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Limborama

Construyendo buenos lectores

La necesidad de proponer la creación de una biblioteca infantil surge del compromiso educativo de acercar a niños y niñas a un lugar que formará parte importante de su cultura en el uso de materiales adicionales (libros, texturas, imágenes, etc.) para su educación integral. Las actividades de tipo pedagógico suelen ser excepcionales en una biblioteca. Es un lugar de conocimiento, encuentro y disfrute. Generalmente no se tiene conciencia de la biblioteca como lugar de aprendizaje, y de la gran diversidad de recursos educativos que se pueden poner en práctica con una metodología más activa y participativa. Interactuar con el trabajo de aula contribuye a un desarrollo más completo de la actividad educativa, a la vez que permite una implicación directa por parte de los padres de los alumnos en la realización de algunas de las actividades que se organicen dentro y fuera y del horario de funcionamiento del centro.

En principio se trataba de acoplar las actividades que se realizasen en la biblioteca como una actividad transversal dentro de la metodología que íbamos a seguir con los niños. El método que seguimos en nuestra escuela es “Cuento aventura” de la editorial Everest. Tras nuestra experiencia, las actividades que hemos realizado con otros materiales diferentes a los del método, no solo han complementado el currículo, sino que han adquirido una identidad propia, un lugar desde el que intervenimos en su proceso de aprendizaje con resultados mucho más positivos que con la realización del método, que a veces nos da la sensación de que ocupa un segundo lugar entre los niños. El interés por participar en ellas es mayor que el de la realización del trabajo de aula. Han conseguido establecer un vínculo emocional tan importante que, para ellos, ir a la biblioteca es un regalo.

Es esencial que quienes trabajan en el campo de la niñez temprana, sean conscientes de la importancia de las primeras experiencias con libros y de las recomendaciones establecidas”.

(Constitución para el derecho universal a la lectura, 1992).

Pretendo poner en marcha las acciones necesarias que faciliten al niño el interés suficiente para el aprendizaje de la prelectura, y que posteriormente formen parte del proyecto curricular de centro de forma consolidada.

Las escuelas infantiles han sido objeto de constante evolución. Lo que antes se denominaba escuela maternal, se ocupa de la atención de niños cada vez más pequeños, durante más tiempo, pero su desempeño no solo es asistencial. Durante los tres primeros años de vida, los niños aprenden un volumen de experiencias mayor de lo que lo harán en el resto de su vida. Cuando un niño asiste a una escuela infantil desde temprana edad (meses de edad), podemos observar las habilidades que adquieren. Son más independientes, seguros de sí mismos, adquieren autonomía, se sociabilizan.

A través del juego, comparten, adquieren destrezas motrices e incorporan valores sociales. La etapa lúdica es fundamental para el desarrollo emocional. Por eso consideramos que es muy importante aprovechar esta etapa para iniciarlos en una nueva aventura: La biblioteca y, simultáneamente ofertarles un juguete nuevo, el libro.

El amor por los libros crece cuando se estimula, se comparte cuando se adquiere, nos hace felices cuando aprendemos a disfrutarlo.

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El contexto social y cultural en el que se desenvuelve nuestra escuela ha cambiado a lo largo de estos últimos años. Los niños acuden al centro cada vez más pequeños. Muchos de ellos permanecen durante un periodo de tres años, que son determinantes en su proceso madurativo. Son cada vez mayores las exigencias del niño, y es nuestro deber atender a tales demandas. Este también es uno de los motivos por el que nace la idea de incluir la biblioteca como un taller de experimentación creativa dentro de la escuela, un enorme laboratorio para descubrir. Ellos serán los futuros usuarios de las bibliotecas y los que favorecerán su supervivencia. De la misma forma, el inicio de un hábito de contacto entre el libro y nuestros hijos facilitará un acercamiento fácil y natural a la iniciación lectora y posteriormente en el aprendizaje escolar. Un libro le habla al niño con la voz de su madre, de su educadora, de personas significativas que se convierten en instrumento de aprendizaje con connotaciones emotivas que provocan en el niño la necesidad de repetir la acción.

