DESPEDIDA

Como dice la canción, nunca pensamos que llegaría, pero llegó el momento de decir adiós y comenzar una nueva etapa en nuestras vidas.

En el muy lejano septiembre de 1988 llegamos al Federico siendo unos treintañeros, con un proyecto de vida iniciado, ya teníamos dos hijos, y con muchas ilusiones en nuestro trabajo como maestros.

Han pasado treinta y un años y cuatro meses desde entonces, muchísimos alumnos, maestros y padres con los que nos hemos relacionado y la satisfacción del deber cumplido.

Nos vamos con la sensación de haber contribuido al desarrollo de un Centro que es referencia en Vícar y a la formación de muchísimos alumnos y alumnas que todavía nos recuerdan con cariño y de los que nos sentimos orgullosos.

Estamos en un tiempo complicado para la Escuela Pública. A nuestros compañeros/as maestros y maestras os animamos a seguir trabajando con el entusiasmo y la profesionalidad que habéis demostrado en estos años; a nuestros alumnos y alumnas os pedimos que trabajéis y os desarrolléis como personas en el respeto, el trabajo y la solidaridad y a los padres y madres que sigáis participando y colaborando en la vida del Centro sabiendo siempre el papel que os corresponde.

Defender la Escuela Pública debe ser un objetivo prioritario.  

Como no podía ser de otra manera, agradecemos al Ayuntamiento su implicación en la Educación como motor para el desarrollo de las personas y le pedimos seguir en la línea de colaboración, respeto y buena armonía que hemos tenido en todos estos años.

Nos vamos con la certeza de haberlo dado todo en esta maravillosa profesión que es ser maestro.

Muchas gracias a todos/as y hasta siempre.