GENOCIDIO FRANQUISTA Y MEMORIA DEMOCRÁTICA (VI)
Memoria democrática, ¿pa qué?
Memoria democrática, un término que seguramente alguna vez has escuchado pero, ¿Qué es la memoria democrática? Según la RAE la memoria democrática es el reconocimiento de situaciones jurídicas o derechos derivados de hechos históricos desconsiderados durante un régimen dictatorial. En este caso, y cuando se suele hablar de memoria democrática en España, hablamos sobre la desconsideración del genocidio franquista durante la guerra civil y la dictadura franquista. Junto a este término es necesario hablar de la Ley de Memoria Democrática. La Ley 20/2022, del 19 de octubre, de Memoria Democrática, es una ley aprobada el año pasado con los objetivos de recuperar, salvaguardar y difundir la memoria democrática, el reconocimiento de las víctimas y el repudio y condena del golpe de Estado. Con esta ley se pretende no dejar en el olvido los crímenes que se llevaron a cabo durante este periodo. Esta ley ha llegado tan tarde porque todo crimen cometido durante ese periodo no puede ser juzgado, aún hoy día, por la justicia española. Esto es debido a la Ley de Amnistía de 1977. Una amnistía es, según la RAE, la extinción de la responsabilidad que supone una infracción y de todas sus consecuencias. Este trato se llevó a cabo al final del franquismo para dar paso a una nueva sociedad y «olvidar» el pasado franquista. Esta amnistía quizás fuese necesaria en su momento para que se llevase a cabo el cambio político, sin embargo es hora de que se derogue y se empiece a juzgar todos los crímenes y violaciones de derechos humanos que se llevaron a cabo durante el franquismo.
Para continuar con el trabajo, he hecho unas breves entrevistas a mis padres, a mi abuela paterna y a mi tía abuela materna. Comenzando por la parte paterna, mi abuela me ha contado un hecho que le marcó. Este fue cuando varias veces acudía al horno de su abuela para trabajar y ayudarla, y recuerda emocionada como durante los bombardeos sufridos, ella y sus familiares se escondían en el sótano del horno. Mi padre, que lamentablemente dejó los estudios el año que murió Franco, recuerda como en clase había una imagen del dictador y estaban obligados a mirarla. También me ha contado que les estaba prohibido agruparse más de 4 personas en una casa, porque se les llamaba la atención, ya que era considerado un acto de reunión rebelde.
Por parte materna, mi madre me cuenta la historia de mi bisabuelo, el cual fue el segundo alcalde de Dehesas Viejas durante la II República. Cuando se llevó a cabo el golpe de estado mi bisabuelo fue llevado a prisión, y más tarde debido a su mala salud lo dejaron en libertad, para que al menos muriera con su familia. Afortunadamente se recuperó y se pudieron trasladar a Mallorca. También me cuenta mi abuela que desde pequeña tuvo que servir en casa de un terrateniente. Y mi tía (hermana de mi abuela) me cuenta que esos terratenientes eran tan tiranos que cuando alguien les pedía comida ellos le daban lo podrido, aunque mi abuela y su hermana, a escondidas por la puerta trasera, les daban embutidos, comida muy apreciada en la época. Además, estos terratenientes daban muy escasa alimentación a sus servidores y jornaleros, pero mi abuela, que era la que cocinaba, echaba más alimento para que estos no se murieran de hambre. Por otra parte, mi abuelo a los 7 años ya cuidaba los cerdos del pueblo, y por las noches iba a robar garbanzos para poder dar de comer a su madre viuda y a su hermana pequeña.
Estas historias son tristes y trágicas, y no deben ser olvidadas, deben ser reconocidas para llevar a cabo la memoria democrática, unas palabras y un concepto que ninguna de las personas a las que he preguntado sabían qué eran. Hay que empezar a recuperar esa memoria silenciada de la sociedad para poder dar el trato digno, justo y de reconocimiento a todas las personas que sufrieron en sus carnes aquellas barbaridades.