Desde nuestra biblioteca queremos que el niño escuche cuentos, aprenda a descifrar algunos grafismos, sigan las narraciones con un interés progresivo, que soliciten la lectura de un texto y la disfruten, que encuentren en el libro un objeto de diversión para que aprendan a mantener el amor por la lectura. Creamos con nuevas fórmulas un vínculo emocional entre el niño y el libro.

El espacio

Los niños han visto desde lejos (a través de los cristales) la modificación de un lugar en el que se guardaban objetos y que se ha convertido en nuestra biblioteca. Pusimos láminas ilustradas muy atractivas, limpiamos el espacio de objetos innecesarios y pusimos como estanterías las partes de debajo de las tronas), las mesas y las sillas, alfombra, un teatro de guiñol (prestado por el CEP de Córdoba) una mesa para el ordenador y poco más. Eso sí, todo está preparado para modificar la ubicación de los objetos y cambiar cada vez que sea necesario, así para ellos es un constante nuevo lugar.

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El aula destinada para la ubicación de la biblioteca se encuentra en un lugar de fácil accesibilidad desde cualquier aula. En poco tiempo hemos conseguido aumentar el volumen de materiales, como de un fondo bibliográfico adecuado a las edades para las que se destina esta creación. Nuestra biblioteca tiene unas cualidades espectaculares, luz natural abundante, está bien acondicionada y además a nuestros niños les encanta.

Cuenta con la figura de una educadora responsable que se encarga de coordinar las actividades a realizar en ella. Las actividades se programaran a principio del curso escolar con la colaboración de otras educadoras, padres y madres y el equipo directivo del centro.

Comenzamos las sesiones

En primer lugar hemos de ofertarles la visita como un lugar nuevo -para ellos lo es-, en el que van a descubrir cosas nuevas. En la puerta, antes de entrar a la estancia, se les explica qué es ese lugar que tiene tan buena pinta y que ellos no han conocido aún. Se les explica que es una biblioteca donde hay libros, que pueden escoger los que quiera y verlos. Se procura que la temperatura sea suave, agradable y se acompaña de una pieza de música clásica que ambienta toda la sesión inicial.

Creamos un blog en el que los padres pueden seguir cada actividad, a la vez que les facilito las directrices en las que estamos actuando. Por otro lado se les entregó a los padres en mano un texto con pautas para facilitar la fórmula de lectura con los niños en casa. Estas pautas también se publicaron en el blog de la biblioteca, que utilizo constantemente para poder comunicarme con los padres y facilitarles el acceso del seguimiento de cada actividad. En una escuela infantil la comunicación es diaria, pero el blog es un apoyo más que incluso les permite disfrutar del resultado junto a sus hijos a través del ordenador, interactuar con ellos permitiéndoles verbalizar la realización de las actividades, ampliando así su capacidad de adquisición del lenguaje.

La colección

Títulos como la colección Veo,veo (Guido van Genetchen), De la cuna a la Luna (Antonio Rubio O. Villán), Mi primer diccionario de Everest, han sido títulos con los que he trabajado con muy buenos resultados.

Los libros no solo tienen poder, además lo otorgan

Estos materiales les ayudan a comprender mejor las instrucciones que la educadora les sugiere, están muy receptivos ya que no son materiales comunes que les ofertan un aprendizaje rígido y limitado. El aprendizaje de la lectura, a veces, se convierte en una verdadera batalla. Es por eso que de no recibir el estímulo necesario, pueden colisionar con esta barrera (leer es una carga). A través de los objetos que les provocan curiosidad y les permiten actuar de forma independiente, son capaces de asumir también las indicaciones propuestas por la educadora.

Mi experiencia con ellos en este sentido ha sido muy instructiva, ellos me han mostrado una forma en la que quieren aprender, y es a través de los personajes.

Una de las cosas que más me han llamado la atención es la fórmula tan instintiva que tienen los niños a la hora de elegir un personaje. Entre un grupo de libros que tenían diversas temáticas (niños, animales domésticos, colores, animales salvajes…), generalmente eligen a los animales salvajes como tema. No lo puedo demostrar científicamente, pero creo que esta elección tiene que ver con el instinto. Los niños reconocen la fascinación del poder, y en ellos eso se traduce en un animal que les impone, que les intimida pero que a le vez ejerce sobre ellos una fascinación muy especial. El lobo, el león o el elefante, todos ellos levantan su más absoluta curiosidad. Cuando un personaje de un libro los conmueve, aún siendo tan pequeños, son capaces de encontrarlo en la estantería entre otros libros.

