ENSEÑANZA TRADICIONAL vs COMPETENCIAL: CAMBIO DE ROLES.

TRANSFORMANDO LA ESCUELA:  CAMBIO DE ROLES

Como afirmo en el primer artículo, la nueva sociedad en la que vivimos está generando nuevas demandas educativas. Partiendo de la premisa de que en la escuela tenemos que educar para la vida, que hay que crear alumnado con las competencias necesarias para desenvolverse en la sociedad, que hay que partir del contexto, necesidades e intereses de los alumnos, que no hay que centrar todo el esfuerzo en fomentar el saber, sino que hay que dar una especial importancia al saber hacer, ser, estar y convivir. 

En palabras de Jack Ma, Cofundador de ALIBABA:

Si no cambiamos la forma de educar, en 30 años estaremos en problemas. Las cosas que enseñamos a nuestros niños, las que existen desde hace 200 años, están basadas en el conocimiento. Y no podemos enseñar a nuestros niños a competir contra máquinas: son más inteligentes. Debemos enseñar algo único en lo que una máquina nunca nos igualará: valores, creer, pensamiento independiente, trabajo en equipo, cuidar de los demás…. El conocimiento no te enseñará esto. Por eso creo que hay que enseñar a los niños: deporte, música, pintura y arte, para asegurarnos de que los humanos sean diferentes…Todo lo que enseñamos lo pueden enseñar las máquinas. Si una máquina puede hacerlo mejor,  es hora de pensar al respecto.

Richard Gerver afirma que lo importante en el aprendizaje no es la respuesta a las preguntas que nos hacemos, sino el camino para llegar a esa respuesta. Bajo este planteamiento, se pone el foco en el proceso y no en el resultado, todo lo contrario que lo que se viene reproduciendo en la enseñanza tradicional.

Analizando las palabras de Jack Ma y Richard Gerver, llevamos a la conclusión que hay que trabajar cosas diferentes,  de un modo distinto y con un fin totalmente opuesto, donde el rol en el proceso de enseñanza y aprendizaje del profesorado y el alumnado debe dar un giro de 180º. Así, el foco del aprendizaje se pondría en el alumnado como generador de su propio aprendizaje y el profesor pasaría a convertirse en un facilitador y gestor de escenarios para que este aprendizaje se lleva a cabo de la mejor forma.

 

EL ROL DEL ALUMNADO 

EL ROL DEL ALUMNADO EN LA ENSEÑANZA TRADICIONAL

En la enseñanza tradicional el rol del alumnado se ha centrado, como norma general,  en conocer y memorizar conceptos. Tomando como referencia a la Taxonomía de Bloom, lo que predominan en este tipo de praxis son procesos cognitivos de orden inferior en los que se pone el foco en el aprendizaje de contenidos de forma individualizada y competitiva  (saber), olvidando se qué podemos construir con esos contenidos (saber hacer) y de crear escenarios de aprendizaje dónde ese aprendizaje se realizar por medio del aprendizaje dialógico, la educación emocional y el aprendizaje cooperativo (saber ser, estar y convivir).

De este modo, el alumnado se convierte en un mero receptor de información que espera en su pupitre a que el o la docente le ilumine con la respuesta correcta para aprenderla y reproducirla. En contraposición a las palabras de Richar Gerver, este modelo de enseñanza centra su importancia en la respuesta, repuesta que ya ha sido dada por el alumnado. De este modo, no hay procesamiento de la información, no hay construcción del aprendizaje y, por lo tanto, el aprendizaje que se produce no es significativo. Atendiendo a los modelos que plantearon Joyce, Weil y Calhoun en su libro Modelos de enseñanza, editorial GEDISA, los modelos de enseñanza que predominan en este tipo de aulas se refieren a modelos conductuales (enseñanza directa) y a demasiado poro modelos de procesamiento de la información (como son el memorístico y el expositivo). Así, se echarían en falta los modelos de la familia social (cooperativo, juego de rol, investigación grupal) y todos aquellos modelos de la familia del procesamiento de la información cuya base es el la investigación, indagación y deducción. 

Siendo así, nos encontramos ante metodologías en las que el alumando tiene un rol bastante pasivo ante el aprendizaje, ya que este es totalmente dirigido por propuestas didácticas que generalmente parten de propuestas descontextualizadas formadas por secuencias didácticas inexistentes, de ejercicios inconexos y cuyo único fin es aprender cosas que, como norma general, se terminan olvidando con la misma facilidad con la que se aprenden de memoria. 

Así, el alumnado forma parte de un aprendizaje totalmente individualista en el que se convierte en transportistas de contenidos, y de carteras repletas de libros, libros  que son los mismos para un colegio del centro de una capital costera y un CPR de una Sierra de Cádiz. 

