Campaña solidaria de recogida de material escolar

Con motivo del día de la paz, el CEIP Nueva Nerja llevó a cabo una campaña de recogida de material escolar para entregar a las zonas más desfavorecidas de Marruecos.

«Ese día, el alumnado se volcó con la donación de material escolar: lápices, cuadernos, agendas, rotuladores, ceras,…pero sobre todo, lo que me llamó la atención fue, que había niños y niñas que donaban sus propios estuches, fue increíble y eso dice mucho de los valores que se transmiten y trabajan, no sólo desde el centro, sino también desde el ámbito familiar», declara el director del centro, Carlos López.

Dicha campaña se realizó hasta el 21 de febrero, día en el que varias familias emprendieron un viaje a dicho país de varios días para entregar en mano todo el material recogido.

Maribel, la madre organizadora del viaje y que tiene su hija en el centro nos contó su experiencia: «Fuimos en 5 coches repletos de ropa, juguetes y material escolar. Cruzamos en ferry desde Algeciras a Ceuta y cogimos Rumbo Ifrane y Azrou.  Luego cogimos una carretera a 2635 metros de altura que comunica la garganta del Todra con la Garganta del Dades. Allí dimos alguna ropa que llevábamos ya que es zona de frío y nieve. No hay pueblos, solo de vez en cuando veíamos alguna casa, por decirlo así, con algunos críos. Donde verdaderamente repartimos todo el material escolar es en los pueblos bereberes que íbamos encontrando por el alto Atlas y en los asentamientos nómadas que hay en la parte trasera del Desierto Erg Chebbi. Allí es donde se encuentran las mujeres con niños abandonadas por sus maridos y solo viven de comida que les llevan algunas personas. Paramos en 2 colegios pero no nos dejaban hacer fotos. Así que fuimos repartiendo material desde el Alto Atlas hasta el desierto.  Nuestra intención era llegar al otro desierto (Erg Chegaga) pero por una avería y falta de días, tuvimos que volver casi por la misma ruta que habíamos bajado».

Al viaje también fue la hija de Maribel, alumna de 2º de primaria, quién nos contó que «me daba mucha pena ver como vivían todos esos niños y niñas».

«Para mi hija Ainhoa, fue duro al principio, ver donde vivían, cómo vestían y la ilusión con la que se acercaban  sabiendo que llevábamos cosas para ellos, marcó un antes y un después en su modo de ver las cosas. Ahora aprecia un poco mas lo que tiene y su calidad de vida», destaca Maribel.

Por último, «quisiera felicitar a toda la comunidad educativa por esta campaña, ya que ha sido un éxito y una barbaridad todo lo que se ha recogido y sobre todo felicitar a las familias que han viajado para entregarlo todo»,. concluye el director.

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