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Los fondos han de facilitar la creación de nuevas situaciones de instrucción. La actividad que se desarrolle dentro de la biblioteca, está orientada hacia el uso de nuevos materiales que proporcionan el aprendizaje de nuevas técnicas de expresión.

Para poder intervenir educativamente es imprescindible el seguimiento, aunque son ellos los que determinan con sus demandas, la complejidad de los materiales que se utilizan. Todo este cúmulo de experiencias les ayuda en su proceso de aprendizaje escolar

El gramaje del papel

Debido a sus limitaciones en la manipulación de objetos, es de gran importancia elegir el gramaje adecuado para que se sientan motivados a pasar página y continuar la historia. Muchas veces he observado que cuando ven un libro, si el gramaje es excesivo, pierden el interés mucho más rápido que si el papel se ajusta a sus medidas.

Los libros que tienen el mismo grueso en portada que en el interior hacen que el niño pierda interés con facilidad.

He comprobado que para ellos manipular el objeto libro es complicado; si además del esfuerzo, lo que ven en su interior no les ofrece algo que valga la pena, se desmotivan. Los libros pop-up y los libros sonoros funcionan con niños muy pequeños (0-1 año), y por supuesto con los mayores (2-3 años). Lo que ocurre es que suelen ser ediciones frágiles que se deterioran con facilidad. Pero manipularlos, para ellos, es toda una aventura que están dispuestos a emprender. Considero erróneo impedir que los niños manipulen los libros para que el material no se deteriore. Los niños tienen que romper libros y descubrir que pueden arreglarse a pesar de lo cual la historia nunca se pierde. Parte de la actitud de los niños hacia los libros proviene de la educación con respecto a esto en sus casas. El libro se ofrece como una alternativa casi obligada sin haber pasado por una breve instrucción sobre lo que pueden encontrar en él. Hay niños que no relacionan los cuentos de transmisión oral con el objeto libro, solo si el niño recibe la lectura con el libro entre las manos de su madre o padre relaciona esta conexión de forma natural. De lo contrario esa relación tienen que digerirla, y aprenderla desde dos pautas paralelas.

Cómo seleccionar libros para niños de 1-3 años

Me he permitido hacer una pequeña guía de orientación en base a la experiencia que hemos tenido durante los primeros contactos, quizás sea un poco pronto determinar con precisión su efectividad, pero a mí, de momento, me resulta muy útil para seguir investigando en este aspecto. Las características que yo resaltaría a la hora de elegir un libro para los niños serian:

– Sorprenderlos, siempre que sea posible, con textos que no conozcan.

– Personajes que predominen sobre las acciones, el impacto visual de un personaje es más atractivo para ellos. Es una referencia objetiva que los impulsa a adentrarse en el inicio de la historia.

– Narraciones simples que sean comunes con sus experiencias. En el método se trabajan las estaciones, el tiempo, la casa y sus dependencias. No me parece acertado llevar a los niños a la biblioteca para contarles lo mismo, ni de la misma forma. Ir a la biblioteca para ellos es explorar, descubrir y disfrutar. Hay que mostrarles más posibilidades, trabajar la creatividad y flexibilizar el aprendizaje.

– Imágenes sencillas (trazos simples).

– Colores limpios y abundantes (es más impactante una imagen con muchos colores que una gran imagen de un solo color, aunque sea un color vivo).

– Fondos claros (les facilita el reconocer el perfil del personaje en la imagen).

– Textura rígida pero suave, pasta dura, con un grosor del papel, mínimo de entre 200 y 300 gramos. Los libros que tienen páginas con un grosor excesivo no los manipulan bien.

Aunque el trabajo motriz que realizan al manejar diferentes texturas les beneficia en su desarrollo, hay que tener en cuenta que pretendemos educarlos dentro de parámetros flexibles en la biblioteca, ya que nuestro objetivo principal es mostrar el objeto libro como un juguete, algo práctico de lo que se obtiene alguna satisfacción, que los libros que hay en la biblioteca no son como los del método de aula, que la biblioteca es un lugar divertido, porque las demás barreras se irán superando de forma natural.