 

EL ROL DEL ALUMNADO EN LA ENSEÑANZA COMPETENCIAL

En la enseñanza competencial el rol del alumnado pasa a ser activo, siendo el fin el de empoderar al alumnado para que sea capaz de construir su propio aprendizaje. En este tipo de enseñanza la importancia no se centra en la respuesta sino en todo el camino que se desarrolla para llegar a esta, respuesta que en ningún momento es aportada por el profesorado sino buscada por el alumnado por medio del aprendizaje cooperativo, el aprendizaje dialógico, y los modelos de enseñanza sociales  basados en la investigación y en el procesamiento de la información.  

Desde esta nueva visión del aprendizaje, el aprendizaje es parte de las necesidades y el contexto del alumnado y el fin del mismo es aplicarlo en situaciones reales de la vida cotidiana (Competencias Clave).

Desde esta forma de entender el aprendizaje, los escenarios que se crean son propicios para para generar alumnado creativo, crítico, y emprendedor, en contraposición a la enseñanza tradicional. En próximos artículos que hablan sobre el cambio metodológico incidiremos sobre este planteamiento. 

Al diseñar secuencias didácticas que se basan en metodologías activas que parten de la premisa que hay que generar un aprendizaje para la vida, donde el alumnado genere su propio aprendizaje y aplique este en situaciones reales de la vida, podremos afirmar que se desarrollan procesos cognitivos de orden superior (analizar – evaluar – crear) en contraposición de la metodología tradicional que como hemos indicado anteriormente desarrollan procesos cognitivos de orden inferior (conocer – comprender . aplicar).  En próximos artículos incidiré sobre la importancia del desarrollo de  los procesos cognitivos de Benjamin Bloom y  cómo estos nos pueden ayudar a diseñar secuencias didácticas coherentes y competenciales.

 

EL ROL DEL PROFESORADO

 Al igual que ocurre con el profesorado, para transforma la educación es necesario un cambio de rol en el profesorado. En la infografía que se acompaña la margen derecho, se muestra la diferencia de roles en la enseñanza tradicional y en el trabajo por competencias. Como hemos visto en el punto anterior, y confirmaremos en este, este rol es condiciona directamente el que va a tener nuestro alumnado. La forma de actuar que tengan los docentes determinará el de los discentes. 

Haciendo referencia a lo expuesto, en la enseñanza tradicional el docente en su praxis hace uso esencialmente de metodologías conductuales (enseñanza directa y simulación) y de tan sólo algunas de procesamiento de la información (organizadores previos, memorístico y expositivo). El uso de estos modelos de enseñanza condicionan la función del o la docente convirtiéndolo fundamentalmente en transmisor de conocimientos, desarrollando una praxis eminentemente directiva. En la enseñanza competencial, el alumando es protagonista de su propio aprendizaje, ello viene derivado por un perfil de profesorado que adquiere el rol de la facilitación. En este caso se tiende a utilizar modelos de enseñanza sociales (aprendizaje cooperativo, investigación grupal y juego de rol) y de procesamiento de la información donde el alumnado es el que genera su aprendizaje (indagación científica, inductivo básico, investigación guiada, formación de conceptos, sinéctico, deductivo). 

Complementando el párrafo anterior, podríamos decir también que la enseñanza tradicional se sirve básicamente del libro de texto como fuente de información y de la enseñanza directa como metodología predominante. Por el contrario, la enseñanza competencial tiene un concepto más plurimetodológico donde el docente hace uso de diferentes estrategias y metodologías activas en las quese pone el foco en la búsqueda de información en diferentes fuentes y el procesamiento de la misma para elaborar productos. Podríamos concluir diciendo que en el segundo caso el aprendizaje es más significativo que en el primero. 

Otro aspecto a tener en cuenta es la contextualización del aprendizaje. En la enseñanza tradicional se suelen utilizar propuestas didácticas universales iguales (libros de texto) para contextos, realidades, alumnado, etc, totalmente diferentes. Se desarrolla una propuesta didáctica desde del Pan para todos, sin tener en cuenta el punto de partida, necesidades e intereses del alumnado. Dichas propuestas descontextualizadas no lo son sólo referentes al alumnado y al entorno, sino también a la vida. Se proponen secuencias didácticas formadas con una serie de ejercicios que lo único que persiguen es el aprendizaje mecánico de contenidos. Dichos ejericios no pretender solucionar o dar respuesta a situaciones reales de la vida, ni parten de las mismas y no persiguen ningún objetivo ni producto final. Por el contrario la enseñanza competencial es una enseñanza para la vida. 

