más”. En la búsqueda del autoanálisis, la reflexión y la eficiencia  trabajamos a través de equipos ágiles y la metodología “Scrum” para desarrollar el proyecto y los micro-proyectos de emprendimiento de los que está compuesto.  

Los micro-proyectos de emprendimiento son co-diseñados colaborativamente entre el alumnado y profesorado a través de la estrategia denominada “design thinking”, tan utilizada por las startup.

Y durante todo el proceso hemos trabajado mediante estrategias que nos permiten y facilitan el desarrollo de la inteligencia emocional, el autoconcimiento y la mejora contínua como las rutinas de pensamiento (Proyecto Zero, proyecto educativo creado en 1967, en la Universidad de Harvard por Howard Gardner, Nelson Goodman, David Perkins y un grupo de investigadores), dinámicas y reflexiones metacognitivas y emocionales.  

En concreto, la secuencia seguida ha sido la siguiente:

Empezamos por trabajar dinámicas y rutinas de pensamiento para analizar talentos, pasiones y aspiraciones. Esto nos proporcionó información relevante para crear equipos multidisciplinares. Aprendimos a trabajar en equipo bajo los preceptos scrum.

Nos planteamos un problema “necesitamos mejorar nuestra formación y conocer itinerarios formativos y de inserción en nuestro sector” para ello “iremos a Hollywood a desarrollar una formación completa e innovadora sobre las últimas técnicas y procedimientos de nuestro sector”.  Requeríamos financiación para poder llevarlo a cabo. Este problema  lo resolvimos utilizando la técnica del “design Thinking” que nos ofrece la posibilidad de idear, prototipar y validar posibles ideas emprendedoras.

Seleccionamos varias de ellas y creamos los micro-proyectos en los que íbamos a trabajar. Estos micro-proyectos se vieron influidos por un proceso de sensibilización relacionado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que vivimos gracias a la ONG “Viajes Tumaini”.

Una vez definido los productos finales de estos micro proyectos, procedí a diseñar actividades que facilitaran la conexión curricular de los módulos que imparto, es decir, la conexión con los resultados de aprendizaje y criterios de evaluación del módulo de FOL para el alumnado de primero y el módulo de EIE para el de segundo curso.

Todas las actividades se llevaron a cabo de manera colaborativa entre los diferentes grupos que formaban parte del proyecto, participando cada uno de ellos según sus posibilidades y aportando sus talentos. Entre estos micro proyectos desarrollamos: “Disfruta de una tarde terrorífica: pasaje del terror”, “Master Class: aprende a caracterizarte para Halloween”, “MercArte Sostenible”, “Talleres de reciclaje y sensibilización ambiental: Juntos para conseguir un mundo sostenible”. Además, aprovechamos para desarrollar acciones típicas de recaudación de fondos para actividades extraescolares desde una perspectiva más técnica, aplicando los conocimientos y habilidades emprendedoras, entre ellas, desarrollamos nuestra capacidad de comunicación.

En todos los procesos trabajamos las rutinas de pensamiento y las reflexiones metacognitivas y lo que he denominado “reflexiones emocionales”, así como el aprendizaje dialógico basado en la relación de la autoestima y los pensamientos positivos con el desarrollo del pensamiento creativo.

La elección de estas metodologías no es baladí, están escogidas porque permiten un aprendizaje significativo, son avaladas por las corrientes pedagógicas y de neuroeducación, permiten al alumnado ensayar nuevas fórmulas de trabajo y organización empresarial y les habilitan para el autoaprendizaje fomentando su espíritu crítico, de cooperación, de resolución de problemas y la creatividad.