Serán ellos los que determinen con sus demandas la complejidad de los materiales que utilicemos.

Algunos títulos recomendados para empezar en una biblioteca 0-3 años:

NODDY ¿Qué hora es? (Everest).

Mi primer abecedario (Everest).

Colección Veo,veo. (son cuatro libros); Autor-ilustrador Guido van Genechten.

-¿Una rana? ¿Un caracol? ¿Un ratón? ¿Un gato?

Estos cuatro libros están hechos de forma que a medida que mueves las páginas se transforman en cuatro animales diferentes. Me interesa mucho este material que me parece muy atractivo para los niños, además de novedoso. Es más visual que textual, pero a los niños muy pequeños (hasta 4 años) estos libros les encantan.

El globito rojo (Iela Mari).

Elmer (toda la colección).

Luna, Pajarita de papel, Cocodrilo (autor de los tres títulos: Antonio Rubio, ilustrador: Óscar Villán; estos libros están creados con mucho ritmo para iniciarlos en el aprendizaje de la poesía).

Considero muy importante resaltar que se debe procurar cambiar la cartelería antes de trabajar con textos o personajes diferentes. Cada vez que se cambie de actividad o de personaje, previamente se expone ante los niños en carteles que adornan la biblioteca y los cristales que se exponen hacia la galería para que vayan conociendo su aspecto en el caso de personajes o la representación gráfica de la actividad. Por ejemplo, ha funcionado muy bien Caillou (toda la colección).

Seño, cuéntalo

Los cuentos ayudan no solo a fomentar la lectura, sino que además colaboran en el desarrollo y adquisición de habilidades de comunicación y expresión. También para relajación y para motivar la imaginación. A lo largo de nuestra vida leeremos con ojos diferentes los mismos cuentos, por eso es esencial proteger los primeros contactos. Necesitan el impacto para involucrarse con la historia, y si la experiencia ha sido positiva, perdurará en su memoria. Yo aún recuerdo con precisión cada página del primer libro ilustrado que me regalaron con 6 años, Mujercitas; durante toda mi vida he vuelto a leerlo, lo he visto versionado en el cine de diferentes formas, pero todavía recuerdo las ilustraciones de mi libro, es un re6 (f6.JPG)cuerdo feliz.

Para los niños de esta edad solo son dibujos, y aprenderán la diferencia de la imagen y la palabra con las indicaciones de la educadora. Una de las cosas que he descubierto es lo pronto que asumen esa diferencia y aunque algunos no pueden expresarlo de forma verbal, si les preguntas dónde están las letras, las señalan con el dedo. Por eso cuando cogen unlibro entre las manos y lo exploran, a continuación te lo ofrecen para que lo decodifiques: seño, cuéntalo. Los niños que comienzan a hablar piden que les cuentes esa historia.

Biblioteca y familia

He de decir que hay mucha complicidad con los padres y que se interesan por el trabajo de biblioteca, siguen las publicaciones del blog y lo comentan conmigo, lo que me facilita mucho el trabajo. Nuestros niños son muy pequeños, es por eso que la implicación por parte de la familia resulta fundamental.

Esta biblioteca pretende ser un espacio abierto en el que los padres no solo intervengan de forma puntual, sino que además de elaborar algunas de las actividades con su colaboración directa, ofrecemos la posibilidad de admitir y realizar propuestas que sean factibles.

Una forma de acercarnos mutuamente es la utilización del carné individual. Al niño le encanta tenerlo, y para que le “funcione” necesita de sus padres. Es una forma de ir perfilando las preferencias de cada niño de forma conjunta, además esto nos ayudará para motivarlo de forma coordinada. Una de las actividades que más éxito ha tenido ha sido: “Mamá, léeme un cuento”, en la que me detendré más adelante.

