Enrique Duarte González
Hoy, por primera vez en mi vida, me he levantado temprano, a esa hora y con el sueño había pocas ganas de desayunar pero pensando que sería el único momento del día que no comería pasta me comí todo sin pensarlo. Con los ojos pegados, cogí el bus y ya en el instituto, fuimos llegando todos poco a poco y nos saludábamos con tanta ilusión como si no nos hubiéramos visto en años, porque necesitábamos sentir un poco el español andaluz, el aire canjilón. Entramos a un sitio llamado instituto, según ellos, pero yo creo q eso era más bien un palacio porque era gigante y bonito. En un salón de actos donde parecíamos hormigas nos hicieron una presentación en español que nos encantó, después sonó el timbre que nos dejó asombrados, era rock puro, ya le hemos dicho a Enrique y Esther que es buena opción para nuestro instituto, pero con música flamenca, por favor.
Ha sido muy interesante una clase donde hemos hablado sobre nosotros y nuestros sentimientos hacia el mar, y hemos realizado una actividad para conocernos mejor. También hemos visto un poco el instituto porque entero era imposible, hemos ido a hacer una gincana súper divertida por el pueblo y después ha llegado el momento que más queríamos: el rato libre para conocernos mejor y hablar sobre nosotros y nuestros gustos comiendo en un parque.
Por la tarde, Francesca nos ha hecho una introducción en inglés sobre la historia de la sirena de Senigallia y luego hemos ido escuchándola con unos auriculares mientras dábamos un paseo por el puerto hasta llegar al final donde se encontraba una estatua de la sirena. Esther, emocionada, quería hacer una foto pero de repente su móvil voló y acabó entre dos piedras por las q no cabía ni un alfiler, no sabíamos que hacer pero Esther tenía que conseguir su móvil, estiró el brazo, probó con un palo pero nada llegaba, menos mal que estaba Enrique que es matemático y construyó una pinza con una caña, costó un poco pero al final el móvil apareció pillado en la caña y todos aplaudimos ese momento como si fuese lo mejor que pasó en nuestras vidas.
Después de este percance hicimos una actividad que tenía que ver con la historia que nos contaron de la sirena, pero todos pensábamos en el móvil, fue muy divertido, con esto finalizamos la tarde y nos volvimos a casa.
Fue un día un poco intenso para nosotros pero sobre todo para Esther, espero que los demás días sigan siendo así de divertidos pero sin más percances.
Por Lorena López Márquez
