Una sociedad, un sistema educativo… que no entiende y asume el «PRINCIPIO DE IGUALDAD DE OPORTUNIDADES» como universal, siempre estará en deuda con aquellos sujetos que así lo perciben y lo sienten como tal.
No entender el derecho que toda persona tiene de alcanzar el máximo desarrollo de sus potencialidades es tanto como dejar en suspenso, para muchos ciudadanos, la universalidad de este principio. Su desarrollo es para todo Sistema Educativo uno, sino el principal, indicador de calidad del mismo.
Iniciativas como la que aquí presentamos, que cuentan con el respaldo de la Universidad de Camdbrige, el University College of London (Gran Bretaña), la Universidad Carnegie Mellon (EEUU), Intel Education, Autodesk, etc., cuando son asumidas por una sociedad en su conjunto, nos acercan a satisfacer la deuda contraída a lo largo de tantos años con las altas capacidades intelectuales y, en definitiva, a hacer realidad el “principio de igualdad de oportunidades”.