UNA PINTURA EN EL TREN REGIONAL

Este poema se creó en 1998 durante el trayecto Granada Ronda. Evidentemente, luego se tuvo que trabajar y mucho. Veintiún años después sería imposible hacerlo. La involución para las clases trabajadoras es evidente. Seguramente los viajes que antes realizaba en tren los tendría que hacer por bla – bla – car, enriqueciendo empresas privadas que no garantizan nada, excepto sus ganancias. Y con la apariencia, para quien se lo crea, que es más barato para el cliente. No, viajar con carnet joven o de jubilad con tren saldría más barato y sería más cómodo. Mi padre tarda en autobús, con la incomodidad que supone, seis hora en llegar de Ubrique a Almería. El desmantelamiento de lo público para el noventa por ciento de los que viajan en tren lleva años que es una evidencia. Adivinen a quién beneficia el fomento del Ave, en mi inocencia nunca lo entendí. Pero las puertas giratorias o los cobros en B ya hace tiempo que también son una evidencia.

Y la peor de las reacciones, la que surge ante lo evidente, me lleva a una pregunta veintiún años después: quién sería la modelo de aquella pintura, quizá un espectro, una aparición que, en todo caso, no sabía que era objeto de un dibujo descripción, ni nunca lo sabrá.

Una pintura en el tren regional

 

Updated: 18 enero, 2019 — 23:49

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