Las actividades

Ha sido un verdadero reto ejecutar cada actividad, investigar con ellos nuevas fórmulas, aprender y descubrir cosas de forma conjunta. Nunca establecimos un orden para actuar, pero se ha perfilado poco a poco de forma natural. Cuando los niños entran a realizar una actividad saben que será algo nuevo, y eso los entusiasma. Durante los días previos y a través de carteles se anuncian las actividades tanto en el portal de la escuela como en las cristaleras de la biblioteca. Han sido muy variadas, aquí solo haré referencia a algunas más especiales, como han sido: la representación de una obra de teatro manejando las marionetas, las audiciones en tienda de campaña, mamá léeme un cuento, viajar por los cinco continentes (una de las más complejas) y sobre todo las vocales que se realizó en tres sesiones. Por supuesto, la lectura de cuentos ha sido constante en nuestra biblioteca que ha ido creciendo poco a poco en volúmenes y que nuestros niños han disfrutado muchísimo.

Audiciones en tienda de campaña: escuchar un cuento de forma diferente

Esta actividad se realizó en tres partes. En primer lugar entramos en la tienda y escuchamos un cuento. Todo era muy especial para ellos, ya que algunos nunca habían entrado a una tienda de campaña, y ninguno desde luego a escuchar un cuento. Y eso lo estaban compartiendo por primera vez.

La segunda parte consistía en ver en el ordenador el mismo cuento que habíamos escuchado. Todo estaba cronometrado para que la actividad pudiese realizarse completa.

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La tercera parte era volver a la tienda y escuchar de nuevo el cuento y que experimentaran la diferencia entre verlo y escucharlo.

Alucinamos todos con la experiencia, fue divertidísimo. Cada vez que volvieron a hacer otra actividad preguntaban por “la cueva”, querían repetir. Eso me entusiasmó porque tenía un poco de miedo al proceso.

Mamá, léeme un cuento

Una de las experiencias más bonitas que hemos tenido en nuestra biblioteca ha sido esta. Le propuse a una madre de cada aula que vinieran a leerles un cuento a los niños. Al principio se resistían, pero a medida que pasaban los días previos a su intervención estaban realmente entusiasmadas. Esta actividad está pensada también para hacerla con los padres y con los abuelos.

Para los niños supuso una enorme sorpresa. La actividad no solo consistía en la lectura de un cuento. Quería experimentar junto a los padres la respuesta de los niños ante un personaje de cuento, crear la versión contraria, si por ejemplo, había un lobo en la historia y era malo, yo reconstruía la misma historia y les mostraba la versión opuesta del personaje.8 (F8.JPG)

Se realizó en tres partes. Primero leyó la madre el cuento elegido, luego les leí yo la versión opuesta, y por último hicimos entre todos una valoración de los personajes. Cada niño tenía que elegir una de las dos versiones y explicar por qué.

Tanto las madres como yo, quedamos verdaderamente asombradas con las respuestas varias de los niños. Unos eligieron el lobo malo, otros el lobo bueno y alguno dijo que no lo sabía, pero casi todos se decantaron por alguno y explicaron los motivos. Lo dicho, una actividad preciosa.

Hablamos idiomas con Nicolás

Desde el primer día contamos con Nicolás, nuestra mascota. Él vive en nuestra biblioteca y hace libros. Como sabe mucho, también nos enseña inglés.

Con él repasamos vocabularios nuevos, nos cuenta historias y siempre, siempre sale a saludarnos y a despedirse aunque no se quede en la actividad.

Cada historia que aprenden, o cada concepto, se traslada dentro de sus posibilidades al aprendizaje en otro idioma. En este sentido las retahílas han favorecido el crecimiento del vocabulario en inglés, ya que no solo han manejado palabras aprendidas, como los colores o los números, además aprenden acciones y nuevos conceptos de forma casi natural.

Bailando con las vocales

Al principio me pareció un poco desenfrenado el introducirles las vocales, pero como la actitud de los niños ha sido tan positiva, y dado que cada actividad se ha realizado de forma experimental, lo intenté en primer lugar como una especie de baile juego. Para ello se las colgué del techo pero de forma que ellos pudieran cogerlas, y al ritmo de una canción sobre las vocales bailaban buscando cada letra.

La segunda actividad relacionada con las vocales, consistió en una caja sorpresa que ellos debía descubrir y que estaba llena de vocales de diferentes texturas.