Aunque en muchos lugares de Andalucía no hubo guerra como tal a causa del triunfo rápido del golpe de estado, los andaluces sufrieron bastante, tanto en zonas en guerra como en zonas donde no llegó a producirse. Como hemos visto en el documental sobre Pico Reja, por ejemplo, solo en los alrededores de Sevilla hubo 10 campos de concentración, donde fue llevada población civil considerada de izquierdas, y fueron usados como esclavos para las los terratenientes y empresarios que habían ayudado al golpe y necesitaban mano de obra barata, enriqueciéndose con estos presos, muchos de los cuales murieron en condiciones penosas de trabajo y de supervivencia en los campos de concentración, sin ser todavía hoy dignificados como deben.
Muchos pensarán que no se puede buscar porque no encontrarás nada, pero es todo lo contrario. Franco llevó una estricta documentación y registro sobre sus víctimas, tanto que había campos de concentración solo usados para clasificar a los no afines al régimen. Porque no solo fueron represaliados los «rojos» (comunistas, anarquistas, socialistas, masones, etc.), sino que también sus familiares o cualquier persona que considerasen que les habían ayudado de alguna manera, inmigrantes, homosexuales, etc. La mayoría registrados, así que el mismo caudillo va a facilitar su reparación, mientras que el estado quiera, porque hasta la fecha, el estado y la justicia española han desacreditado todo tipo de queja o querella que se ha realizado para investigar y enjuiciar el franquismo, justificándose en la Ley de Amnistía de 1977, la cual exime de cualquier cargo y responsabilidad a los asesinos, violadores y ayudantes del régimen. Querellas como la realizada en conjunto con una jueza argentina para poder investigar e interrogar a los imputados. Hoy en día España sigue bloqueando esta extradición. No se debe reconciliar a violadores de derechos, pero España no deja ni que se juzguen ni que se extraditen los casos fuera, a pesar de que en base al derecho internacional España no debe impedir la justicia universal de estos casos de crímenes contra la humanidad.
Las victimas tienen que participar y no dejar que decidan por ellas. Este es un tema que tiene que ser de actualidad, porque las víctimas que vivieron la represión y el franquismo son mayores y se están muriendo y, al menos, aunque sus familiares no pudieron morir en paz, que ellos lo hagan. Por esto, en vez de que sólo se hable de que se ha exhumado a Franco del Valle de los Caídos, ¿por qué no se discute el porqué no se exhuman las más de 34.000 víctimas del franquismo que hay enterradas allí también?
Hay que cambiar la ley que no permite juzgar estos crímenes de lesa humanidad anteriores a 2004, hacer caso a la ONU la cual pide que el estado español cumpla con su obligación como estado democrático e investigue, o deje investigar más en profundidad sobre la represión de las víctimas, exhumar las fosas, la desaparición de niños recién nacidos, etc. También hay que dar reconocimiento a los que después del franquismo siguieron siendo discriminados porque, aunque fuesen libres tenían que sobrevivir en vez de vivir.
Como conclusión, me ha sorprendido todo lo que hay oculto y callado sobre este tema, del que no se habla porque el estado lo impide de mil maneras y los supervivientes siguen con miedo. Yo no conocía nada sobre la memoria democrática antes del año pasado, y entre el proyecto de profundización que realizamos sobre memoria y estos trabajos en la materia de Patrimonio, estoy aprendiendo muchas cosas que de normal no se enseñan y son necesarias, sobre todo porque el franquismo sigue vivo en partidos políticos y asociaciones y en las cabezas de muchos españoles. Me ha parecido muy interesante realizar este trabajo y aprender sobre cosas que son totalmente necesarias y que todavía son demasiado desconocidas porque muchos callan y otros ignoran, no queriendo conocer.
Para finalizar quiero reivindicar a todas las victimas que murieron y las que no, las que fueron rapadas, violadas y avergonzadas, las que tuvieron que buscarse la vida por falta de un familiar. Y sobre todo a los que no quieren conocer y callan apoyando y sin hacer nada, porque son víctimas también.
Víctor José Ríos Egea
1º Bachillerato-B
Patrimonio.
