«y cuando mueras, amigo,
yo te enterraré en mi casa
bajo un letrero: «aquí yace
un amigo de mi infancia».
Y en el cielo de los perros,
pan tierno y carne mechada,»
Hoy en las jornadas
que comandaba mi compañera, esa del poema del poema de Mario Benedetti, ha salido a la palestra un poeta de negro, seguramente el poeta local de Roquetas y me ha conmovido como hace tiempo no lo hace un poeta. Ha recitado un poema de Manuel Benítez Carrasco, de los que no se hacen por encargo para copleras. Y en un momento del poema me he reído, aunque también se llora, me reído y mucho porque mi perra Viva no podría tener un cielo mejor: «pan tierno y carne mechada» Que en una ocasión dio buena cuenta de un presente que nos trajo a Granada desde Ubrique nuestro amigo victito: medio kilo de Carne Mechá.