He de decir que resultó muy divertido, en esta sesión sin embargo, no escucharon la canción de las vocales, había música clásica de fondo y el ambiente era de lo más apacible, por lo que no se pusieron nerviosos al manipular las letras, intercambiaron unas con otras y yo les repetía sus nombres y les enseñaba la letra que contenían (…Alba tiene la letra A, y les mostraba la vocal).

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La tercera parte de la sesión consistió en que después de bailar con la canción de las vocales que escuchamos al entrar en la biblioteca, les pedí que buscaran un libro de Caillou, ya que contiene casi todas las vocales, y encontraran alguna, obteniendo un magnífico resultado general.

Y así concluyeron las tres semanas dedicadas a las vocales. No se les han olvidado. Posteriormente decidí no volver a ellas. Las dejamos descansar.

Y viajamos por los cinco continentes

Esta actividad tenía mucha complejidad. En ella no solo escuchamos instrumentos musicales diferentes, o una historia nueva, además aprendían que existen diferentes pueblos a través de esos cuentos y canciones tradicionales. El vocabulario que aprendieron nuevo fue muy extenso, la localización de los continentes en láminas, les entusiasmó y aunque algunas razas no las distinguen o no se reconocen entre ellas, en general aprendieron muchísimo.

Utilizamos el guiñol

Utilizar marionetas de guiñol para repetir retahílas no solo les ayuda en el dominio del lenguaje, además les facilita la actuación conjunta entre compañeros. Es uno de los objetos que más expectación levanta, a veces con miedo y a veces con maestría, los muñecos se convierten en otro compañero más dentro de la biblioteca.

Una vez que los niños habían perdido el miedo a utilizar las marionetas, aprendieron a moverlas e interactuaban con ellas, decidí hacer una pequeña representación en la que serían público y también actores.

Es más que evidente que lo hicieron fenomenal, y no solo aprendieron a representar, aprendieron a escucharse, que es muy importante para funcionar bien como grupo.

Actividad de seguimiento en los colegios

Para que todo este trabajo no quedase aislado, decidí actuar en el colegio una vez nuestros niños abandonaron el centro, sería una experiencia única para ellos.

Los objetivos de este seguimiento son:

  • Mantener el contacto con los niños para afianzar sus logros. Es muy importante aprovechar el vínculo afectivo que la educadora ha establecido con el niño durante los tres cursos de permanencia en el centro. El hecho de que te vuelvan a ver y trabajar contigo les satisface muchísimo y les queda una experiencia que están dispuestos a repetir.

  • Continuar la instrucción desarrollada desde la escuela infantil, repitiendo actividades de lectura, narración, dramatización y trabajo de aula como es la realización de una ficha, extendiendo la sesión en la escuela a lo largo del primer tramo de la mañana. Los niños en la escuela infantil tenían actividades que se desarrollaban en 20 minutos, ahora la actividad se prolonga, por lo que es posible incluir todas las secuencias anteriores en un solo ejercicio con diversas variantes.

  • Avanzar en la evolución de las actividades, aumentando su complejidad, provocando nuevos retos con un mismo texto y un mismo personaje.

  • Proponer un nuevo concepto de biblioteca escolar, adaptada a la franja de 0-3 años desde la que se puede intervenir. Que coordine además las propuestas desde los dos centros, el de partida inicial y el centro de recepción. El seguimiento se hará dentro de los 2 cursos de infantil, hasta que el niño aprenda a leer. La intervención pretende que para el niño, aprender a leer no suponga una carga, sino que llegue a esta instrucción obligada de una forma relajada.

  • Valorar los resultados para poder intervenir

Pretendemos hacer de nuestra biblioteca un laboratorio donde se investigue hasta encontrar las condiciones ideales para que los niños crezcan y aprendan con el objeto libro, y que éste forme parte de su cotidianeidad, consiguiendo que se sienta cómodo con él y lo usen de manera espontánea. Cuando los niños se involucran en experiencias en las que se les permiten dirigir su exploración, los tutores tienen la oportunidad de ver sus intereses emergentes; cuando los niños sólo participan en actividades guiadas, no hay ocasión para que cada uno haga cosas diferentes. El aprendizaje es más significativo cuando los pequeños usan sus habilidades en el desarrollo con un propósito y en el contexto de una actividad específica.