¿Aprender? Sí, pero antes que todo, vivir. Aprender a través y en relación con la vida (John Dewey)

El trabajo por competencias se basa en el plantamiento que hace John Dewey, aprender a través y en relación con la vida.  Para ello, los productos finales y las situaciones de aprendizaje van a consistir en realizar actuaciones reales en las que nuestro alumando se va a tener que enfrentar en el día a día: echar una instancia, hacer una compra responsable, actuar en consecuencia con el medio ambiente, enviar una carta para solicitar algo a alguna entidad u organismo, analizar los datos de un periódico o texto de diferenet índole, elaborar encuestas, realizar un tríptico, participar en un debate…etc. En próximas entradas, en la pestaña ELABIORACIÓN DE UDIs del menú, compartiré una inforgrafía con más de 60 ejemplos de tareas competenciales organizadas por tipos de tareas. En este tipo de enseñanza, al contrario que en la tradicional que se basa fundamentalmente en el libro de texto, se utilizan multitud de recursos y fuentes para sustentar las metodologías basadas en la experiencia, el procesamiento de la información y la investigación. 

Si hablamos de inclusión, habría que destacar que los modelos de enseñanza de terminan los aspectos relacionado con la inclusióin. Mientras que la primera tiende a ser exclusiva en en todo caso integradora, en el trabajo por competencias el trabajo va dirijido hacia la inclusión, entendiendo como Educación Inclusiva:

El concepto de educación inclusiva es más amplio que el de integración y parte de un supuesto distinto, porque está relacionado con la naturaleza misma de la educación regular y de la escuela común. La educación inclusiva implica que todos los niños y niñas de una determinada comunidad aprendan juntos independientemente de sus condiciones personales, sociales o culturales, incluidos aquellos que presentan una discapacidad.

Se trata de un modelo de escuela en la que no existen «requisitos de entrada» ni mecanismos de selección o discriminación de ningún tipo, para hacer realmente efectivos los derechos a la educación, a la igualdad de oportunidades y a la participación.

El proceso de integración educativa ha tenido como preocupación central reconvertir la educación especial para apoyar la educación de los niños integrados a la escuela común, trasladando, en muchos casos, el enfoque individualizado y rehabilitador, propio de la educación especial, al contexto de la escuela regular. Desde esta perspectiva, se hacían ajustes y adaptaciones sólo para los alumnos etiquetados «como especiales» y no para otros alumnos de la escuela.

El enfoque de educación inclusiva, por el contrario, implica modificar substancialmente la estructura, funcionamiento y propuesta pedagógica de las escuelas para dar respuesta a las necesidades educativas de todos y cada uno de los niños y niñas, de forma que todos tengan éxito en su aprendizaje y participen en igualdad de condiciones. En la escuela inclusiva todos los alumnos se benefician de una enseñanza adaptada a sus necesidades y no sólo los que presentan necesidades educativas especiales.» 

HACIA EL DESARROLLO DE ESCUELAS INCLUSIVAS, UNICEF, UNESCO, Fundación Hineni

Si hablamos de la evaluación, diferenciaríamos tres tipos: evaluación del aprendizaje, para el aprendizaje y como aprendizaje. La enseñanza tradicional se basa esencialmente en la evaluación del aprendizaje, tomando como referencia evaluadora los contenidos que saben, conocen y/o comprenden. Así, el fin de la evaluación sería  calificar y no servir de momento de retroalimentación y reestructuración del proceso. Podríamos hablar  que se trata de una evaluación sumativa, que se realizaría al final del proceso, generalmente utilizando el examen escrito como instrumento de aprendizaje. 

En contraposición, partiendo de los criterios y/o los indicadores de evaluación, en el trabajo por competencias la evaluación se centra en lo que el alumnado sabe hacer con esos contenidos y se da una gran importancia al aspecto emocional y de convicencia, llevándose a cabo una evaluación como aprendizaje y para el aprendizaje. En este caso se daría una mayor importancia a la coevaluacióin y a la autoevaluación del aprendizaje, por encima de la propia heteroevaluación. Esta, no se trataría de una evaluación calificadora, se centraría en detectar los aspectos de mejora y las dificultades del alumnado y que esto sirva para reconducir el trabajo que se esté desarrollando en el aula. Por lo tanto, hablaríamos de una evaluación que se centra en el proceso y no en el resultado, usando diferentes instrumentos de evaluación y donde el papel del alumnado en la misma es fundamental.

Para finalizar, podríamos concluir analizando el rol del docente tradicional  y competencial en el proceso de enseñanza aprendizaje. Mientras que el primero pone su foco en la enseñanza, otorgando al docente la responsabilidad máxima del éxito o el fracaso de dicho proceso; en el segundo,  lo pone en el aprendizaje, dotando al alumando del protagonismo y resposablidad de su propio aprendizaje y siendo el docente un facilitador y creador de escenarios de aprendizaje para que este se desarrolle de la mejor manera posible.

En próximas entregas iremos profundizando sobre metodologías, evaluación, diseño de UDIs, modelos de enseñanza, etc.  

 

PRÓXIMA ENTREGA… EL CAMBIO METODOLÓGICO