LA FUERZA ESTÁ EN LAS RAÍCES. MI PATRIMONIO ANDALUSÍ (III)

En la reflexión previa al trabajo sobre nuestro patrimonio andalusí heredado, pensaba que la cultura andalusí sólo residía en Andalucía, pero tras leer e investigar en los diferentes recursos que nos han proporcionado, he descubierto que no sólo es cuestión de nuestra comunidad andaluza, sino que también  está presente en toda España e incluso en Portugal y Francia, ya que en su día formaron parte de al-Andalus.

al-Andalus está presente en la Historia desde el siglo VIII, y nos ha dejado un gran patrimonio cultural y monumental, que era lo que yo conocía hasta ahora. Pero me ha sorprendido mucho el gran patrimonio inmaterial que también nos ha dejado y que hemos heredado, pero que no conocía ni identificaba, como mi forma de hablar, derivada de la fonética árabo-andalusí con la que los moriscos tuvieron que aprender a hablar el castellano y que se ha ido conservando en nuestras gargantas. De hecho esos moriscos ya tenían una forma de hablar particular que es lo que conocemos como algarabía. También el origen de algunas costumbres y tradiciones que tenemos y que desconocemos por qué las tenemos y las seguimos realizando, y que tienen su origen en el intento de no parecer musulmanes o judíos ante la Inquisición, como por ejemplo el tener colgados embutidos en las entradas de las casas.

Todo esto me ha hecho darme cuenta de las similitudes que tenemos a nivel cultural, artístico y tradicional, y cómo lo que somos y conocemos en la actualidad viene de mucho tiempo atrás, más de lo que yo creía. Todo ese conjunto ha conformado y conforma nuestra identidad gracias a que, a pesar de los intentos que se llevaron a cabo de quitarnos nuestra cultura y nuestra memoria, no lo consiguieron. Y por eso somos lo que somos hoy en día. Ahora tengo mucho más claro el origen y la explicación del patrimonio inmaterial de mi familia y de mi pueblo, y por tanto el mío. Tenía una percepción errónea de lo que hoy es Andalucía y España en época andalusí, e investigando y leyendo me he dado cuenta de que nuestra cultura no sólo se forma durante nuestra vida, sino que viene de mucho más lejos, y por ello he adquirido mucha más conciencia de mi identidad y de mi cultura.

En los casi ocho siglos de existencia de al-Andalus hubo un tiempo conocido como «Reconquista» en el que los cristianos del norte vinieron más bien a conquistar y colonizar el territorio peninsular habitado por andalusíes, y una vez conquistados e instalados, perseguir, condenar y penalizar a todo el mundo que no fuera blanco, no pensase como ellos, no rezase como ellos o no hablase como ellos. Por ello opino que fue un periodo de colonización por parte de los cristianos, que querían «civilizar» a los andalusíes por considerarlos infieles.

En cierto modo el concepto que se tiene de Andalucía en otras partes de España puede venir a raíz de esto, por los pensamientos y el concepto racista de la población, aunque no debería de ser así. Es una pensamiento superficial y simple y deberían de investigar y conocer más para poder opinar sobre la cultura y la Historia que ha hecho que Andalucía y los andaluces y andaluzas seamos como somos.

Debido a esto en la docencia de nuestro sistema educativo se tiene en cuenta el interés político y económico más que el papel y la importancia de la memoria histórica de nuestra comunidad, y aprendemos simplemente lo que se nos quiere enseñar, sin darnos a conocer cómo fue realmente la Historia de nuestro país y de Andalucía. Lo podemos comprobar simplemente observando como dedicamos temas y temas a estudiar una Historia que en gran medida no forma el grueso de nuestra Historia, pero que nos hacen creer que sí, aprendiendo hechos y nombres de reyes cristianos y feudales, y en cambio no sabemos casi nada de nuestros califas, emires, ulemas, filósofos, médicos, geógrafos, matemáticos, etc., a los que se les olvida y oculta. Ni tan siquiera sabemos el origen y la raíz de los nombres de nuestros pueblos. Podemos comprobar como se le ha quitado importancia a una época con tanta repercusión en nuestra vida y en nuestro día a día, todavía. Otro ejemplo es comprobar el espacio que ocupan en nuestros libros de texto las mujeres y los creadores del flamenco, lo que provoca que por desconocimiento haya prejuicios, incluso entre andaluces, sobre musulmanes, judíos, gitanos y, hoy en día, respecto a los andaluces. Cada vez más generaciones de jóvenes estamos perdiendo y desconociendo las razones de porqué somos quienes somos, nuestros signos y símbolos identitarios.

La cultura andaluza, por tanto, es parte de nuestra vida y de lo que somos como personas, y día tras día la enriquecemos con nuestro modo de entenderla y de usarla, aunque debemos ser más conscientes de dónde venimos y valorar a quienes nos han hecho ser como somos, y seguir manteniendo nuestra Historia, nuestras raíces, nuestras tradiciones para que las generaciones futuras sepan apreciar, valorar y sentirse orgullosos de su cultura. Es cierto que desde otras perspectivas se desprecia mucho la cultura andaluza, considerándola analfabeta e inculta (a pesar de Federico García Lorca, Victoria Kent, Carmen de Burgos, Juan Ramón Jiménez o María Zambrano) y cada vez se le está dando menos importancia en nuestro sistema educativo, más allá de los días señalados, como el Día de Andalucía, el Día del Flamenco, o el Día de la cultura gitana. Pero nuestra función como andaluces que no quieren olvidar su memoria histórica sería dar a conocer nuestra cultura en todos sus aspectos, uniendo lo moderno y actual con lo antiguo y tradicional.

En conclusión, después de haber investigado acerca de los orígenes de nuestra cultura, puedo decir que es necesario conocer y valorar nuestras raíces para conocernos como personas y dar explicación a cosas que nos parecen insignificantes en nuestro día a día. Pienso que la memoria histórica de Andalucía es algo que no se debería de ocultar y se debería de dar a conocer mucho más y mejor, especialmente a los alumnos y alumnas andaluzas, para que conozcan su identidad y se sientan orgullosas de ellas mismas y de sus costumbres, tradiciones y formas de hablar, aunque es cierto que es complicado ante tanta homogeneización de culturas a nivel mundial. Es decir, que si vemos algo que nos gusta de otra cultura, lo hacemos nuestro, dejando atrás, poco a poco, nuestras tradiciones y costumbres. Obviamente no podemos seguir teniendo la misma cultura siempre, porque las culturas evolucionan con nosotros, pero lo importante es no olvidar ni despreciar de dónde venimos ni quiénes somos, ni dejemos de recordar a las nuevas generaciones la memoria de Andalucía.

BIBLIOGRAFÍA

  • Artículo periodístico «al-Andalus no es Andalucía», de Mariam Gracia-Mechbal, publicado en ElDiario.es el 26 de febrero de 2016.
  • Conferencia «El al-Andalus que llevamos dentro», de Antonio Manuel.
  • Capítulos seleccionados de «La huella morisca», de Antonio Manuel, publicado por Almuzara.
  • Capítulos seleccionados de «Flamenco. Arqueología de lo jondo», de Antonio Manuel, publicado por Almuzara.
  • Capítulo «Una nación forjada contra el Islam», de Alejandro García Sanjuán.

MARÍA VICTORIA MOLINERO PELÁEZ

1º Bachillerato-B

Patrimonio.

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