En nuestra biblioteca vimos cómo el libro no tenía valor por sí solo. Desde el momento en que experimentan con el objeto libro, determinan su valor. Para esta edad el valor se traduce en una función de placer que el objeto le brinda a través de los sentidos.

Cuando los niños abandonan nuestra escuela están abriendo los ojos al mundo. Durante la educación infantil, una etapa preparatoria para la escolarización obligatoria, los niños van familiarizándose con lo que aprenderán en el siguiente período educativo, y comienzan a realizar sus primeros ejercicios de escritura y lectura, acordes a su edad. La razón de ser de este seguimiento es la de proteger los logros conseguidos y avanzar de forma coordinada con los centros de recepción.

El seguimiento comienza con la evaluación inicial de los niños y su actitud hacia los libros. Se realiza en el primer trimestre en coordinación con la tutora del grupo que los acoge. Para ello, la tutora, responde a un formulario que recoge las diversas cuestiones sobre las que se ha trabajado desde nuestra biblioteca, tras observar al grupo de niños y que medirá el conocimiento previo antes de actuar desde la escuela.

Nuestros niños se han repartido en tres aulas de dos colegios distintos, dos grupos en el colegio «Álvaro Cecilia», y un grupo en el colegio «Fernando Miranda». En los tres grupos las tutoras han coincidido en sus valoraciones; los niños hacen buen uso del libro, saben seguir la secuenciación en las imágenes, saben pasar bien las páginas, disfrutan con ellos, incluso lo eligen entre otros juguetes. Pero más importante, y han coincidido los tres grupos, ante la pregunta ¿reconocen alguna vocal entre los textos?, la respuesta ha sido igual: sí, la A.

Las tutoras valoran la instrucción realizada desde la biblioteca, los niños saben qué es ese lugar y lo que allí pueden encontrar. Desgraciadamente, no todos los centros disponen de un lugar para una biblioteca infantil, y desarrollan la actividad biblioteca de aula como un rincón.

Hemos obtenido una respuesta tan satisfactoria, que decidimos actuar de inmediato.

La actividad se realizó durante las primeras horas de la mañana. Comenzamos recordando a Elmer, un personaje que reconocieron al momento. Les leí la historia, y recordamos juntos todo lo que aprendimos acerca de los elefantes, la selva, y los amigos de Elmer. Después vimos una película que contaba su historia y narraban unos niños de cinco años. Hablamos de los colores de Elmer, y a continuación realizamos una ficha muy difícil. En esa ficha los niños tenían que colorear cada cuadro señalado por un número que además indicaba un color.

Y así nuestros niños crearon su propio Elmer. Cuando terminaron este trabajo, volvimos a la pizarra digital y les proyecté imágenes de ellos cuando estaban en le escuela infantil y trabajaron por primera vez con Elmer.

No se trataba de una evaluación personal, se pretendía calibrar qué tipo de logros habían quedado en su desarrollo cognitivo de forma general. En esta edad todavía existen diferencias importantes en el desarrollo de los niños, es por eso que la valoración sea global. La intervención posterior en la escuela pretende provocar al niño una situación inesperada que hará que despierte su curiosidad, de esta forma el proceso de cambio desde una instrucción flexible a una instrucción reglada, será más armónico.

Conclusiones

Nuestra biblioteca es una ciudad activa; en ella las avenidas están abiertas, lugares comunes con un mismo destino en el que consolidan los cimientos de una ciudad lectora, común y llena de esperanza para construir un único edificio que es un mejor lector, una mejor persona y un lugar habitable lleno de posibilidades.

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Adquieren hábitos que favorecen la prelectura y la compresión lectora, aprenden a escuchar explorando, observan, atesoran un lenguaje que les permite establecer relaciones afectivas y colaboraciones mutuas. Un aprendizaje que les lleva también a desarrollar la capacidad de expresión y representación con las que participan y conocen manifestaciones culturales y artísticas. Ellos aprenden a utilizar el lenguaje verbal que les permite establecer relaciones sociales y ensayan no solo explorando, sino que asimilan la observación a través de esa exploración. Una ciudad activa a la que se llega para poder intervenir en nuestros futuros lectores desde la emotividad y el placer.

* Isabel Serrano Castro, EIM de Fernán Núñez, Córdoba

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